¡Un problema relativo!

En los tiempos actuales, dado el auge que han tenido las redes sociales, muchas son las personas que han asumido el rol de comunicadores sociales, sobre todo aquellas que ejercen funciones en entes gubernamentales, como ministerios, institutos autónomos, gobernaciones y alcaldías.

Unos lo hacen por querer congraciarse con sus jefes, y otros porque simplemente les ha sido asignada esa función, a falta de una persona capacitada y facultada en Comunicación Social.

Lo cierto del caso es que el trabajo que deben desarrollar los periodistas, hoy día está en manos de espontáneos que no tienen la mínima noción de lo que es el periodismo; de lo que significa laborar en un organismo público, en el que se debe ser cuidadoso, para que el mensaje sea captado de la mejor manera, pues no es lo mismo trabajar para un periódico o agencia, que hacerlo para un ministerio, instituto autónomo, gobernación o alcaldía, en los que priva en sentido político.

No sé si en otros países de América ocurra algo similar; pero lo cierto es que el trabajo de los periodistas en Venezuela, en la mayoría de los casos, está siendo ejercido por gente sin la debida preparación, con contadas y honrosas excepciones que se distinguen muy fácilmente. Las razones son diversas, y entre ellas está la crítica situación que se sufre en este país, que ha obligado a mucha gente a marcharse en busca de otro ambiente que les proporcione una mejor calidad de vida

Pero no es de política ni de ciencias sociales de lo que quiero hablarles, sino de un vicio relacionado con la palabra cual en su función de pronombre relativo, que se ha convertido en una especie de mal común en los no periodistas, y que ha hecho metástasis en los profesionales de la Comunicación Social.

Muchos son los redactores que ignoran su uso, y por eso incurren en impropiedades que denuncian su desconocimiento. Es muy frecuente leer u oír que: “La reunión se prolongó por varias horas, el cual dificultó el regreso a casa de los participantes”; “El director del plantel se dirigió a los alumnos en un tono no muy amigable, el cual produjo indignación en los padres y representantes”; “Nos retiramos del recinto sin avisar, el cual causó retraso en la instalación de la nueva junta directiva”.

Son múltiples y variados los casos en los que se usa mal la palabra cual en su función de pronombre relativo, que muestran descuido, y en el peor de los casos, desconocimiento. Ignoran que sus formas son “el cual”, “la cual”, “lo cual”, “los cuales” y “las cuales”, que concuerdan en género con la persona gramatical a la que se refiere, y en número con la cantidad de objetos que se mencionen, como una regla de elemental concordancia.

El vocablo cual tiene muchos usos, y su explicación pudiera tornarse un tanto enrevesada, por lo que este artículo es solo un breve comentario, que pudiera ser ampliado con los aportes de los lectores. Pero es el sentido común es la mejor guía para evitar usos inadecuados.

En el Diccionario de Dudas y Dificultades de la Lengua Española, de Manuel Seco, se aclara que “el cual”, “la cual”, “lo cual”, “los cuales” y “las cuales”, son equivalentes al relativo que; “pero solo pueden sustituir a este en proposiciones explicativas: Los abuelos, que nada sabían de aquello, quedaron asombrados”. Pero como lo dije antes, es un asunto un tanto complicado, que un espacio tan breve como este no sería suficiente para ofrecer una explicación pormenorizada que contribuyera a la disipación de todas las dudas y por supuesto de todos los casos de mal empleo. Por ahora solo baste con advertir que se ha vuelto un vicio el mal uso del término cual en su función de pronombre relativo.

En los ejemplos que les cité en quinto párrafo de este escrito, las formas correctas serían: “La reunión se prolongó por varias horas, lo cual dificultó el regreso a casa de los participantes”; “El director del plantel se dirigió a los alumnos en tono no muy amigable, lo cual produjo indignación en los padres y representantes”; “Nos retiramos del recinto sin avisar, lo cual causó retraso en la instalación de la nueva junta directiva”. En los tres casos se nota un desconocimiento de el cual y lo cual. En todos, el cual se puede sustituir por que: “ …que dificultó…”; “…que produjo …”; “…que causó…”

David Figueroa Díaz
David Figueroa Díaz (Araure, Venezuela, 1964) se inició en el periodismo de opinión a los 17 años de edad, y más tarde se convirtió en un estudioso del lenguaje oral y escrito. Mantuvo una publicación semanal por más de veinte años en el diario Última Hora de Acarigua-Araure, estado Portuguesa, y a partir de 2018 en El Impulso de Barquisimeto, dedicada al análisis y corrección de los errores más frecuentes en los medios de comunicación y en el habla cotidiana. Es licenciado en Comunicación Social (Cum Laude) por la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica) de Maracaibo; docente universitario, director de Comunicación e Información de la Alcaldía del municipio Guanarito. Es corredactor del Manual de Estilo de los Periodistas de la Dirección de Medios Públicos del Gobierno de Portuguesa; facilitador de talleres de ortografía y redacción periodística para medios impresos y digitales; miembro del Colegio Nacional de Periodistas seccional Portuguesa (CNP) y de la Asociación de Locutores y Operadores de Radio (Aloer).

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