Actualmente por la vida que llevamos mantenemos la vista fijada ora en el móvil, después del la tableta, más tarde en el ordenador para finalizar viendo la televisión por la noche.
Nuestros ojos sufren el llamado síndrome visual informático que no es ninguna patología compleja pero sí advierte al paciente mediante síntomas molestos que dan cuenta que tanto los hábitos como la higiene visual no es demasiado correcta.
Las patologías que se suelen tener con la edad que no son preocupantes pero sí puede notarlas con los años, a partir de los 40 son las miodesopsias o moscas flotantes, la fatiga visual a partir de las ocho horas de trabajo y la presbicia o vista cansada.
Todo ello, si acude a un oftalmólogo llegada a esa edad, al menos, una vez al año, este irá determinando qué es necesario que haga y le explicará cómo debuta cada uno de los síntomas que refiere en consulta.
Si bien esto no lo podemos evitar, lo que sí debemos procurar, sobre todo si tenemos hijos menores de edad, es que tengan miopía dado que enfocan solamente a pantallas desde una temprana edad. Por ello, si les enseñamos a la vez que lo hacemos nosotros, la regla 20-20-20 podremos mantener una vista conservada y sobre todo no acusaremos el ojo seco, ayudaremos a nuestra vista y nos sentiremos mejor al final del día.
Los síntomas que refieren los pacientes con este síndrome son: enrojecimiento de la esclerótica (parte blanca del ojo); visión borrosa si estamos muy cansados; dolor de cabeza; ojo seco y picor entre otros.
Aumentar la distancia de lectura con la pantalla, seguir la regla 20-20-20, es decir, mirar cada 20 minutos durante 20 segundos a 20 pies (aproximadamente 6 metros) es ideal para sentirnos menos fatigados. Esta regla normalmente funciona si además mantenemos hidratados los ojos pero sobre todo si no abusamos de las pantallas (móvil, tableta, ordenador, televisión). De la misma manera, estos pacientes abusan de lágrimas artificiales lo que hace que sus ojos poco a poco dejen de producirlas por lo cual, salvo que se las haya pautado un médico, con la regla 20-20-20 tendría suficiente para mantener los ojos humectados.
No se automedique en ningún caso ni ingiera vitaminas y otros compuestos ex profeso para los ojos si nadie se los ha recetado.
Si a ello le sumamos que tenemos que comprar siempre las gafas en una óptica y tenemos que evitar las gafas de aumento prefabricadas de farmacia o de los chinos, haremos que nuestra visión de cerca mejore. Los ojos no ven igual porque la convergencia no es exacta y por tanto tampoco acomodan de la misma forma.
En todo caso, si los síntomas no mejoran podríamos estar hablando de alguna otra patología visual que no tiene que ver con la córnea. Es imprescindible que ante cualquier situación que el paciente refiera acerca de pérdida de visión, manchas o visión borrosa acuda a un oftalmólogo, que no óptico, para que le vean el fondo de ojo, la retina y le hagan si lo necesitara una OCT, un campo visual y determinen qué es lo que sucede. Muchas distrofias de retina sobre todo en infantes no tienen clínica aunque los niños acusan que no ven bien.
La alimentación para todas las personas que tienen problemas de refracción, miopía, hipermetropía, astigmatismo entre otros es conveniente ingerir a diario verduras de hoja ancha (acelgas, espinacas, lechuga, etc,) y aumentar la ingesta de luteína para proteger la mácula. Es conveniente recordar de igual forma que no se deben cargar peso si se tienen problemas de vista dado que la retina es muy sensible a ello y puede tener problemas serios a lo largo de la vida que pudieran ser evitables solamente por esta causa.
La Sociedad Española de Retina y Vítreo no justifica el daño de las pantallas por La luz azul aunque sí justifican la existencia de fatiga visual además de un posible aumento de la miopía porque no se enfoca de lejos por tanto los protectores naranjas, los cristales especiales y otras cuestiones que nos pueden ofrecer no evitan los síntomas que hemos justificado.