La Copa de África de Naciones (CAN) de Fútbol Sala se está celebrando del 28 de enero al 7 de febrero en el Sahara Occidental, en concreto en El Aaiún, bajo una fuerte vigilancia policial de Marruecos.
La polémica se inició antes siquiera de su inicio, ya que Sudáfrica declinó acudir a pesar de tener plaza, por considerar que se violaba el derecho internacional.
A su vez, en una carta enviada al presidente de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), el malgache Ahmad Ahmad, Argelia –que no estaba clasificada– recordaba la “connotación política” de la sede, además de contradecir los valores de la organización africana.
Los ocho equipos participantes se dividían en dos grupos. Grupo A: Islas Mauricio, Guinea Ecuatorial, Libia y Marruecos. Grupo B: Egipto, Guinea, Angola y Mozambique.
Posteriormente, y ya iniciada la competición, islas Mauricio –que reemplazaba a Sudáfrica- se retiró también, en protesta por el lugar de celebración, tras disputar un primer partido que ganó 4-0 a Libia.
Según informan organizaciones de derechos humanos y la agencia de prensa saharaui Equipe Media, desde el inicio de la competición El Aaiún fue totalmente ocupada con cordones policiales y barricadas, controlando y bloqueando todos los accesos que rodean el recinto donde se celebra la competición. Policías y agentes de los servicios secretos están omnipresentes en la zona, calles y callejones de los alrededores.
Los primeros partidos no fueron accesibles más que a un público invitado, previamente seleccionado, pero a raíz de la salida de islas Mauricio de la competición y del revuelo político ocasionado, el acceso ha sido más libre.
No obstante según explica Equipe Media, más de sesenta agentes de fuerzas de seguridad están presentes en cada partido dentro del recinto. Por su parte, fuera se contabiliza la presencia de cien coches de policía y de fuerzas auxiliares, y cerca de quinientos policías, agentes de fuerzas auxiliares y los llamados ‘Blair’, soldados vestidos de policía. Este despliegue desproporcionado es probablemente más caro que los gastos deportivos.
A los miembros de Equipe Media se les negó el acceso en varios partidos, no pudiendo siquiera acceder al primer control de los varios existentes antes de la entrada al recinto deportivo. A pesar de las tácticas intimidatorias, Equipe Media han conseguido algunas fotos. Hay que recordar el temor a perder su material, cosa que sucede a menudo cuando cubren manifestaciones populares y políticas de reivindicación de la autodeterminación del Sahara, como se puede comprobar en el conocido documental ‘Tres cámaras robadas’.
En lo deportivo, la final la disputarán Egipto y Marruecos el viernes 7 de febrero. El ganador tiene acceso a la Copa Mundial de Fútbol Sala que se disputará del 12 de septiembre al 14 de octubre de 2020 en Lituania.
Lo ocurrido puede suponer un ensayo de lo que podría pasar en el Mundial de balonmano de 2022, que organizará Marruecos, y que pretende llevar partidos al disputado territorio saharaui. Hay que recordar que equipos argelinos ya se negaron a disputar encuentros para la máxima competición africana, al tener que jugar con un equipo en Smara.