La ONU necesita urgentemente cinco mil millones de dólares para impedir que Afganistán se hunda en una de las peorres catástrofes humanitarias de su historia.
Se trata de poner en marcha un plan de ayuda humanitaria sin el cual, según Martin Griffiths, subsecretario general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios en una conferencia de prensa este 11 de enero de 2022, «no habrá futuro para Afganistán», donde más de la mitad de la población, veintidós millones de personas, necesita ayuda urgente.
Las últimas noticias hablan de personas, principalmente cabezas de familia, que están vendiendo uno de sus riñones en los hospitales de Kabul para hacer frente a las necesidades de los suyos, como ha mostrado el canal internacional Euronews en una entrevista con un hombre llamado Ghulam Hazrat, enseñando a la cámara la cicatriz que da fe de la operación que le han practicado para extirparle un riñón.
La ONU necesita que los países donantes aporten 4.400 millones de dólares para cubrir las necesidades humanitarias de este año. Se trata de la mayor cantidad presupuestada para un solo país, según un comunicado de la organización. Un dinero que se dedicará a ampliar las entregas de alimentos, apoyar a la agricultura, financiar servicios de sanidad, tratamientos contra la malnutrición, acceso al agua y saneamiento y también a la educación.
Para Filippo Grandi, alto comisionado para los refugiados, «si el país se hunde (…) entonces veremos un éxodo de mucha más gente, y ese movimiento de población será muy difícil de gestionar porque no se va a parar en la región».
Además, la ONU necesita otros 623 millones de dólares para ayudar a los cerca de seis millones de afganos refugiados en distintos países, pero mayoritariamente en Irán y Pakistán.