Los pueblos indígenas, en general, poseen un profundo conocimiento de su entorno, lo cual contribuye de forma definitiva a conservar la naturaleza.
Los indígenas awás del nordeste de la Amazonia brasileña conocen los beneficios de, al menos, 275 plantas y distinguen unas 31 especies de abejas productoras de miel. Cada tipo de abeja está asociada con otro animal de la selva, como la tortuga o el tapir.
Los pigmeos bakas de África central comen 15 clases de miel silvestre y más de 10 tipos de batata salvaje. Al dejar parte de la raíz intacta en el suelo, consiguen propagar su crecimiento por el bosque. La batata es uno de los alimentos favoritos de los elefantes y de los jabalíes salvajes.
Los bakas han desarrollado sofisticados códigos de conservación medioambiental. © Selcen Kucukustel/AtlasLos bosquimanos, pese a vivir en una de las regiones más áridas del planeta, consumen alrededor de 150 especies diferentes de plantas y cuentan con una dieta especialmente rica en vitaminas y nutrientes. Aunque han cazado de forma sostenible durante generaciones, los últimos cazadores de África sufren actualmente abusos, tortura y arrestos cuando se los descubre cazando para alimentar a sus familias.
En la India, los baigas han puesto en marcha su propio proyecto para “salvar a la selva del departamento forestal”, estableciendo reglas para su propia comunidad y para los foráneos, con el objetivo de proteger el bosque y su biodiversidad. Como resultado, la disponibilidad de suministro de agua ha aumentado y han podido recolectar más hierbas y medicinas de la selva.
Son muchos más los ejemplos que señalan a los pueblos indígenas y tribales como los mejores conservacionistas y guardianes del mundo natural. Imágenes satelitales y estudios académicos han demostrado que éstos proporcionan una barrera vital contra la deforestación de sus territorios. A pesar de ello, todavía siguen siendo expulsados ilegalmente de sus tierras ancestrales en nombre de la “conservación” de la naturaleza. A menudo se afirma erróneamente que las zonas que habitan son “vírgenes” o “salvajes”, pese a que han dependido de ellas y las han gestionado durante milenios.
El parque indígena Xingú (delimitado con una línea rosa) es el hogar de varios pueblos indígenas. Constituye una barrera vital contra la deforestación (marcada en rojo) en la Amazonia brasileña. © ISA (Instituto Socioambiental) Arriba: En la India, miles de baigas han sido expulsados de su tierra en nombre de la “conservación” de tigres. © Harshit Charles/ SurvivalSegún explica el director de Survival International, Stephen Corry: “Los pueblos indígenas y tribales cuidan de sus entornos mejor que nadie; después de todo, han dependido de ellos y los han gestionado durante miles de años. Para que la conservación de la naturaleza realmente funcione, los conservacionistas deben preguntar a los pueblos indígenas qué tipo de apoyo necesitan para proteger sus tierras, escucharlos y estar preparados para respaldarlos tanto como sea posible. Se requiere con urgencia un importante cambio en la forma de concebir la conservación de la naturaleza”, y Survival ha iniciado una campaña de recogida de firmas para conseguirlo.
Muy interesante.