Corrupción, paro, pobreza y un caso de honradez

El Consejo General del Poder Judicial dio a conocer un informe provisional del Servicio de Inspección según el cual los Juzgados y Tribunales tramitan un total de 2.173 procedimientos de especial complejidad, de los cuales 1.661 afectan a tipos penales de corrupción política y económica: prevaricación, cohecho, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, estafas o apropiaciones indebidas, entre otros.

La comunidad autónoma que mas causas complejas tramita es Andalucía, con un total de 656, seguida de la Comunidad Valenciana (280), Cataluña (215), Canarias (197), Madrid (181) y Galicia (110). La Audiencia Nacional se encarga de 91 procesos de especial complejidad en estos momentos. El órgano de gobierno de los jueces estima que 798 Juzgados necesitan medidas de refuerzo por la sobrecarga de trabajo que representa la instrucción de causas complejas. A su parecer, serían precisos unos 64 jueces de refuerzo, 18 secretarios judiciales más y un incremento de 150 funcionarios.

Un estudio publicado recientemente muestra que la pobreza en España ha aumentado un ocho por ciento desde el estallido de la crisis capitalista en el año 2008, mientras que las desigualdades entre las distintas comunidades autónomas han crecido hasta casi duplicarse. La tasa de desempleo de larga duración (más de un año desempleado), que mide la exclusión social, se ha multiplicado por siete entre 2006 y 2013, y es más relevante en Canarias y la Comunidad Valenciana, y menor en Navarra, País Vasco y Madrid. La pobreza económica, que mide el efecto renta y el efecto desempleo, ha crecido un 17 por ciento en el conjunto nacional entre 2006 y 2011, y un 60 por ciento desde 2008. Según los investigadores, desde 2006 los niveles de pobreza han empeorado, aunque el incremento sustancial se produce desde el año 2008.

Pese a lo expuesto en relación con los datos más actuales sobre corrupción, pobreza y desempleo -todos crecientes-, en España se siguen dando noticias como la que sigue, publicada recientemente en un diario de Asturias: Una mujer ha devuelto un sobre con 400 euros que había encontrado tirado en una calle de Oviedo y que pertenecía a una ciudadana ecuatoriana «que haciendo un esfuerzo había ahorrado para una operación de su madre en su país», según indica la Policía Nacional en nota de prensa.

¿Podrán la corrupción política y económica, divulgadas a toda hora por los telediarios día tras día y año tras año, unidas a la pobreza y desempleo crecientes, acabar con ejemplos de anónima honradez popular como el registrado en la capital del Principado de Asturias? Me parece que una ciudadanía como la española de nuestros días debería sentirse obligada a plantearse al menos esta pregunta. Y si no se la plantea, malo, porque iríamos camino de que la respuesta fuese positiva.

2 COMENTARIOS

  1. Este artículo es de un tema en lo general como para el desánimo, pero luego vira hacia lo ejemplar de una acción de honradez anónima.
    En realidad, el mundo es al revés. Hay más honradez que corrupción. Más acciones de personas, buenas que malvadas. Pero claro, resalta lo deshonroso porque puede estar creciendo y hay que disminuirlo, combatirlo, con el sueño ideal de alguna vez exterminarlo.
    Si lo negativo predominara, el mundo social no se sostendría.
    Como nos decía en clases de periodismo gráfico, el profesor Mauricio Amster (republicano refugiado en Chile): «si un perro muerde a una persona no es noticia, pero si una persona muerde a un perro sí lo es».

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