Este domingo 2O de marzo, cien mil personas han participado en Paris en la marcha por la sexta Republica que ha culminado con un mitin del candidato de la Unión Popular: Jean Luc Melenchon.
Importante demostración de fuerza y resultado de una dinámica campaña electoral que ha logrado extender con su programa «el futuro en común» las propuestas de la Francia insumisa, hacia otras fuerzas políticas de izquierdas (alter mundialistas, socialistas, comunistas, ecologistas…) en el marco de la Unión Popular.
Frente a la política autoritaria y antisocial de Macron y la amenaza xenófoba y retrograda de la extrema derecha, Jean Luc Melenchon se afirma como el único candidato capaz de derrotar a Macron en las urnas, con un programa de izquierdas, de alternativa al neoliberalismo generador de austeridad y de conflictos bélicos.
Anne Hidalgo (PSF) y Yannick Jadot (EELV), quienes se dicen de izquierdas, parecen sin embargo más preocupados en torpedear la candidatura de la Unión Popular que en ofrecer una alternativa a la política antisocial y antiecológica de Macron, y lo están pagando muy caro a juzgar por las intenciones de voto que les otorgan los sondeos de opinión.
A los que siguen insistiendo en que no les gusta la «persona» y el carácter de Melenchon, la Unión Popular les responde con su programa para la fundación de una sexta república[1].
Melenchon lo ha dicho y lo repite: si los franceses votan Unión Popular, votan por un jefe del Estado, pero sobre todo por un programa, pues una Asamblea Constituyente deberá desmantelar la monarquía presidencialista en Francia, y Melenchon será el ultimo presidente de la tan desprestigiada Quinta república.
Melenchon: Con vuestro voto ¡Un mundo mejor es posible!
La marcha y el mitin parisino de este domingo (20 marzo 2022) en París han sido la ocasión del candidato Melenchon de reiterar en su discurso las líneas centrales de ese programa alternativa al neoliberalismo.
La Unión Popular propone a los franceses optar por otro mundo posible, en el que el factor humano se anteponga a los intereses financieros del Cac 40, a los lobbies del armamento, de la industria química y farmacéutica.
La jubilación a los sesenta años, salario mínimo a 1400 euros netos y aumento general de salarios, defensa y desarrollo de los servicios públicos de la salud, la educación, las fuentes de energía y las telecomunicaciones, introducir el derecho de acceso al agua en la Constitución, planificación ecológica, justicia social en favor de las clases populares y de las clases medias frente a las multinacionales que escapan al impuesto en los paraísos fiscales.
Amnistía para los «gilets jaunes» perseguidos y para el personal hospitalario sancionado por Macron, no a la guerra y política de no alineamiento frente a la agresión rusa y la carrera armamentista en curso. Derecho de asilo para todos los refugiados e inmigrantes víctimas de conflictos bélicos y de las consecuencias de los cambios climáticos.
Por una sexta república parlamentaria frente al despótico poder del «presidente monarca» en la actual constitución, por una prensa libre e independiente que escape al control de un puñado de oligarcas (ver los informes al respecto publicados por la asociación Acrimed y por el colectivo stop Bolloré).
Todo un programa exhaustivo y cifrado para redistribuir en los próximos cinco años la riqueza acumulada por los multimillonarios durante el mandato de Macron.
Escándalo McKinsey
Cerrando esta crónica unas líneas sobre un nuevo escándalo que acaba de estallar estos días, poco divulgado por los medios informativos dominantes: el «escándalo McKinsey».
El gabinete McKinsey, millonario consejero norteamericano del presidente Macron, ha sido acusado de evasión fiscal en Francia. Desde hace diez años esa empresa privada bien remunerada que «aconseja» cada acción del gobierno y del presidente Macron no ha pagado un centavo en Francia.
Un informe del Senado francés demuestra que McKinsey se ha beneficiado de un dispositivo de «optimización fiscal», evidentemente «legal» para no pagar impuestos. Su volumen de negocios en 2020 se estima en 329 millones de euros. El informe acusa a un dirigente de dicha empresa privada de haber mentido en sus declaraciones ante la comisión senatorial.
Los multimillonarios del Cac 40 que se han enriquecido durante la pandemia en detrimento del nivel de vida de la mayoría de la población, han encontrado ahora con la guerra en Ucrania una nueva ocasión de aumentar sus escandalosos beneficios, con el apoyo del presidente Macron (160 mil millones de beneficios para las empresas del Cac40 en Francia, según el diario de economía Les Echos).
En plena campaña electoral el gobierno distribuye algunas demagógicas limosnas electoralistas, pero sin modificar su política antisocial, dejando libre curso al libre mercado lo que favorece la especulación a todos los niveles.
La inflación se dispara cada día aquí tanto en los productos de primera necesidad como en el precio del carburante y de las fuentes de energía. Ante el obsceno beneficio de las multinacionales protegidas por su candidato Emmanuel Macron, solo el programa de izquierdas de la Unión Popular propone hoy medidas concretas para bloquear los precios y permitir la intervención del Estado como elemento regulador frente a la especulación. La tarea es difícil pero no imposible. Lo que se juega en Francia en esta elección presidencial será pues decisivo para el resto de Europa. Una masiva participación electoral puede hacer la diferencia.
Elecciones presidenciales en Francia: el programa de la Unión Popular disponible en librerías
[…] y necesaria una reconfiguración de la institucionalidad actual dirigida o con miras a la sexta república […]