Vibremos con el primer instante del día, no dejando que nada se quede atrás. Procuremos que los trances sean honrosos.
Nos hemos de colocar en los sitios más brillantes, para dar y compartir lo mejor de nosotros mismos. Nos fundiremos con el camino de la esperanza.
Nos procuraremos un leal provecho tomando lo necesario, no acumulando desdenes y desaires. Tenemos que modificarnos en positivo.
Nos entregaremos a la versatilidad más estimulante. Nos añadiremos en paz. Nos abriremos a la emoción más sincera. Simplifiquemos, por favor.
Nos entenderemos con atractivos singulares. Para todo ello mediemos. Coloquemos puentes para ser y vivir en sosiego. Podemos desde la dicha mancomunada. Ése es nuestro caminar. Debemos.