Los abrasivos, qué son y para qué se usan

Existen algunos productos de los que todos hemos escuchado hablar en alguna ocasión, pero que desconocemos realmente de qué se trata o cuál es su utilidad. Este es el caso de los productos abrasivos, una palabra que nos resulta familiar, pero de la que desconocemos sus usos o tipos que existen.

Pero ¿qué son los abrasivos?

Los Abrasivos son materiales sintéticos o naturales que se utilizan dependiendo del material a tratar y el acabado que le queramos dar. Los procesos son múltiples, entre los más comunes son por presión, Venturi, agua o los equipos de vibración. En el mercado existen empresas de abrasivos para chorrear que ofrecen multitud de tipos de abrasivos para cada necesidad.

abrasivos Los abrasivos, qué son y para qué se usan

El chorreado o granallado con productos abrasivos resulta muy interesante porque el proceso es seguro para los operarios, se realiza de forma rápida, no genera residuos costosos de tratar, no hay tóxicos presentes en el proceso y el mantenimiento con abrasivos resulta muy sencillo de realizar. En todo lo anterior reside el éxito de este tipo de sustancias.

¿Para qué se usan los abrasivos?

El granallado o el chorreado con abrasivos se utiliza tanto en la fabricación de productos como en tareas de mantenimiento de elementos y superficies. Emplear abrasivos es cada vez más frecuente en procesos de limpieza de superficies metálicas, para el galvanizado, para preparar superficies para pintarlas después, para eliminar calaminas o para hacer desaparecer herrumbre a gran escala.

El objetivo del chorreado es la limpieza superficial, el mantenimiento de componentes o el tratamiento de superficies, entre otros. El uso de abrasivos se ha vuelto imprescindible en muchos sectores, especialmente a nivel industrial. Y es que ofrecen un resultado excepcional de forma segura no comparable al resultado que ofrezca otro tipo de producto.

¿Qué tipos de abrasivos existen?

En el mercado podemos encontrar multitud de tipos de abrasivos, tanto naturales como sintéticos. Los abrasivos más comunes y recomendados por los expertos son el corindón blanco, el corindón marrón, el silicato de aluminio, la granalla cerámica o las microesferas de vidrio entre las opciones sintéticas, aunque existen otros que también podemos utilizar. En cuanto a los tipos de abrasivos naturales más utilizados destacan la cáscara de nuez o la cáscara de almendras, ideal para procesos ecológicos.

Un abrasivo popular hace años que se ha dejado de utilizar por sus consecuencias negativas en la salud y en el medio ambiente es la arena de sílice, que generaba silicosis en las vías respiratorias de los trabajadores encargados del proceso. El uso de los abrasivos naturales y sintéticos que garantizan la seguridad y el respeto al medio ambiente es habitual y necesario para multitud de procesos.

El uso de abrasivos en la industria y en el mantenimiento de superficies y componentes se ha vuelto imprescindible hoy en día. Un tipo de sustancia que es desconocida para gran parte de la sociedad, pero gracias a la cual podemos utilizar buena parte de los componentes y productos que usamos en nuestra vida diaria.

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