El Tribunal de Derechos de la persona de la Columbia británica, en el oeste de Canadá, ha condenado al gerente del restaurante Buono Osteria a pagar 30.000 euros (20.533 euros) a su empleado trans, Jessie Nelson, en concepto de daños y perjuicios por dirigirse a él utilizando pronombres femeninos pese a que el empleado le corregía en cada ocasión y le pedía que utilizara el pronombre «they», que en inglés y utilizado en singular designa oficialmente a una persona no binaria, según una información del diario británico The Independent.
Las desavenencias acabaron con el despido del empleado, quien presentó una denuncia contra el negocio.
Según el tribunal que le ha condenado, el gerente de Buono Ostería utilizaba siempre el pronombre «ella» para referirse a Jessie Nelson, quien se define como «persona no binaria», y también le dedicaba apelativos cariñosos como «sweetheart», «honey» y «pinky», habitualmente usados para hablar de, o con mujeres.
El tribunal ha admitido que el uso deliberado y constante del pronombre equivocado es una violación de los derechos humanos. Además de tener que pagar los 30.000 dólares de la indemnización, los responsables del restaurante tienen que «poner en práctica una política sobre el uso de los pronombres, y formar obligatoriamente a su personal y gerencia en materia de diversidad, equidad e inclusión».
Para Jessie Nelson, quien durante el juicio explicó que es importante que se respete a las personas trans porque son seres humanos «con un corazón que late y un deseo de ser escuchados», el comportamiento del gerente constituye una discriminación basada en la identidad y su expresión de género.