Ha tenido lugar en la calles de Taiz, la segunda ciudad más grande de Yemen, un país azotado por el hambre y la devastación. Ante el colapso de la economía yemení, en medio de los bombardeos, la gente clama ante la violación sistemática de los derechos humanos.
Arabia Saudí, respaldada por Estados Unidos, comete detenciones arbitrarias generalizadas, violaciones, torturas, reclutamiento de niños y abusos constantes contra las mujeres. Según palabras de Shehab Mohamed, manifestante en Yemen, reclama al régimen y a la coalición liderada por ellos que cuando el hambre es el motor que mueve a las personas, las negociaciones y los tratados colapsan porque hay que suministrarles pan de inmediato para continuar.
Por otro lado, la coalición RASD condena la violación de las protestas femeninas que han tenido lugar en Saná, la capital de Yemen, y llaman a la comunidad internacional a la acción. La coalición yemení que monitorea la violación sistemática de los derechos humanos de las personas en Yemen, conocida por sus siglas RASD, vuelve a comunicar los ataques ocurridos en la universidad de Sana por las milicias hutíes. Este grupo armado continúa atacando a mujeres y a hombres que actualmente estudian en dicho centro, y les mantienen bajo la opresión, el terror y el hambre. Estudiantes que han sido vejados con estacas eléctricas que han violado sus derechos humanos como personas y han sido tratados como animales.
La coalición RASD demanda la colaboración inmediata y pide que las mujeres sean protegidas para que estos actos no vuelvan a vulnerar sus derechos; situación que tiene lugar cada día y que padece la población civil controlada por los hutíes y vapuleada desde hace ya tres años. Desde marzo de 2015, el régimen saudí y sus aliados llevan a cabo una brutal campaña militar contra Yemen, utilizando varios tipos de armas, incluidas las prohibidas, con el objetivo de restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, y hacer frente al movimiento popular yemení Ansarolá.
De igual forma, en estos días el gobierno de Yemen ha acusado a los rebeldes hutíes de detener diez barcos petroleros en el puerto de Hodeida aprovechando el conflicto. Este lugar es el principal puerto y entrada de bienes por su localización estratégica a orillas del mar Rojo.
Este conflicto permanece ante la mirada de la comunidad internacional y ha provocado sin duda la peor crisis humanitaria que existe actualmente en el mundo, según ha estimado Naciones Unidas, en un país que ya era pobre antes de que estallara esta situación.