Internet ha servido para que cualquier persona, aunque no esté cualificada y no tenga la formación necesaria, divulgue información sin contrastar, cree un bulo, y más si se refiere a curas milagrosas y otros efectos por ejemplo de las frutas y verduras. Como no podía ser de otra forma, en la época estival se publican diversas recetas mal llamadas «detox», entre las que se encuentran las famosas «limpiezas» de cuerpo que se inician con jugos ingeridos desde por la mañana.
Lo primero que hay que saber es que las toxinas en el cuerpo son parte de él y no se eliminan con ayuda; el cuerpo las elimina solas. No existe, si le preguntas a alguna persona, conocimiento alguno acerca de qué es lo que quiere eliminar. La gente habla de eliminar lo que han comido, los excesos, las grasas, etc. y esto no es posible. Si se ha comido una morcilla o carne roja durante una semana, no por tomar jugos de kiwi y lechuga va a evitar tener colesterol, por ejemplo.
El cuerpo, gracias al hígado que depura y a los riñones que eliminan, se deshace de las sustancias del torrente sanguíneo que se procesan y se excretan a través de las heces y de la orina. Cuando nos pide el facultativo una analítica siempre nos piden lo mismo: sangre para ver qué factores están alterados y heces u orina, si existe la sospecha de otra enfermedad no común.
No existen pues pruebas científicas que justifiquen esa limpieza o esa eliminación de toxinas, si bien es cierto que al tomarlo, nos sentimos bien y son muy buenos para la salud en general.
Retomar buenos hábitos, tomar jugos de frutas, no nos hace perder peso si no comemos bien, pero si lo hacemos, por supuesto que contribuirán a que tengamos una salud excelente.
El estómago no tiene que descansar tras ingerir mucha comida; ni se es más sano ni se está mejor. Si nos hemos dado un atracón comiendo, de nada sirve que luego comamos lechuga y jugos de acelgas. Estos son fáciles de digerir y se absorben muy bien, pero no impiden que si hemos comido mucho estemos mejor. En cuanto a la famosa limpieza de colon, otra moda que se ha sugerido para eliminar deshechos, es decir, tomar infusiones, sen, mezcla de ingredientes o enemas a base de miel, tampoco tienen ninguna base científica. Si padece estreñimiento crónico debe saber cuál es la causa. Probablemente sus hábitos alimenticios no son correctos, pero por tener el abdomen plano no se está más sano. Las heces, de hecho, están ahí para algo. Recubren el colon y pueden ser útiles llegado el caso. Las heces no son veneno ni son tóxicas, son los detritus que están ahí y deben vaciarse con relación a los movimiento peristálticos, no con ayuda.
Purificarse, hacer una dieta light, no comer en tres días, realmente no sirve para nada. Lo lógico es mantener una alimentación sana a base de frutas, verduras, jugos y pescados a la plancha y evitar las grasas, el alcohol, las carnes rojas y otras comidas copiosas que nos hagan enfermar. Los excesos se pagan a largo plazo y la salud se mantiene si se tiene una correcta alimentación a lo largo de la misma.
¿Son necesarios los jugos? Sí, como cualquier otra bebida para refrescarnos, en vez de las que venden envasadas o azucaradas. ¿Son purificantes? No. Contribuyen a que nos sintamos mejor. Cuando necesite saber qué es bueno para su salud, tanto si son consejos para desintoxicarse que le dice su vecina, como si son dietas que le comentan en un herbolario, solicite a su médico de familia que lo valore. Él sabrá decirle qué debe hacer. Si padece estreñimiento, tiene colesterol, triglicéridos altos y otros valores, desgraciadamente los jugos ayudarán pero nunca le pondrán el contador a cero.
Solamente la medicina tiene la respuesta. Pregunte si duda, pero no se deje asesorar por curanderos y otros sujetos que se dedican a las pseudociencias y montan chiringuitos para desintoxicar el cuerpo de la gente. Es por su bien. El mejor jugo es que acuda a su médico y le informe qué le sucede para que pueda ayudarle.
