El periodista argelino freelance Said Chitour cumple un año en prisión desde su detención acusado de “espionaje”.
Actualmente se encuentra ingresado en la cárcel de El Harrach después de haber sido detenido el 5 de junio de 2017 al aterrizar en el aeropuerto de Argel tras haber viajado a España.
De acuerdo con el artículo 65 del Código Penal argelino, puede ser condenado a cadena perpetua, al ser acusado de “espionaje, entrega de documentos clasificados como confidenciales a diplomáticos extranjeros y blanqueo”. Al parecer estaría acusado de ofrecer datos a una ONG y cobrar de la embajada estadounidense. Hasta el momento no hay fecha para que sea juzgado.
Su madre, Louisa, de 83 años, ha escrito una carta al presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, ha recordado que es Ramadán y no puede estar con su hijo. “Su esposa, mis nietos y yo escondemos nuestras lágrimas para proteger a los hijos de Said” escribe la madre que ya antes había escrito otra misiva recordando el papel que desempeñó su hijo en beneficio de Argelia, cuando se quedó en el país en los años duros de los 90 del pasado siglo durante la guerra civil contra los yihadistas.
Su abogado calificó las acusaciones contra el periodista de “surrealistas” sosteniendo que no tienen nada que ver con la realidad añadiendo que se desconocen los documentos confidenciales que supuestamente ha entregado. No tiene acceso para obtener esta información.
Chitour, de 52 años, es conocido por ser el traductor de diferentes periodistas extranjeros, normalmente anglosajones, que están de paso o residentes en Argel. Por ejemplo, ayudó a la historiadora británica Mary Beard a filmar para la BBC en Timgad, ciudad fundada en el año 100 por Trajano denominada ‘la Pompeya del norte de África’.
Era corresponsal de la BBC y colaboró con otros medios como Washington Post y France 24 en inglés y ya manifestaba estar en el “radar de las autoridades” desde hace tiempo por sus contactos con el extranjero por los que fue preguntado.
Reporteros sin Fronteras (RSF) lanzó una campaña el pasado mes de noviembre de 2017 cuando llevaba cien días en prisión y recuerda que la prisión preventiva en su caso “es excesiva”.
Recientemente se conoció la condena a diez años del bloguero argelino Touati Merzoug por tener “relaciones cómplices con una potencia extranjera” lo que supone un mal precedente para el caso de Chitour.
Argelia ocupa el puesto 136 –su vecino, Marruecos solo le supera por un puesto, el 135- de los 180 de la clasificación mundial de 2018 elaborada anualmente por RSF. Curiosamente, el portavoz del Gobierno marroquí, Mustafa El Jalfi y el ministro de Comunicación de Argelia, Yamel Kauan, criticaron con los mismos argumentos el informe y la metodología usada por la ONG con sede central en Francia.