“Aquí no existen pasotismos, o estás al lado de la víctima o del maltratador”.
Hoy 25 de noviembre se celebra el Día contra la Violencia de Género, pero realmente es una lucha de todos los días a tiempo completo para erradicarla. Y si no que se lo pregunten a las supervivientes de maltrato…
Como por ejemplo a “Ve-la Luz”, es una Asociación Gallega para la defensa de mujeres y niñ@s supervivientes de la Violencia de Género y/o abusos, que el día uno de noviembre mujeres pertenecientes a la misma, iniciaron una huelga de hambre en La Puerta del Sol en Madrid reivindicando medidas efectivas para acabar con la violencia machista; mientras estuvieron allí, recordaron con una cruz en el suelo llena de zapatos rojos a las mujeres, niños y niñas asesinadas en España en lo que iba de año por VG.
Finalizaron su protesta el día 13, cuando el PSOE e IU se comprometieron de palabra a tratar los temas de sus reivindicaciones en los programas de sus respectivos partidos.
Gloria, presidenta de la Asociación Ve-la Luz afirma que “aquí no existen pasotismos, o se está al lado de la víctima o del maltratador, y el silencio es cómplice del maltrato”. Quizá por esto, en su campaña del día 25 de noviembre reivindican “¡No más minutos de silencio! Habla, canta, recita, haz ruido, grita… “¡El silencio te hace cómplice! ¡Con maltrato no hay trato!” A esto nos sumamos hoy otras muchas mujeres y hombres que queremos una convivencia en paz.
Las mujeres de Ve-la Luz son valerosas, significativa la frase de Gloria “nos han quitado tanto, que nos han quitado hasta el miedo. Ahora el problema está en frente, lo tienen quienes producen y reproducen la violencia”
Estas mujeres valerosas tienen motivos para hacer reivindicaciones, sus experiencias han marcado sus antes y sus después, y éstos precisamente son demasiado prolongados…
Sus peticiones se basan en lo padecido por haber tenido un maltratador al lado torturándolas todos los días “hay mujeres que durante 18 años han sido torturadas…” y yo me pregunto ¡¿cuántas habrá que hasta más, y mucho más…?!
Está claro que escuchar a las víctimas de VG es fundamental si se quiere de verdad, evolucionar hacia una cultura de la igualdad y de recuperación de las víctimas. Gloria comenta que “La Ley Integral Contra la Violencia de Género, fue un avance para visibilizar a las mujeres asesinadas en el marco de la violencia machista por sus parejas o ex parejas, pero hoy no contamos con medios suficientes. Hay que revisar la Ley, saber qué es lo que está fallando, para eso están los sociólogos para ver cómo encaja esa ley en la población…” “La mujer denuncia para estar sometida, primero lo estuvo por su maltratador y después por el proceso que conlleva…”
Entre sus demandas me llama la atención “la necesidad de que se las escuche en Comisión de Investigación Parlamentaria específica en Violencia de Género”… Gloria explica “Los políticos cuando suben al poder pierden la perspectiva de la realidad, no sé si hay un escáner en la puerta y los resetean, no sé cuál es el problema. Una vez que entran por la puerta del poder parece que ya no conocen nada. Quizá nos encontramos con el síndrome de Hubris, cuando alcanzan el poder se van embriagando y sin conocer nada son capaces de legislar, de poner medidas, están por encima del mundo, están flotando. Escucharnos es una forma de tirarles del hilito del globo en el que se van acomodando, es una forma de hacerles ver el daño que son capaces de hacer, la responsabilidad que tienen en todas sus decisiones y que no entendemos por qué si las víctimas de ETA han tenido voz en todos los foros, por qué con las de VG no sucede lo mismo…”
Otras de sus reclamaciones son: “Que las afectadas por violencia de género sean reconocidas como Victimas de Terrorismo. Cese de la obligación que se les impone a los Menores a relacionarse con el Maltratador. Revisión inmediata de los expedientes contaminados por el Acientífico Síndrome de Alienación Parental SAP y aperturas de expedientes sancionadores para aquellos profesionales que han fomentado estas prácticas, destrozando vidas de madres e infancia (Puntos de Encuentro Familiares, psicosociales…) instan a los jueces a que hagan una relectura del Interés Superior del Menor en consonancia con las directrices del CGPJ, y desintoxiquen el circuito judicial de estereotipos machistas y se formen en género. La grabación inmediata de las declaraciones de los menores para frenar la revictimización.
También la firma de acuerdos que independice y recupere a las víctimas desde el momento de la denuncia: Colegios de Psicólogos (recuperación), hoteles (tránsito), banca (viviendas), empresas (trabajo) etc. El Estado se hará cargo de las pensiones alimenticias de los menores para evitar el mal uso del maltratador en sede judicial y frenar el maltrato económico. El Estado velará por la recuperación de las víctimas (mujeres y menores), mientras dure el proceso judicial. Y por las terapias de recuperación sin limitación de tiempo.
Profesionalización fehaciente y continua para los operadores del circuito Judicial en VG, creación de juzgados de VG y rotación bianual de los operadores. Que se cumpla la Ley y dejen de someter a las mujeres maltratadas a la aceptación de mediación familiar contraviniendo la Ley Integral, bajo amenaza de perder la custodia de sus hij@s. Pérdida de la Patria Potestad de los maltratadores, sin derecho a visitas. Dotación inmediata de medios/personal especializado en los cuerpos policiales las 24 horas del día y los 365 días del año….” Como dice un amigo mío “hay que ver la cantidad de tiempo que sacan los adultos para hacer las cosas mal”.
¿Se han preguntado alguna vez por qué los “insultos favoritos” de los maltratadores, y en general de la cultura sexista y machista hacia la mujer son: ¡Puta! O ¡Cállate, que no sirves para nada!?
Se ve que a la cultura machista inmersa en la economía de mercado le interesa:
- La mujer instrumentalizada por su cuerpo, por su imagen hipersexualizada para placer del macho y por sus funciones domésticas de ser su esposa y madre de sus hijos formando parte de sus propiedades.
- Que las mujeres sean miradas y conocidas por su físico o su reputación, pero no admiradas y reconocidas por su talento.
- Que los logros de las mujeres se asocien a su cuerpo y a su servicio doméstico, confiriéndoles fecha de caducidad, impidiendo que emerjan sus capacidades, lo que ha venido siendo la tónica a lo largo de la historia.
- Que todo siga igual incluidos los insultos, a través de los cuales se ve claramente la justificación del valor que confieren a las mujeres.
El germen del maltrato está en el sexismo, el machismo, UN TRATO DE IGUALDAD implica conocerse, darse a conocer, dialogar, pactar… que es precisamente lo que no se da en una relación de desigualdad, el hombre en su rol de superioridad no hará lo que ella le pida, “¡Ni que fuera un calzonazos!”
Los animales (perros, gatos…) son la fuente de afecto en la que fracasa el hombre, ese egocéntrico “Homo Sapiens”…