Meritocracia y meritocrático son términos adecuados en español, ya recogidos en el Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos, por lo que se no se escribe en cursiva ni entre comillas, recuerda la Fundáu en su Recomendación urgente del día.
Meritocracia alude al ‘gobierno de las personas más capacitadas, seleccionadas por su méritos personales’ («La democracia, si no es meritocracia, deriva a dictadura, solapada al principio y descarada luego») y al ‘sistema de selección y valoración basado en el mérito personal’ («Diez catedráticos consultados coinciden en que la Universidad debe ser elitista y basada en la meritocracia»).
Meritocrático, por su parte, es empleado para hacer referencia a ‘aquello que se rige por una meritocracia’ («Los grupos de excelencia se plantean trasladar su investigación a instituciones extranjeras de funcionamiento más transparente y meritocrático»).