Nos enganchamos al día con todas nuestras fuerzas. Llegamos a sus dones con paciencia. Nos maravillamos ante las ocasiones que nos brinda.
Somos especiales. Nos sentimos así. Nos recordamos desde la firmeza y la pasión, que equilibramos. Nos reponemos.
Hemos hallado muchas respuestas. Nos encariñamos. Nos incluimos en los sitios más oportunos. Nos implementamos.
Nos suponemos con la gracia de la virtud que se muestra osada. No paramos ante las dudas de otros, ni siquiera con las nuestras.
Nos armamos de valor. Nos albergamos. Nos sentimos colmados, ungidos por el instante, que nos ilusiona de principio a fin. Nos blindamos y nos exponemos. Nos acercamos al bien. Somos felices.