Los representantes de la Unión Europea empezaron este miércoles 29 de junio de 2016 a marcar líneas rojas para unas eventuales negociaciones con Reino Unido sobre su salida del bloque, en una primera reunión sin el primer ministro David Cameron en la que subrayaron su unidad.
En su último Consejo Europeo celebrado la víspera, el jefe de Gobierno británico había solicitado tiempo para comunicar a sus socios europeos la voluntad de Reino Unido de abandonar el bloque, pero había subrayado que, aunque se marcharán, querían mantener «una relación económica lo más cercana posible» dentro del mercado único.
Para ello pidió que la Unión Europea reformara primero «la libertad de circulación» de personas, uno de los temas claves de la campaña del referéndum británico en el que venció la opción de abandonar el bloque.
La respuesta de sus socios este miércoles fue contundente. «No habrá un mercado único a la carta», afirmó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, al término de la reunión informal de los 27 jefes de Estado y de Gobierno.
Para los mandatarios, el acceso al mercado interior supone el respeto de sus cuatro libertades, esto es la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas.
Reino Unido deberá «contribuir financieramente» si quiere seguir comerciando sin trabas con los otros 27 países de la UE, aseguró por su parte el presidente francés, François Hollande.
Los 27 reiteraron también que no habrá «ningún tipo de negociación», mientras Londres no notifique formalmente su intención de marcharse en virtud del artículo 50 de los tratados europeos, y urgieron a Londres a hacerlo lo más rápidamente posible.
Cameron, quien dimitió tras el resultado del referéndum al defender la opción europeísta, no notificará el Brexit, sino que, a su juicio, esta responsabilidad corresponde a su sucesor al frente del gobierno y del partido a partir de septiembre.
Cameron en Londres, Sturgeon en Bruselas
La victoria del Brexit en la consulta abrió una crisis de consecuencias desconocidas, tanto en el Reino Unido como en la Unión Europea. En territorio británico, Escocia, donde se impuso en el referéndum la permanencia en la UE, está decidida a defender su lugar en el bloque.
La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, se encuentra en Bruselas, donde se reunió por la tarde con el jefe del Ejecutivo europeo, Jean-Claude Juncker, después conversar en la mañana con el presidente de la Eurocámara: Sturgeon, que no estaba invitada al Consejo Europeo, consideró el martes «democráticamente inaceptable» que Escocia salga de la UE «contra su opinión».
No obstante, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, quien enfrenta un reto independentista en la región de Cataluña, se opuso a que Escocia intervenga en las negociaciones sobre la salida de Reino Unido con la Unión Europea, ya que considera que esta es una competencia de Londres: «Si Reino Unido se va en la negociación, Escocia también se va de las instituciones de la UE», reiteró.
Reflexión sobre el futuro
En este segundo día de cumbre, que llamaron informal por la ausencia del jefe de gobierno británico, el objetivo de los 27 mandatarios era llevar a cabo una «reflexión política» sobre el futuro del bloque.
Sin embargo, la reunión no permitió «sacar las conclusiones» necesarias para las orientaciones del futuro del bloque, según el presidente del Consejo Europeo. «Iniciamos una reflexión a 27 y nos reuniremos el 16 de septiembre en Bratislava para continuar nuestra discusión», agregó.
La consigna era además mostrar unidad en un momento, en que la extrema derecha y los movimientos populistas se encuentran en auge en una UE, ya debilitada por una serie de crisis.
«La situación es muy grave, pero creemos que los 27 pueden gestionarla», aseguró la canciller alemana, Angela Merkel, que expresó la voluntad de sus pares de «continuar unidos para responder a los desafíos».
Y, en este contexto postreferéndum, el secretario de estado estadounidense, John Kerry, añadió confusión, al afirmar que «hay un determinado número de medios» para darle la vuelta a la decisión de Reino Unido de salir de la UE, aunque rechazó detallarlas.