El reto era ese y no era baladí. Cruzar el estrecho de Gibraltar a nado a pesar de las adversas condiciones ha sido una realidad para los hermanos Postigo, Iván, Marco y Jorge, y su compañero de colegio, Luis Sebastián de Érice. Una aventura solidaria para apoyar la investigación contra el cáncer que hoy ya forma parte de la historia.
Ayer, 8 de agosto, los cuatro nadadores aficionados consiguieron alcanzar la meta. Nada más y nada menos que 12 300 euros recaudados por la solidaridad de cuantos les apoyamos; 16 kilómetros y un solo afán tras un año de entrenar en piscinas a deshoras. Cinco horas de esfuerzo no han hecho sino permitir que con este reto se puedan seguir impulsando las becas de investigación oncológica Olivia Roddom (BIIOR) que el British Council School de Madrid gestiona a través de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Olivia no tuvo suerte y falleció en 2002, pero su lucha sigue más viva que nunca. Sus compañeros de colegio, tanto los hermanos Postigo como Sebastián de Érice han aportado su grano de arena y han permitido, con esa cuantía, que su espíritu siga entre nosotros. Tanto los padres de Olivia como los suyos, además de sus excompañeros del colegio Británico, apoyaron desde las redes sociales su reto contra el cáncer. La asociación de Cruce a Nado del Estrecho de Gibraltar les brindó ayuda desde Tarifa hasta las costas de Marruecos, a donde llegaron sanos y salvos. Este reto se suma a los otros cuatro proyectos de las becas de investigación de oncología que llevan el nombre de Olivia.
Una gran hazaña que hoy se ve coronada con los valores de sus compañeros, que permanecerán siempre intactos; valores que adquirieron desde niños y que van más allá de la educación; solidaridad, empatía, fuerza, coraje y la belleza de la amistad; valores que desde hace casi cinco décadas conservan desde el colegio y en nombre de los hermanos donostiarras y de su amigo de la infancia, hoy, ya son parte de la historia del Estrecho.
Con esfuerzo, apoyo y tesón han llegado a la costa.