Huelga de basuras: otro acuerdo contra los trabajadores

No hay derecho situar a los trabajadores a elegir entre la agonía rápida o la agonía lenta

Ya se ha convertido en norma, cada acuerdo firmado con la patronal es un acuerdo contra los trabajadores, aunque se ratifique en votación por los mismos trabajadores, como es el caso del final de la huelga de las basuras de Madrid; y es que a la fuerza ahorcan, nadie va voluntario al patíbulo.

Lo que han votado los trabajadores es la agonía lenta ante la muerte anunciada, porque además con la reforma laboral del PP, no hay garantía a la continuidad de sus puestos de trabajo. ¿No es hora de dejar de firmar acuerdos regresivos para los trabajadores, y suspender las negociaciones?, ¿qué hacen las ejecutivas y direcciones confederales ante conflictos como este, con gran repercusión ante el conjunto de la clase obrera?. ¿No es hora de exigir responsabilidades a las respectivas autoridades, en este caso, el Ayuntamiento de Madrid?.

Desde hace años, la táctica empleada por la patronal, y aceptada en la práctica por los sindicatos, es que las negociaciones se hacen sobre las propuestas patronales, y no sobre las reivindicaciones de los trabajadores, o mejor dicho, no hay reivindicaciones de los trabajadores, sino intentar aminorar los recortes patronales, y como mayor logro, “que me quede como estoy”, dicho muy recurrente desde hace unas décadas.

En este caso, la patronal de la basura y limpiezas municipales, compuestas por las celebérrimas empresas FCC, ACS, OHL, etc…, patronales procedentes de la construcción, e impulsoras activas de la especulación del ladrillo, y de la subcontratación generalizada, y con tinglados empresariales camuflados como multiservicios en limpiezas, sector aeronáutico, etc…, con diferentes nombres con el fin de camuflar beneficios, precariedad laboral, etc, y con grandes influencias en las políticas gubernamentales.

Esa patronal especuladora, explotadora y esclavista, propuso reducir los salarios un ¡43%! y el despido de 2000 trabajadores de la limpieza. Contra esa provocación, tras 13 días de huelga, y sufrir un linchamiento por los medios de manipulación de masas, por políticos del PP y su policía, los trabajadores se han visto obligados a aceptar una congelación salarial por 4 años, hasta el 2017, un ERE de 45 días por año para toda la plantilla, y otros recortes más, para frenar los despidos inminentes.

Ante esta práctica ya habitual de derrota constante de los trabajadores, ¿no va siendo hora de replantearse la situación y el modelo sindical?

La recogida de basuras y la limpieza pública son un servicio público esencial, de actividad continuada en Madrid, y en todas las ciudades y pueblos del estado:

¿No va siendo hora que sindicatos, partidos de izquierdas, trabajadores afectados y la ciudadanía en general reivindiquen la municipalización de dichos servicios?, entre otras razones, para acabar con la explotación y especulación de empresarios insaciables. Los servicios de basuras y limpieza municipales fueron privatizados a partir de los 80, tras las segundas elecciones municipales, y los máximos muñidores de esa privatización fueron las alcaldías gobernadas en mayoría por el PSOE.

La ciudadanía abona irremediablemente los impuestos por los servicios de limpieza y basuras, con sus correspondientes subidas, ¿no va siendo hora que la ciudadanía controle la gestión de esos impuestos, eliminando las plusvalías que arrancan los empresarios a los trabajadores, que lo único que hacen es encarecer los servicios esenciales a la ciudadanía, y empeorar las relaciones laborales de los trabajadores para aumentar los beneficios empresariales?

Esos servicios que tienen una actividad continuada ineludible, ¿con cuántos trabajadores eventuales y en precariedad contractual cuentan?. La eventualidad y la precariedad contractual en un servicio de actividad continuada y esencial debería ser perseguida por ley, para garantizar un servicio de calidad a la ciudadanía, y los derechos de los trabajadores.

¿Qué abanico salarial tienen esas empresas? , ¿qué diferencia hay entre el salario de un trabajador de la limpieza, y lo que se llevan los ejecutivos de esas empresas, o sus amos, se llamen Koplovich, Florentino Pérez, o Villar Mir (exministro franquista)?. Los sindicatos de clase tradicionalmente defendieron un abanico salarial de 1 a 3. Sin duda, con ese abanico salarial, los trabajadores podrían ganar unos salarios más dignos, y reduciría su costo a la ciudadanía. Eso es posible mediante la municipalización de los servicios.

La huelga es el último recurso que le queda al trabajador para defender sus derechos. Salir de las huelgas con derrotas de los trabajadores, como viene siendo habitual en estos últimos años, no solo pone en peligro la utilidad de la huelga, que es un recurso fundamental y único en la mayoría de las ocasiones, sino que debilita al conjunto de la clase obrera. La patronal está envalentonada por las políticas neoliberales de sus gobiernos títeres, y se cree con la potestad de recortar derechos básicos de los trabajadores, como es el salario, entre otros. Ante este panorama, los trabajadores deben aumentar su solidaridad de clase, y prepararse para resistir huelgas más prolongadas en el tiempo, y evitar así el triunfo de los intereses patronales. ¿No va siendo hora de crear una gran caja de resistencia a nivel estatal para ayudar a resistir a los trabajadores en huelga, y poder resistir más tiempo contra las embestidas patronales y sus gobiernos neoliberales?.

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