Siempre se ha dicho, desde la creación del juego, que el tablero de ajedrez es la representación de una guerra, un campo de batalla, donde las piezas son como unidades militares.
Pues bien, esta metáfora sigue siendo vigente y de hecho, ha sido utilizada recientemente por el jefe del Estado Mayor del Ejército indio, general Upendra Dwivedi, que afirmó que la Operación Sindoor era similar a ″una partida de ajedrez” donde «no sabíamos» cuál sería ″el siguiente movimiento”.
Se trataba de pensar con varios pasos de antelación, ″como en el ajedrez», la «partida de prueba se detuvo al cuarto día». Al describirla indicó que implicaba movimientos calculados en un entorno incierto en el que ambas partes se adaptaban constantemente, la mencionó como ″una maniobra militar compleja y no convencional”. Podría haber sido un conflicto prolongado.

Hay que recordar que supuso la reciente Operación Sindoor. Se llevó a cabo en mayo, fue la respuesta de la India al atentado terrorista del 22 de abril en el pueblo de Pahalgam, que provocó la muerte de 25 ciudadanos indios y un nepalí. Fue el peor ataque contra civiles en la región en cerca de veinte años y generó una ola de fuertes rechazos en India.
Como respuesta, la Fuerza Aérea india realizó ataques aéreos de precisión contra ″infraestructuras terroristas” en su país vecino y en la zona de Cachemira, administrada por Pakistán, con acciones «enfocadas, medidas y sin escaladas».
Estos ataques se centraron en eliminar ″activos terroristas de alto valor y desmantelar redes responsables de la militancia transfronteriza” con un total de 26 muertos y 46 heridos.
Por su parte, India tuvo diez muertos en su territorio y Pakistán dijo haber derribado cinco aviones indios, admitiendo que tres zonas del país resultaron afectadas por los ataques: Muzaffarabad y Kotli, en la región de Cachemira administrada por Pakistán, y Bahawalpur, en la provincia de Punjab.
Además hubo expulsión de diplomáticos, suspensión de visas y cierre de cruces fronterizos.
Pero volviendo a los 64 escaques hay que mencionar al gran maestro indio, Vidith S. Gujrathi, actual número 26 del mundo y sexto de su país, que entonces reaccionó: ″Me alegra que India haya respondido con firmeza con la Operación Sindoor tras el terrible ataque de Pahalgam. El terrorismo nunca debe quedar sin respuesta. ¡Y qué hermoso nombre para la operación: Bharat Mata ki Jai!”
Por otra parte, hay que recordar que años atrás, en 2018, el jefe del ejército pakistaní, general QamarJaved Bajwa, jugó al ajedrez con alumnas de diferentes escuelas públicas administradas por la organización no gubernamental (ONG), Zindagi Trust.
Y es que en este conflicto el ajedrez separa, igual que con la guerra, de forma abismal a ambos países. India es el campeón de las últimas Olimpiadas de ajedrez, tanto hombres como mujeres, y cuenta con el actual campeón mundial, Gukesh Dommaraju.
Antes en el Torneo de Candidatos tuvieron tres candidatos de los ocho presentes. En el ranking de FIDE de agosto hay doce indios, de ellos tres entre los diez primeros. Además, cuentan con un total de 88 grandes maestros y más de 30.000 jugadores con calificación de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), teniendo los diez primeros un promedio de 2721 puntos Elo.
La Federación Panindia de Ajedrez (AICF) se fundó en 1951 y su sede es Nueva Delhi.
Son millones los indios que juegan al ajedrez, se calcula que más del 70 % de la población ha jugado en algún momento de su vida, así no es de extrañar que la subida del precio de los tableros provocara numerosas protestas.
Incluso hay localidades que lo han convertido en su primera pasión, los ajedrecistas son ídolos locales, los padres llevan a sus hijos a escuelas de ajedrez, y se imparte su enseñanza a todos los niveles educativos, entrando ya en las universidades.
El propio presidente del país, Narendra Modi agasajó por todo lo alto al campeón mundial Gukesh D. e incluso regaló en su día un tablero a la entonces vicepresidenta estadounidense y candidata derrotada, Kamala Harris.
En definitiva, un país volcado al noble juego, todo lo contrario acontece en su rival y vecino.
Ajedrez en Pakistán
En Pakistán, cuya federación (CFP) se creó en 1957, el panorama está alejado de las grandes naciones dedicadas al ajedrez.
En la última Olimpiada de Budapest, en 2024, ocupó el puesto 95, y se vivió una anécdota muy curiosa cuando sus jugadores izaron la bandera de los ganadores, India, lo que motivó todo tipo de reacciones, muchas de ellas críticas en Pakistán.
Otros la elogiaron como ″gesto respetuoso” mientras hubo quien la justificó como ″gesto inadvertido” por parte de los pakistaníes.

Por cierto, en dicha Olimpiada, dos ajedrecistas pakistaníes consiguieron títulos internacionales. Momin Fayzan, de 21 años y con un Elo de 2113, obtuvo el título de candidato a maestro internacional (CM) mientras que Aayat Asmi, de 12 años, se convirtió en candidata a maestra internacional femenina (WCM).
Otra situación la protagonizó, en la delegación femenina, Sebha Shah, de 59 años, con distrofia muscular. No se adentró plenamente en el mundo del ajedrez competitivo hasta 2023, solo había disputado un torneo en diciembre de 2013, pero en julio de 2024 ganó el campeonato nacional femenino en Islamabad.
“El árbitro principal dispuso un servicio especial para atender sus necesidades, incluyendo el transporte diario en ambulancia desde su hotel hasta la sala de juego. Un equipo la asistió. Sus movimientos fueron ejecutados por un asistente” se señaló entonces desde la delegación femenina pakistaní que acabó en el puesto 122 de 170 países.
Lo cierto es que el país no cuenta con ningún gran maestro, el mejor jugador es el maestro internacional, Mahmood Lodhi de 64 años, con un Elo de 2148 que llegó a casi 2400 en su mejor época. Para darse cuenta de la importancia de su figura en su país ha ganado su campeonato nacional nada menos que 16 veces.
La Federación de Ajedrez de Pakistán tiene menos de tres mil jugadores registrados, en concreto, 2936, de los que son mujeres, 415, representando tan solo el 14 % del total, con mayor representación en Punjab, Sindh e Islamabad.
Pakistán, cuyo primer torneo de ajedrez fue en Lahore en 1980, albergó 414 torneos entre enero de 2020-febrero de 2025, de múltiples categorías de edad y formatos de tiempo. En contraste, entre 2004-diciembre de 2019 se celebraron 26 torneos.
La CFP, considera que no hay ninguna razón lógica para que el país esté tan atrasado en ajedrez, recordando que hay 150 millones de jóvenes.
Lo cierto es que a nivel social y por influencia de los mulás (título de determinados imames doctos en derecho islámico) el ajedrez no es bien visto ya que algunos lo consideran haram (prohibido) ″Cualquier cosa que fomente la estrategia y pensamiento crítico es considerado haram” explicó un ajedrecista local en una red social, que lamenta la falta de incentivos.
Aunque el llamado tirano de FIDE, su presidente, el ruso Arkady Dvorkovich, anunció el objetivo de alcanzar los seis millones de niños pakistaníes que jueguen, lo cierto es que está bastante lejos de la realidad. Solo se juega en escuelas subvencionadas por la propia FIDE y la Federación Asiática de Ajedrez (ACF) o empresas privadas.
Por si faltara poco, FIDE avivó la polémica entre ambos países tras otorgar el galardón honorífico a título póstumo como Gran Maestro Honorario a Mir Sultan Khan (1905-1966), que India reclama como propio y que desató furibundos debates en las redes sociales.



