Encuentro con Carmen Castillo… Con la esperanza entre los dientes

Carmen Castillo, escritora y cineasta chilena afincada en Francia, viuda del asesinado dirigente del Mir Miguel Enriquez, nos recibe en su casa de París para hablar de su última película “On es vivants”, de estreno en Francia este 29 de abril. Tras la aparente fragilidad de su silueta femenina, su mirada firme anuncia su empecinada voluntad y sus ferreas convicciones. 

Carmen-Castillo-Paris Encuentro con Carmen Castillo… Con la esperanza entre los dientes
Carmen Castillo en París

Fiel a si misma, prosigue en el exilio su actividad en esa doble vertiente literaria y cinematográfica, donde se interroga de forma recurrente sobre el sentido de la lucha y del compromiso político, ayer y hoy. Literatura y poesia se entrelazan con las imágenes, mediante esa voz en off que acompaña siempre sus documentales. Desde “La flaca Alejandra” o “Calle Santa Fé”, a “Victor Serge,  el insurrecto” o muchos otros trabajos realizados para la televisión…

“Trabajé sobre Victor Serge mucho tiempo… porqueVictor Serge es parte de la memoria, era una lectura importante para nosotros en la clandestinidad, era un escritor de lengua francesa, traducido en México, pues  falleció allí. Ese documental de 52 minutos era un esbozo, en el que yo le hacía hablar con sus propios textos, pero tuve que  hacer elipsis, y centrarme sobre todo en el  periodo en Rusia, en Petrogrado. No era mas que un comienzo… pero logré hacerlo. Me gusta mucho trabajar sobre los escritores. Hice también “José Saramago, el tiempo de una memoria”… “Los escritores de la frontera” en México…  Juan Goytisolo, Manuel Rivas y Bernardo Atxaga en España…”

On-est-vivants-cartel Encuentro con Carmen Castillo… Con la esperanza entre los dientes“On est vivants”

Entre homenaje al militante y filósofo Daniel Bensaid y la evocación de algunas luchas sociales y políticas bien escogidas, “On est vivants” es una esperanzadora reflexión sobre el compromiso político en el siglo XXI…

“La muerte de Daniel es el elemento  cristalizador de un deseo que me acompaña desde hace tiempo. En realidad, cuando recorrí Francia y el mundo con “Calle Santa Fé”, en los coloquios en la sala, la película continuaba… no hablábamos solo de la historia de Chile, de la derrota, de la resistencia, del sufrimiento, del dolor; también de la alegría que habíamos vivido en el  Chile de Allende… y en la sala me preguntaban a menudo: ¿Y ahora?

Yo no puedo vivir sin política, en el sentido profundo del término, no milito en un partido, pero me apasiona ese flujo necesario que forma parte del ser humano. Estar impregnado de esperanzas, de sueños, soñar con una sociedad mejor, capaz de crear lazos con los demás, en el respeto de la dignidad, lo que lleva consigo la noción de igualdad, justicia, democracia…”

“En 1977 yo era en el exilio la viuda de un heroe, y me dije que la ausencia de política era mi muerte… La narradora de la película soy yo, pero en realidad doy las claves de una mujer que fue militante, que sufrió una derrota, y que en el exilio en Francia hubo amigos que la acogieron y con los que estableció lazos de amistad y de complicidad política y cultural. Cultura en el sentido más profundo del término, pues yo soy de cultura francesa, hice mis estudios en la Alianza Francesa chilena. Sus poetas, sus filósofos y escritores eran para mi la base en ese París de fines de los años setenta en plena ebullición, en el movimiento de mujeres, en las organizaciones, en el café al lado de la tienda en la que yo trabajaba… Todo eso me daba una verdadera posibilidad de experimentar el exilio  con la política como parte  de mi vida”.

“Cuando en 2010 hubo ese homenaje a Daniel en la Mutualité en Paris, yo sabía ya desde hacía mucho tiempo que quería hablar de este tema,  pero no de la forma del compromiso político en mi juventud, que espero seguirá siempre vivo, no en la nostalgia, sino en el recuerdo, en la memoria. Pero una película es un diálogo con un productor, con mis cómplices artísticos, como  la montadora Eva Feigeles Aimé

Si la película nace de ese homenaje en la muerte de un amigo, la cuestión del compromiso político estaba presente en mi desde los años 90, ¿Qué hacer hoy,  cómo continuar y por qué continuar, si el enemigo es tan fuerte?. Esta película recoge todo eso, pero son  preguntas, son experiencias que me acompañan desde hace muchos años…”

Josefa, de Brasil.

De Francia a América Latina, Carmen Castillo escoge en su relato varias experiencias de luchas sociales y políticas, victorias y derrotas, omitiendo otras, la cineasta y escritora chilena nos explica el sentido de esas opciones en la construcción de este guión en el que los entrevistados son héroes anónimos de ese combate permanente por la dignidad…

“El comienzo de la película  recuerda el rodaje y mi encuentro en octubre de 1994 con el movimiento zapatista en Chiapas, con el comandante Marcos, cuando filmé “La verdadera leyenda del comandante Marcos”. Aprendí mucho en esas experiencias. Aprendí que  yo podía seguir luchando, que el hundimiento de las utopías, de nuestra religión de la historia, no es grave.

La película empieza con mi reflexión sobre el derrumbamiento de nuestros sueños, pero nosotros éramos profunda y definitivamente antiestalinistas. ¡Stalin es la contrarrevolución, es el robo de esa experiencia revolucionaria que representan Rosa Luxemburgo, Leon Trotsky, Victor Serge, Emma Goldman… Había que reflexionar, no podíamos renunciar…  pues el capitalismo no ofrece nada más que espejismos, como el de la globalización feliz…”

“La película muestra dos experiencias en la “América íbero india”, como decía Mariategui, Brasil y Bolivia. Dos realidades en las que yo me había interesado mucho. Yo había estudiado la «guerra del agua» en Bolivia, pero a Brasil fue Daniel quien me llevó. Hubiese podido pensar también en la experiencia argentina, uruguaya o ecuatoriana, pero había que escoger, y descarté Chile también con mucho dolor. En Chile me siento muy cerca de la lucha del pueblo Mapuche, pero no he podido filmar.”

“En Bolivia tenía una victoria, y en Brasil había el movimiento de los “sin tierra”, con  treinta años de existencia, donde hubo retrocesos y progresos. Bolivia es una revolución, un derrocamiento del orden establecido, pero la lucha continua. Oscar Olivera, sindicalista boliviano, ha rechazado el poder,  decidiendo quedarse  del lado del pueblo.

Sin un horizonte de sentido  no se pueden ganar las batallas, no se puede  sobrepasar el miedo. El trabajo está por hacer. Hay muchas contradiciones.  El tema del medioambiente, del desarrollo económico, todo está pendiente de solución… Nosotros siempre hemos pensado que la revolucion es permanente, no cesa nunca. Nada está adquirido.”

El miedo es el principal enemigo de las luchas sociales, como lo afirma ese sindicalista boliviano en la película. Por otra parte  los movimientos sociales plantean siempre la difícil  cuestión de su  relación con el poder y con el mundo político…

«El miedo es nuestro principal enemigo, como lo dice Oscar Olivera… A guisa de ejemplo, en Chile 84 % de la población de Santiago no vive con lo que gana, está endeudada, de todo, y endeudados no pueden hacer huelga… el modelo es ultraliberal, el miedo del otro, el miedo del paro, de perder lo que se tiene, el miedo vehiculado por el sistema. Nuestro peor enemigo no son las multinacionales, el FMI, o el consumo a ultranza sino nuestro propio miedo.

Esa relacion con el poder está presente tambien en la parte dedicada al Brasil. Cuando esa anciana tan bella dice con tristeza “a pesar de todo… valió la pena”, ella que lucha desde la edad de doce años…  He robado las palabras de Jhon Berger que decía “con la esperanza entre los dientes”,    mordemos la esperanza, masticamos la esperanza. Gracias a los sin tierra he podido filmar en Sao Paulo, pues han desarrollado  sus redes en las ciudades.

El movimiento de los sin tierra, sus formas de organización, son muy importantes, su reflexión sobre el poder, su estrategia, su ecocomunismo… pude asistir a sus reuniones, a su trabajo concreto sobre la educación, vi también la formación de una cooperativa lechera. Hay un gran entusiasmo y alegria en esa lucha de los sin tierra…

En el movimiento de los sin tierra hay elementos muy interesantes  que permiten reflexionar en la cuestión de la relación al poder, y de las formas de organización necesarias para acceder al poder. Es una cuestión que ha sido históricamente un debate permanente entre marxistas y anarquistas…  la cuestión de la organización se plantea al mismo tiempo que la cuestión de la democracia… no se ha encontrado aún la forma defintiiva de ese instrumento…

La naturaleza del poder planetario impone hoy nuevas formas de organización política en el seno del movimiento social, y no de forma separada. El sectarismo partidario no sirve de nada. Yo estoy a fondo a favor de movimientos como Podemos en España o Syriza en Grecia, es una experiencia formidable, pero el proceso será largo… pero no soy un dirigente político, no tengo respuesta a esas cuestiones… el documental invita a la reflexión.”

La dignidad y la pasion alegre de la lucha colectiva era uno de los temas preferidos de Daniel Bensaid, quien escribió mucho sobre la necesidad de seguir el combate a pesar de las derrotas, es uno de los temas claves de “On est vivants”…

“Toda lucha colectiva provoca esa pasión alegre en la lucha por la dignidad. Las mujeres de los barrios norte de Marsella son para mi heroínas del mundo contemporáneo, ¡qué fuerza, qué inteligencia! Las encontré y pude ver que más allá de la miseria, la violencia o la droga, que también existen, en esos barrios hay el trabajo de esas mujeres. El Estado podría terminar con el trafico de drogas, pero no lo hacen…

Con Fatima, Fadela y Karima nos hemos visto durante dos años… es mi manera de trabajar… Como ese chico que me lleva para filmar el barrio de noche, y me dice “este es mi lugar secreto, aquí he pasado de la vida a la existencia”. Esos personajes del film llevan la poesía en ellos. La política necesita la poesía,las palabras ya no tienen  sentido en el lenguaje político corriente, te dan ganas de echar todo a la basura, crecimiento, democracia,  palabras encantatorias que el poder utiliza vaciadas de su sentido.

Esos personajes en cambio traen la poesía en sus palabras. Eso es un documental, captar esos momentos. Personajes con una intensidad de vida, embarcados con otros en la lucha colectiva, como decía Daniel, en una pasión alegre y también melancólica, porque sabemos que la victoria no es para mañana, que habrá muchos obstáculos, muchas pérdidas y derrotas.

La película empieza con una victoria, y termina con una derrota que dejó no obstante el sabor amargo de una victoria….

“No quería acabar con una victoria. La victoria está al comienzo del relato. Porque sé perfectamente que la victoria final no es para mañana, eso se acabó. He utilizado muchos archivos… Descubrí así, consultando internet, a ese líder sindical de Donges, en Francia, que dice “hay  derrotas que tienen el sabor de una victoria”, palabras que dijo un poeta, y que es también  exactamente lo que decia Daniel Bensaid…

Quise encontrar a esa persona, fue una larga discusión sobre la estructura del documental que nos llevó a ese final. En Francia hay muchas luchas sindicales que  terminan en derrota, y este sindicalista dice “he ganado, el enemigo es fuerte, pero he ganado… la próxima vez no moriremos”, es esa convicción de que “si vale la pena”, esa ola de  solidaridad, de lazos humanos que se crean en la lucha, es lo mismo que dicen los bolivianos que durante la guerra del agua cuando eran reprimidos, golpeados, asesinados… el texto final de Daniel lo resume bien: lo peor  de las derrotas es la debacle moral.

La película no da respuestas, abre a la reflexión, pero la historia reserva sorpresas y existen muchas más personas en el mundo que viven esa pasión alegre de la lucha que relato en el documental. He querido dar la palabra a esos anónimos, y no al poder… y acabar con una derrota que es sentida de ese modo, me parecía mejor que terminar con una victoria…”

On-est-vivants-Carmen-Castillo Encuentro con Carmen Castillo… Con la esperanza entre los dientes
Carmen Castillo con Daniel Bensain

Daniel Bensaid

En todas las películas de Carmen Castillo su voz en off, firme, serena, nostálgica, reflexiva, tiene siempre una evidente calidad literaria, en esta ocasión  se mezcla, como en un juego de espejos, con el eco de los textos de Bensaid, leídos por un actor, y determina en cierto modo sus opciones de puesta en escena…

“Hacen falta planos para escuchar los textos, preverlos, filmarlos… los textos de Daniel los habíamos trabajado durante un año, en la escritura del guión…   necesitábamos planos para escuchar su voz. Mi voz venía más tarde en la medida en que el yo de la narradora se imponía para contar la historia.

Hay un trabajo humildemente literario. Tengo tal respeto de la escritura que es muy difícil para mi. Los textos los escribo y los corrijo hasta el último minuto. A medida que la estructura avanza. Siempre lo hago en todas mis películas, me apoyo en los poetas y los escritores que me han inspirado, mis cómplices,  algunos ya muertos,  pero que están ahí, presentes…”

América latina vivero de experiencias

Ironía de la historia, es en América latina, donde hubo las más atroces dictaduras del siglo XX, en donde el nuevo neoliberalismo nació de las cenizas del gobierno democrático de Salvador Allende, quien denunciaba ya el poder de las transnacionales, antes de que el mundo entero hablara de mundialización y multinacionales. Paradójicamente es en esa América Latina que en el siglo XXI asistimos a un vivero o laboratorio de experiencias que buscan una alternativa contra el liberalismo económico mundializado, forma actual del sistema capitalista y de la sociedad de consumo en que vivimos…

“Si es extraordinario,  esa energía que existe en América latina, de apertura social, de experimentación, de gobiernos que tienen dificultades pero que manejan un análisis de economía de mercado regional en oposición a los Estados Unidos… hay muchas cosas que aprender de lo que pasa en América Latina. Pero mi  nivel no es macroeconómico, sino que me baso en la observación de la  lucha social organizada.

Yo  siempre digo a la gente en los debates en Francia: Id a Brasil y estudiad  el movimiento de los sin tierra. Hay mucho que aprender de cómo se ganaron las elecciones, y hay que reflexionar sobre los límites del poder incluso cuando se trata de programas importantes de redistribución y de democracia como en Brasil, o en Uruguay. Hay que preguntarse cómo hemos llegado hasta ahí, en la creación de las herramientas políticas.
Entre otros ausentes de “On est vivants”… Venezuela y Cuba… pero un nuevo  proyecto en el horizonte…

“Venezuela es una experiencia que no he seguido de cerca. Pero lo que pienso es que la burguesía y la clase dominante venezolana es atroz! Se puede criticar a Chavez, pero la existencia del gobierno de Chavez ha sido una experiencia esencial para los gobiernos de Bolivia, Ecuador o Cuba. No he podido  filmar allí en Venezuela, pero sé de que lado estoy. Yo conocí la Venezuela de antes de Chavez, con una clase dominante arrogante y corrupta. La Venezuela de Chavez empiezo a conocerla ahora, gracias al trabajo de Ignacio Ramonet y de otros, pero no he seguido de cerca ese proceso”.

“En una próxima película documental me gustaría hablar de Cuba, me gustaría  enormemente plasmar en un film ese presente en movimiento, en el que asistimos actualmente al final de un ciclo histórico y al nacimiento de otro. ¿Cuál será el rostro de ese nuevo ciclo? Nada está decidido de antemano. Lo que me apasiona es que en Cuba hay una oposición, que yo denomino “oposición de izquierdas” para entendernos, una oposición de  una gran cultura y conciencia política. No he estado a menudo en Cuba, desde que mi hija se fue de allí. Pero desde hace cuatro años he regresado invitada por Alfredo Guevara, y vuelvo ahora  una vez por año.

Estoy entusiasmada por los colectivos de jóvenes muy activos que existen, que  tienen rostros y nombres conocidos, que  hacen películas, que trabajan, publican, hacen arte callejero, música, grafitis o fotografías…  y de una cantidad de economistas, sociólogos, politólogos, artistas, que desde el interior de Cuba estudian, reflexionan y sueñan en una alternativa que no sea  el desenlace fatal…

El dinero entra ahora en el país, pero ¿A dónde vamos? ¿Capitalismo de Estado estilo China? ¿Regreso a la época de Batista? ¿O bien una  alternativa que se inventa, que se trabaja a partir de ahora para crear las bases institucionales, democráticas, el código laboral, el nivel y modalidades de inversión de los capitales extranjeros? Yo no sé como va a  terminar todo eso… pero me  digo ¿por qué no otra salida? Es una vez más una apuesta estilo Bensaid. En todo caso me gustaría plasmar en un film ese presente y esa reflexión  del interior. Es un proyecto que tengo para la televisión…

Julio Feo Zarandieta
Periodista profesional en Francia desde 1976. He trabajado durante 35 años como periodista (Responsable de edición y critico de cine) en el servicio en castellano de Radio Francia Internacional. Pero también como corresponsal en Paris de diversos diarios y semanarios españoles y critico en Cine Classics (canal plus). Jubilado desde el 2013, escribo ahora en Periodistas en español y en Aquí Madrid. Miembro del Sindicato Francés de la critica de cine y de Fipresci, he cubierto numerosos festivales de cine internacionales, muy especialmente Cannes y San Sebastián. Militante antifranquista en los años sesenta, resido en Francia desde 1974, fecha en que me acordaron el asilo político. Hoy en día tengo la doble nacionalidad hispano francesa.

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