PES.- Eric Lembembe, periodista y militante en favor de los derechos de los homosexuales en Camerún apareció muerto en su domicilio de Yaoundé el 15 de julio de 2013: tenía el cuello y los pies rotos, y las manos y el rostro quemados con una plancha, según informa el semanal francés Jeune Afrique, que recuerda que en el mundo quedan todavía 84 estados en los que la homosexualidad se considera delito.
En el caso de Camerún, el código penal castiga la homosexualidad con cinco años de cárcel pero algunos, como Eric Lembembe, lo pagan con la tortura y la muerte. Lembembe colaboraba con la organización humanitaria Human Rights Watch –que es quien ha anunciado su asesinato- en la lucha por los derechos de las minorías sexuales y presidía la Fundación Camerunense para el Sida: “El presidente Biya –ha dicho un portavoz de HRW- tiene que abandonar su silencio en relación con la violencia homófoba en Camerún, y condenar públicamente este crimen”.
Siempre que hay oportunidad, la justicia camerunense aplica la ley en vigor contra la homosexualidad; en diciembre de 2012 confirmó en apelación la condena de 36 meses de cárcel para el ciudadano Roger Mbédé, culpable de haber enviado un sms a otro hombre, declarándole su amor.
Siempre según la información de Jeune Afrique, el pasado 26 de junio fue incendiada en Douala la sede de la ONG Alternatives Cameroun, una asociación que atiende a enfermos de Sidas. Pocos días antes, en la noche del 16 al 17 de junio, personas no identificadas entraron en el despacho del abogado Michael Togué -quien frecuentemente recibe insultos y amenazas de secuestro de sus hijos por defender causas de homosexuales- llevándose el ordenador y el pasaporte del letrado. Hace un año que el abogado Togué sacó a su familia del país, por temor a que se cumplieran esas amenazas.