Dallas Buyers Club debe su título al primer club de enfermos de sida que decidieron dar la espalda a la medicina oficial y lanzarse por su cuenta a tomar antivirales de importación.
Como no podían comprarlos legalmente ni pagarlos al importador «alegal», decidieron agruparse en un club y así, mediante una cuota fija, obtener periódicamente sus medicinas.
Pero para organizarse en un club estando enfermos y abatidos, deshauciados por completo, hacen falta algunas individualidades poderosas y aquí es donde entra en juego Ron Woodroof, protagonista de la película, y algunos de sus compañeros de camino: Rayon, un travesti enfermo también de sida, y la doctora Eva Saks, quien no ve nada claro el tratamiento dado a estos enfermos en los hospitales. Así que Ron Woodroof, un hetero sorprendido por el sida en una visita banal al hospital de Dallas (entró con un catarro y salió con que le quedaba un mes), fue sólo el hombre desesperado por vivir que no se sometió a esta condena y tuvo la idea de rebelarse y luchar. Nada más. A partir de ahí, la historia viene rodada. De ahí el subtítulo tan oportuno Atrévete a vivir, que no pierde actualidad.
Porque Dallas Buyers Club, dirigida por Jean Marc Vallée en 2013, no es un anacronismo de película, ni una antigualla a pesar de estar ambientada en los años 80. La película hurga en la herida aún abierta de un tema candente y no resuelto que ha costado la vida a cientos de miles de personas y que sigue infectando a millones, el sida, sus orígenes y las causas de su contagio, el poder de las farmacéuticas frente al individuo.
La película se fija en aquellos años y en las auténticas agonías que pasaron los primeros afectados, verdaderos pioneros en la investigación científica sobre su propio cuerpo, condenados a morir sin remedio.
Dallas Buyers Club nos presenta uno de aquellos casos, un hombre duro, «puro rodeo», al que se le ve montando un toro, Ron Woodroof. Un hetero «sin tacha» que lleva su hombría por bandera, homófobo declarado que ama a las mujeres de dos en dos. Adicto al alcohol y a meterse para el cuerpo lo que sea con tal de poder seguir en forma sin desmayar, en 1986 se le diagnostica el VIH. Para sobrevivir, comenzará a desintoxicarse del AZT tomando antivirales de todo el mundo que aún hoy siguen siendo ilegales para los pacientes de EEUU. Es así como vivirá 10 años más. Para buscarlos, saldrá a recorrer el mundo disfrazándose cuando sea preciso para escapar, a pesar de lo cual sufrirá cárcel y sanciones. De esta decisión heroica de Ron Woodroof nace el primer Club de compradores de Dallas.
El coraje con que se enfrenta a su papel, algo para lo que debió adelgazar más de veinte kilos, le ha valido a Matthew McConaughey el Óscar de la academia al mejor actor. El Óscar al mejor actor de reparto fue para su compañero de lucha, Rayon, encarnado por Jared Leto, y el Óscar al mejor maquillaje fue para Adruitha Lee y Robin Mathews por la misma película.
Dallas Buyers Club se estrena en España el 14 de marzo de 2014.