Roberto de Azevedo es un hábil negociador de consensos, como reconoce Reuters
La prensa sabemos que está concentrada y sirve a los magnates globales en escala global. Quieren y creen que pueden hacer y deshacer reputaciones, manipulando información y calumniando con medias verdades. Reuters, ya sabemos interviene con esa intención en los asuntos de la OMC, porque Pascal Lamy, director general de la OMC, figura en la junta directiva de su casa matríz, la Thomson Reuters Corporation.
Esta última vez es un despacho de Reuters fechado en Brasilia, del 01/05/2013. Allí se intenta disminuir al brasileño Acevedo, el candidato que ha llegado con mayor apoyo a la final de la elección para asumir por la Secretaría General de la OMC, en oposición al mexicano Herminio Blanco. Reuters tiene razón cuando dice que aunque ambos candidatos provienen de Latinoamérica, representan posturas diferentes sobre el libre comercio.
Roberto de Azevedo es un hábil negociador de consensos, como reconoce Reuters, que es la base del procedimiento multilateral de la OMC y de los demás organismos internacionales. El mexicano Herminio Blanco su rival, que llegó ayudado por una irregularidad cometida por países europeos durante la selección de candidatos, representa el bilateralismo, que es lo contrario del multilateralismo.
Reuters alega que “Estados Unidos, Japón, China, Corea del Sur y otros países han reclamado contra la decisión de Brasil de subir los aranceles”. Reuters manipula la verdad. China, que es el principal cliente comercial de Brasil no protestó. De acuerdo con las normas de la OMC, Brasil tiene el derecho de subir aranceles hasta el límite consolidado en los acuerdos. Por eso la discusión sobre sus aranceles aplicados no pasó de palabrerío diplomático. Pero, además, venir a recordar la política comercial de Brasil y bajo una enfoque arbitrario, es completamente irrelevante.
En la OMC cada país continúa con su política comercial dentro de los límites concedidos en acuerdos multilaterales. El papel del Director General de OMC es escuchar para buscar convergencias y administrar el foro con respeto de las diferentes políticas económicas y comerciales nacionales. El papel de Azevedo en la Dirección General va a ser ese y para eso tiene el prestigio y la capacidad técnica y la experiencia.
Reuters en su despacho sesgado, quiere asumir que la apertura comercial es una virtud indiscutible y generalmente practicada; algo falso completamente. En realidad ninguno de los países desarrollados la practica en su comercio exterior. La prueba más flagrante es la agricultura, donde el proteccionismo y los subsidios de Estados Unidos y la Unión Europea distorsionan el comercio. ¿Es que Estados Unidos o la Unión Europea permiten, por ejemplo, la importación de azúcar? Es un producto en que los países del trópico tienen una ventaja absoluta y un insumo que no es perecedero. O qué hay del 600% del arancel en Japón al arroz? En la OMC se admite el derecho a preocuparse primero por el bienestar de sus ciudadanos.
Esto último es lo que ignora el Sr. Blanco, cuya experiencia es grande en firmar acuerdos de apertura y sumisión ya preparados por la contraparte. Esa apertura, encarnada en el NAFTA, desarraigó a tres millones de campesinos mexicanos que no podían competir con los subsidios agrícolas de EEUU. El Sr. Blanco renunció en NAFTA al derecho, que reconoce la OMC, de imponer medidas compensatorias contra esos productos subsidiados. El Sr. Blanco aceptó en NAFTA cláusulas en Propiedad Intelectual que prolongan las patentes farmacéuticas más allá del límite acordado en la OMC, con grave perjuicio de la salud pública de su país. La nueva guerra civil mexicana, con 40 mil muertos al año, es parte del desastre social causado por el NAFTA de quien el Sr. Blanco está tan jactancioso. Su presencia al timón de la OMC sería la continuación de la estéril política del Sr. Lamy: tratar de imponer una política a favor de las transnacionales, que acabe con la industria local y precarice el empleo en todos los países, desarrollados y en desarrollo, que es el fondo de la doctrina neo-liberal.
Roberto de Azevedo encarna en cambio la visión de una política de negociación multilateral, como corresponde a la OMC, que con neutralidad ideológica debe avanzar hacía un futuro basado en un desarrollo económico armónico y equilibrado.
Conclusión
Las manipulaciones de la prensa masiva pueden influenciar a los legos, pero en la OMC la designación la hacen los países. Hoy quedan pocos que no tengan expertos en las políticas, objetivos y reglas de la OMC y saben lo que desean en ese foro de negociación. Sólo la opacidad del modo de elección puede escamotear la designación de Azevedo como la persona adecuada. Lo contrario es el suicidio de la OMC.
Umberto Mazzei
Ginebra, 02/05/2013