Cine mexicano en la Quincena: un grito de SOS entre Mark Twain y Mad Max
Brillante y sorprendente película del cineasta Julio Hernández Cordón, “Cómprame un revolver” es su séptimo largometraje presentado este 14 de mayo de 2018 en Cannes, en la Quincena de realizadores. Cineasta guatemalteco, nacido en Estados Unidos, Hernández Cordón cursó estudios de cine en México.
“Cómprame un revolver” es una brillante realización y sin duda la película más madura de Cordón, en esa trayectoria iniciada en 2008 con ”Gasolina”, premio Horizontes Latinos 2008 a la mejor película latinoamericana. Destaquemos también en su filmografía “Las marimbas del infierno” 2010, o “Te prometo anarquía” en 2015.
Hemos visto lo largo de estos años pasados muchas y algunas buenas películas sobre el tema de la intolerable violencia en que vive México, pero la de Cordón se sitúa no solo entre las mejores, sino entre las más novedosas y originales por su tratamiento y su guion.
Entre Huckleberry Finn de Mark Twain y el mundo futurista y violento de Mad Max, el relato de “Cómprame un revolver” sale de la boca de una niña mexicana de nueve años de edad (interpretada por la propia hija del cineasta). Su personaje es Huck, la hija de un hombre que se droga para soportar su vil sometimiento a los narcotraficantes que controlan el país.
En ese México futurista en donde las mujeres son asesinadas o prostituidas y las niñas enjauladas como animales – cualquier parecido con ciertas regiones mexicanas actualmente controladas por el narcotráfico no es pura coincidencia- el padre de Huck, a quien le han secuestrado ya a su esposa y su hija de doce años, es el guardián de un terreno de beisbol en donde juegan los violentos y crueles traficantes.
Las aventuras de Huck para sobrevivir junto con cuatro o cinco niños más que se esconden camuflados entre las ramas de los arboles, son la columna vertebral y el punto de vista de esta conmovedora película, que siendo una ficción tanto se parece a la pura realidad de ese México corrupto.
El patrón de esas bandas criminales, que no se sabe bien si es hombre o mujer, ambigüedad deliberada en el relato, vive súper protegido por sus sicarios y organiza una fiesta nocturna, que terminara en anunciada tragedia. Una grave realidad vista con la inocencia poética, la incomprensión y la ternura de una mirada infantil.
Excelente guion, servido con una mezcla de tres actores profesionales (los tres personajes que mueren en la película) y de no actores, seleccionados por Cordón en función de sus rostros y sus inquietantes miradas. “Algunos de los narcos, los escogí –dijo el director- entre hombres que están en el mundo del boxeo”.
Como dijo Hernández Cordón en el coloquio con el público, esta es una historia de resistencia, un grito de socorro en este México actual en donde la sociedad civil es en si un acto de resistencia. “Hice la película pensando en mis hijas y en las generaciones futuras, y por eso les pedí a las dos si querían participar en la película”.
“Esta película es como una carta a todos los niños y a los adultos, para que las cosas cambien en México – declaró Cordón- Quiero hacer una llamada a ustedes espectadores que viven en el primer mundo, para que digan a sus gobiernos que la mejor manera de acabar con la violencia en México es legalizar la droga ahí donde la consumen. Pues en México se consume poca droga, pero pagamos ese tráfico con nuestros muertos”.
Las aventuras narradas por Huck son en efecto un acto de resistencia y de esperanza artístico, en ese México de hoy en donde los crímenes perpetrados en Ciudad Juárez, en Ayotzinapa, en Michoacán o en México DF, son tan crueles como inadmisibles y superan a los de esta ficción. Les invito a leer al respecto el artículo de candente actualidad que publica en estas mismas páginas de Periodistas en Español, mi colega mexicana Concha Moreno.
https://periodistas-es.com/mexico-cada-dia-mas-peligroso-103618