Homosexualidad, feminismo, aborto… En la causa de los males del país solo ven ‘pecado’ de cintura para abajo
Crisis económica, fulgurante enriquecimiento de los más ricos en relación inversamente proporcional al progresivo empobrecimiento de las clases medias… no son temas que estén en la agenda de la derecha religiosa, que sigue echado mano del disco rayado, el inaguantable soniquete de la guitarra de una sola cuerda: los «pecados» de la bragueta. Esta es la información que publicaba el pasado lunes ALC Noticias:
Cual disco rayado o soniquete de la guitarra de una sola cuerda* El pastor Kevin Swanson culpó en su programa de radio a la “decadente actividad homosexual”, además de al aborto y la marihuana, de ser los causantes de las inundaciones que se han sufrido en el estado de Colorado. También Pat Robertson culpó a la homosexualidad, al aborto y a las feministas, por el ataque del 11S.
Kevin Swanson levantó polémica con sus declaraciones a través de su programa de radio. Después de pedir que las parejas homosexuales se muriesen el mismo día de su boda, ahora acusa a la homosexualidad de haber provocado las terribles inundaciones que han asolado buena parte del estado de Colorado.
En su programa, llamado Generaciones con visión, el pastor se preguntaba si “es una coincidencia que este haya sido el peor año políticamente hablando en la historia de Colorado, al menos si se utiliza la ley de Dios para determinar la ética humana”. A continuación, hacía referencia a la portada del Denver Post en el que se pudo ver el marzo pasado al miembro del ayuntamiento abiertamente gay, Mark Ferrandino, besando a su compañero Greg Wertsch.
Swanson consideraba que “dar cabida a actos homosexuales” en una portada de uno de los periódicos de más tirada del estado, además de la regulación del aborto y la de la marihuana, han sido los causantes de las inundaciones.
“Los atentados terroristas del 11-S fueron responsabilidad de gays, lesbianas, partidarias del aborto y feministas”, dijo Robertson en su programa The 700 Club.
El programa se emite en el canal Revelation TV, que tiene su origen en el Reino Unido y que se expande a ciertos países de Europa y el mundo, además de a Andalucía. Un televidente denunció formalmente al operador de televisión porque entendía que el programa de Pat Robertson incitaba a la violencia contra las personas homosexuales.
“La tierra vomitará a las naciones que consienten la homosexualidad”, es una de las muchas frases que el predicador antigay suelta en su programa diario. El denunciante muestra preocupación por “el daño que el reverendo y sus presentadores causan a las personas homosexuales, ya que hacen todo lo posible para sembrar el odio entre nuestros vecinos, compañeros de trabajo y familiares”.
“La homosexualidad es una ofensa, una abominación para los hombres y la ley de los homb
res y las mujeres condenada ya en el Antiguo Testamento”, comentaba el reverendo Robertson en uno de sus programas emitidos en España en horario infantil.
El Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA), ya está trabajando en el asunto para intentar que se cumpla la ley lesgislación española, y ya ha podido comprobar que, efectivamente, “el programa promueve la discriminación social y política por motivos de orientación sexual y realiza comentarios homófobos que incitan a la violencia, el acoso, la exclusión y la estigmatización del colectivo homosexual”.
Robertson es un famoso telepredicador, evangélico, conocido por sus polémicos comentarios sobre la homosexualidad, el aborto, la violencia hacia la mujer, el feminismo o el Islam.
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* Guitarra
Manuel López
Pobre Jesse Jackson. Que se sepa, este buen hombre nada ha tenido que ver con los bombardeos de uranio en los Balcanes, el blanqueo de dinero de las redes del narcotráfico, el jaleo a la pena de muerte, el aumento de la marginación y la pobreza en el país más “cristiano” de la tierra, o la colonización ideológica unida a la explotación inmisericorde de recursos naturales y humanos con la que el capitalismo salvaje continúa sojuzgando al Tercer Mundo.
El “establecimiento” le crucifica por haber fallado en uno de los Diez Mandamientos. Terrible. De repente, una relación extramatrimonial con un hijo de por medio hunde al más pintado, y los predicadores no son extraterrestres. La Biblia está repleta de episodios de grandes hombres de Dios a los que el Supremo Hacedor rescató del fango. Normal. La Ley fue dada… para que viéramos que es imposible cumplirla. Para eso vino Jesucristo al mundo, para salvarnos.
Un episodio de adulterio rematado con lágrimas no parece pecado tan descomunalmente “mayor” que la ferviente adoración de por vida a otros dioses, como la televisión, los centros comerciales, el saldo de la cuenta corriente, el último modelo de automóvil o la escritura de propiedad del apartamento en la playa.
Una vez más, un lío de faldas protagonizado por un personaje público es destapado a modo de grandísimo pecado que afecta a los “valores supremos” de toda una nación. Ya. Así se tapan otras cuestiones de fondo, éstas sí importantes, como, sin ir más lejos, el pecado institucional de tomar el nombre de Dios en vano con la leyenda In God we trust, “Confiamos en Dios” impresa en el soporte más rematadamente inapropiado: la divisa oficial, ¡el “dios dólar”!
Después de reconocer, arrepentido, su pecado y declarar que asumirá las consecuencias, cueste lo que le cueste, Jesse Jackson dijo: “El sexo no es la única cuerda de la guitarra; hay otros nueve mandamientos”.
Aunque hundido por el sistema “monocorde” que toma el nombre de Dios en vano, Jesse Jackson no está solo. Le acompañan su pena, su Dios… y la simpatía de cuantos opinamos que nada hay más murgante, aburrido y detestable en el mundo que el inaguantable soniquete de una guitarra de una sola cuerda…
–La Lupa, icp-e.org, 2 de febrero de 2001