La mejor oferta de Tornatore

“- ¿Como es vivir con una mujer?

– Como una subasta, nunca sabes si eres su mejor oferta”. 

En las subastas de arte –y puede que en todas las subastas- hay piezas o lotes que tienen un precio de salida, y a partir de ahí se establece la puja de los interesados, y otros que se ofrecen “a la mejor oferta”: en estos casos, los aspirantes a comprarlos empiezan ofreciendo cantidades muy bajas, incluso ridículas, lo que no impide que al final puedan alcanzar una cifra astronómica.

“La mejor oferta” de Giuseppe Tornatore (Oscar, Globo de Oro y Bafta 1989 por “Cinema Paradiso”), que se estrena en España el 5 de julio de 2013, a mitad de camino entre el suspense y el misterio, es un refinado melodrama de intriga casi perfecto, una historia fascinante sobre el mundo del arte, las falsificaciones, las subastas, las trampas, los compradores compulsivos y los subastadores-estrella, solicitados desde las cuatro esquinas del planeta. Es también la historia de un misógino coleccionista de retratos de mujeres y una enigmática mujer, aquejada de una agorafobia extremada, de la que se enamora. Una mujer que como los amigos, los colaboradores y el resto de los personajes, no son más que comparsas en una fábula magistralmente tejida. Y es sobre todo la historia de un amor, tardío y complicado.

“En toda falsificación hay algo de verdad… pero sigue siendo una falsificación”. Esta frase, pronunciada por el protagonista, resume una historia contada magistralmente, lo mismo que el juego en que Tornatore envuelve a los espectadores.

Para esta película situada en el sofisticado ambiente de las subastas de arte, en este caso con sabor centroeuropeo, Tornatore ha elegido un casting de actores internacionales: el australiano Geoffrey Rush (idéntica sobriedad que en “El discurso del rey”) en el subastador, el británico Jim Sturgess (“Across the Univers”, “Los caminos de la libertad”) en el ingeniero manitas de la mecánica, el canadiense Donald Sutherland (un clásico secundario de la cinematografía americana, “Regreso a Could Mountain”, “El señor de la guerra”, “La edad de las tinieblas”) en el amigo y compinche, y la modelo holandesa Sylvia Hoeks en el papel de la joven agorafóbica, son los ejes sobre los que gira la trama de “La mejor oferta”, película que nos ha devuelto al Tornatore de sus mejores tiempos, cuando arrasaba en festivales como ahora lo ha hecho en los Premios David de Donatello 2013 (concedidos por la Academia italiana del cine), consiguiendo seis estatuas para “La mejor oferta”: mejor película, mejor realizador, mejor música (nada menos en Ennio Morricone), mejores decorados, mejor vestuario y el Premio de los Jóvenes. La película se rodó en inglés en escenarios de Viena, Trieste, Bolzanpo, Parma, Milán, Roma y Praga.

“La mejor oferta”, que significa una ruptura con las anteriores realizaciones de Tornatore, llevaba varios años “en proyecto”. “Es una vieja idea –ha dicho el autor, siciliano de Bagheria, 56 años- que se remonta a mis primeros tiempos en Roma”. El resultado es una narración ingeniosa y apasionante, una historia que te mantiene pegado a la butaca desde el primero al último minuto, que te obliga a intentar imaginar el “después”, que consigue sorprenderte con cada personaje, cada decorado, cada ambiente. Aquí todo, hasta lo más inverosímil, cobra sentido: el misterio de la mujer, su increíble villa, la misoginia de un hombre que acumula otras fobias y lleva guantes hasta para comer en el restaurante, los engranajes metálicos que son como las migas de Pulgarcito para guiar al espectador por el relato…, todo perfectamente articulado, encajado como el autómata que nos devuelve al origen del séptimo arte.

“La mejor oferta” significa no solo el regreso del mejor Tornatore sino el del mejor cine italiano de la segunda mitad del siglo XX. Una película que funciona.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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