Indican las encuestas que la natalidad está disminuyendo en casi todo el mundo, porque las parejas jóvenes prefieren tener mascotas que hijos.
Y como consecuencia, en calles y parques se ven cada vez más personas, paseando perros y menos mamás, empujando carriolas.
En un reciente artículo de la BBC sobre el tema, la psicóloga Laura Gillet advirtió que los humanos tenemos necesidad innata de cuidar y cuando no se canaliza hacía los hijos, se hace con las mascotas.
Agregó que para los recién casados de generaciones anteriores, la paternidad era objetivo central; mientras que actualmente por razones económicas o de libertad personal, muchos jóvenes posponen o descartan tener hijos.
Y que esa preferencia está transformando las estructuras económicas, sociales y culturales y generado impacto notable en la industria veterinaria, que vive una expansión sin precedentes.
Con el aumento de clínicas, ha crecido en más del doble la oferta de trabajo para veterinarios y en mucho más, el gasto destinado al cuidado de las mascotas.
Afirma Google, que la industria de alimentos para mascotas facturó en 2024 a nivel mundial 123.860 millones de dólares y este año llegará a 129.000 millones.
Y no lo dudo, porque he tenido perros toda mi larga vida y nunca me había enterado que se vendieran bolsas como de diez kilos con patas de pollo, hígados de no sé qué animal y otras cosas deshidratadas.
La Generación Z, que integran quienes nacieron entre 1997 y 2012, y es la primera que creció usando internet, redes sociales, teléfonos y computadoras personales, gasta en promedio 178 dólares al mes en sus animales.
Cerca del doble de los 90 dólares que destinan los ‘Baby Boomers’, nacidos entre 1945 y 1964.
Su interés en atender bien a sus mascotas, aumenta los precios de vacunas, vitaminas, jabones y champús caninos; y los ahora tan de moda, seguros de vida y enfermedad, viajes pet friendly, cremaciones y entierros en cementerios especiales.
Estados Unidos, donde en el 46 por ciento de los hogares hay un perro, es el país que más gasta en mascotas; alrededor de 1700 dólares al año por cada una.
Y México donde hay dieciocho millones de perros, el segundo.
Desgraciadamente en muchas partes, el afán por tener un perro o gato no les dura mucho a algunas personas y abandonan a los pobres animales en calles y carreteras, sobre todo cuando pasan las fiestas navideñas.
La industria de las mascotas se ha visto también beneficiada porque millones de perros se quedan solos, debido a que sus dueños trabajan y ha creado programas de televisión para combatir su ansiedad y aburrimiento.
Y presume que perros que al principio ladraban a las pantallas, después de un tiempo se concentran en lo que ven.
El diario El País publicó una entrevista del periodista Facundo Macchi, a Marianna Boros, experta canina de la Universidad Eötvös Loránd (Hungría), en la que expone que la estimulación visual y auditiva, ayuda a mantenerlos tranquilos y mentalmente activos y que la mayoría de los perros prefiere documentales donde salen otros animales, porque les reducen su ansiedad.
Hay varios canales que ofrecen este tipo de videos tranquilizantes: YouTube, Relax My Dog con más de dos millones de suscriptores y Spotify, donde pueden crearse playlist para mascotas.
El New York Times cataloga al Dog´s Tv, como el canal de pago más popular para perros; fue lanzado en 2012 en California y tiene más de 400.000 suscriptores a los que trasmite cortos de tres a seis minutos que muestran campos, juegos de pelota y personas acariciando perros.
Los directivos de esta empresa dicen que los hicieron basándose en más de cincuenta estudios caninos, desarrollados por diferentes universidades; pero creo que sin necesidad de tanta investigación, quienes tenemos perros podemos decir lo que les gusta.
Shuba era una pastor alemán blanca que me duró dieciséis años y me llevaba en el coche por seguridad en recorridos largos, azotaba con las patas delanteras el radio si ponía noticias y no paraba hasta que sintonizaba canciones rancheras.
A Gaspadín y al Lobo, pastores que no se querían mucho, los calmaba con música clásica.
Y durante el sexenio de López Obrador hasta risa me daba oír a las foxterriers Camila y Beyoncé, ladrarle desaforadas a su imagen en tv durante sus conferencias «Mañaneras».
Termino afirmando que vale la pena recordar por su vigencia, lo que en algún lado leí decía Aristóteles sobre no tratar a los animales como humanos, colgándoles cascabeles, disfrazándolos o impidiendo con correas que corran o caminen libres, porque es atentar contra su λóγος, logos, palabra griega que significa esencia.



