La palabra georradar se escribe con doble erre y sin guion entre geo- y radar.
Con motivo de la reanudación de la búsqueda, en una finca de la localidad sevillana de La Rinconada (España), del cuerpo de la joven Marta del Castillo, desaparecida en enero del 2009, en la que se utiliza un georradar, se puede observar en los medios de comunicación el empleo de las formas inapropiadas georadar y geo-radar.
Tal como indica la Ortografía de la lengua española, al ser geo– un prefijo ha de escribirse unido a la palabra a la que acompaña (radar). Se forma así un compuesto en el que la erre queda en posición intervocálica, de manera que, para mantener el sonido fuerte, es preciso duplicarla: georradar. Ocurre lo mismo en otros casos como pararrayos (no pararayos), antirreumático (no antireumático), etc.