Hace una semana, el 14 de febrero, la Gendarmería argelina detuvo en la ciudad de Annaba al investigador social y de la geopolítica norteafricana, Raouf Farrah.
Sus trabajos han sido publicados en distintas organizaciones internacionales (foro de Davos, Open Democracy, Banco Mundial, etc), así como en diversos medios de comunicación como Le Monde, Jeune Afrique, Mondafrique, etc).
Entre sus investigaciones, se citan trabajos sobre el contrabando en el norte de África, sobre la trata de personas, los conflictos armados y la seguridad en el Sahel, sobre el Sahara y también sobre los delitos cibernéticos en África.
Con Raouf Farrah, la policía argelina se llevó detenido a su padre cuando los dos se encontraban en el domicilio familiar de este último.
Su madre también fue retenida, pero quedó libre poco después. El padre también fue liberado el mismo día 14, pero retuvieron su teléfono móvil y lo volvieron a detener al día siguiente.
Al ser arrestado, el politólogo visitaba a sus progenitores acompañado por su esposa y el hijo de ambos.
Según una nota de Global Initiative Against Transnational Organised Crime (GI-TOC, Iniciativa Global Contra el Crimen Transnacional Organizado), dichas detenciones tuvieron lugar pocos días antes de que se presentara un libro colectivo titulado Algérie: l’avenir en jeu / Essai sur les perspectives d’un pays en suspens, que ha coordinado Farrah.
Unos días antes, en la misma ciudad del noreste de Argelia, también había sido detenido en la redacción del periódico regional Le Provincial, el periodista Moustapha Bendjama.
Diversos medios relacionan esas detenciones con el caso de la ginecóloga, comunicadora y activista Amira Bouraoui, que vuelve a tensar las relaciones de Francia y Argelia. Oficialmente, sin embargo, esos dos asuntos están desconectados entre sí. En el caso de Farrah, las autoridades parecen estar airadas por su libro sobre el Hirak.
Por su parte, Amira Bouraoui tiene las dos nacionalidades. Es hija de un oficial de alta graduación argelino.
Desde 2011, fue detenida varias veces en Argelia. En 2014 se destacó al frente de un grupo (Barakat, Basta), participante en las protestas del Hirak y opuesto a la renovación del mandato de Abdelaziz Bouteflika.
Está procesada por la justicia por esas actividades militantes y fue encarcelada brevemente en 2020, aunque luego quedara libre de manera condicional.
Hace menos de medio año se convirtió en periodista radiofónica en la emisora Radio M, asociada al también periodista Ihsane El-Kadi, a su vez en prisión desde la última semana de 2022.
Una huida rocambolesca
La salida del territorio argelino de Amira Bouraoui ha sido kafkiana. Tras intentar que le fuera permitido volar a Francia para visitar a un hijo enfermo –mientras estaba en suspensión provisional su ingreso en prisión– Bouraoui atravesó la frontera de Túnez en fecha no bien precisada.
Lo hizo llevando consigo su pasaporte francés, lo que fue considerado ilegal por parte de las autoridades tunecinas que estimaron una reclamación de Argel, que alegaba la prohibición de salida del país que pesaba sobre ella en ese momento.
Detenida por la policía aeroportuaria tunecina al intentar volar hacia Francia, fue llevada ante un juez que la liberó y le devolvió su pasaporte. Para su sorpresa y la de su abogado, dos agentes de la policía judicial la detuvieron de nuevo a la salida del tribunal: la amenaza de devolución hacia Argel iba a concretarse en las últimas horas de la misma jornada.
Únicamente la movilización de la Liga tunecina de Defensa de los Derechos Humanos, de Human Rights Watch y de las autoridades francesas pudieron evitarlo, por poco.
Acogida en la Embajada de Francia en Túnez, Amira Bouraoui pudo finalmente tomar un vuelo hacia Lyon, el 6 de febrero. No está claro quien optó por autorizarlo, pero al día siguiente el presidente Kais Said obligó a su ministro de Asuntos Exteriores, Othman Jerandi, a presentar su dimisión.
En Argelia hubo otras repercusiones. Además del periodista Moustapha Bendjama –ya citado– otras nueve personas del entorno de Amira Bouraoui, incluidas su madre Khadidja (Jadiya) y su hermana Wafa, fueron detenidas. La última fue liberada tras pasar la noche en un calabozo, la madre fue enviada a la prisión de Annaba.
Entre esos arrestos se encuentran los del funcionario argelino que validó su salida del país, seguramente a la vista de su pasaporte francés, y la del taxista que la condujo hasta la frontera. La acusación contra todos es la de constituir una «asociación de malhechores para la salida ilegal del territorio nacional y para el tráfico de migrantes por parte de un grupo criminal organizado » (citado así en Tout sur l’Algerie, 21 de febrero de 2022).
El caso Bouraoui impacta en el diálogo París-Argel
El caso Amira Bouraoui enturbia ahora las relaciones de Argel y Túnez, así como las de Francia y Argelia.
Durante el último verano, Emmanuel Macron llevó a cabo un viaje oficial cuidadosamente medido a Argel y Orán, con la esperanza de disminuir los diferendos acumulados entre dos países que la historia entrecruza sin remedio. La rocambolesca huida de Amira Bouraoui y las detenciones en serie de personas que las autoridades argelinas relacionan con esa escapada, lo complican todo.
El periodista de investigación francés Nicolas Beau (Mondafrique) da una explicación muy directa :
–El asunto de la huida de Túnez de Amira Bouraoui, ayudada por los servicios franceses, ha provocado una verdadera deflagración en las relaciones París-Argel. Los servicios de seguridad argelinos han sufrido un doble desaire; por parte de los franceses que han logrado repatriar a Francia a la opositora argelina, como por parte del poder en Túnez, que lo ha permitido cuando parecía estar bajo influencia total de Argelia.
El presidente argelino Abdelmadjid Tebboune (Abdelmayid Tebún) llamó hace días a su embajador en París «para consultas», según la jerga diplomática habitual.
Sin embargo, para el participante en un foro digital argelino «lo más inquietante son esas detenciones de familias en grupo que parecen el nuevo delirio del poder».
El martes 21, el fiscal de Constantina confirmó el ingreso en prisión de varias personas que relaciona con un plan destinado a obviar la ISTN (interdiction de sortie du territoire) que pesaba sobre Amina Bouraoui.