La muerte del joven sindicalista en la manifestación del 4 de diciembre de 1977 fue uno de los hitos de la lucha por la autonomía de Andalucía
El Gobierno andaluz ha declarado como Lugar de Memoria Democrática la esquina donde fue abatido mortalmente Manuel José García Caparrós, en Málaga, durante la manifestación del 4 de diciembre de 1977 para reclamar la autonomía para Andalucía.
La decisión se adopta de acuerdo con el decreto autonómico de agosto de 2011 que instaura esta figura para recordar los principales emplazamientos de la represión franquista y homenajear a las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura. Con el declarado hoy, son ya 51 los espacios de este tipo reconocidos en la comunidad autónoma.
Manuel José García Caparrós, nombrado Hijo Predilecto de Andalucía en 2013, murió a la edad de 19 años por el disparo de un policía en la manifestación del 4 de diciembre de 1977 en Málaga. Trabajador de la empresa Cervezas Victoria y militante de Comisiones Obreras, el joven sindicalista perdió la vida en los disturbios que siguieron a la colocación de una bandera andaluza en la fachada del edificio de la Diputación de Málaga por Juan Manuel Trinidad Berlanga. El suceso tuvo lugar en la confluencia entre la calle Alameda de Colón y el Puente de Tetuán.
La muerte de García Caparrós fue uno de los hitos de la lucha por la autonomía en la Transición española y se produjo el mismo día en que unos dos millones de andaluces salieron a las calles para reclamarla. A ellos se unieron otro medio millón de emigrados que secundaron la movilización en ciudades como Madrid, Barcelona y Bilbao. El suceso, de gran impacto en la sociedad, supuso un punto de inflexión para la Historia de Andalucía. Justo un año después se firmó el Pacto de Antequera que sentó las bases definitivas del autogobierno, finalmente refrendado el 28 de febrero de 1980.
Conforme a la nueva ley autonómica sobre la materia, aprobada en marzo de este año, la declaración de Lugar de Memoria Democrática de Andalucía conlleva un informe exhaustivo con documentación sobre el enclave, su evolución histórica y la narración de los hechos que motivan su reconocimiento con los datos sobre las personas e instituciones que se vieron involucradas. En el caso de que se trate de un emplazamiento público, la Administración pública titular está obligada a garantizar su identificación, señalización, preservación y, en el caso de que experimente alguna transformación de importancia, a mantener una huella o registro permanente que sirva para recordar los hechos relacionados con el sitio.
El proceso de declaración cuenta con la valoración de un grupo de expertos de reconocido prestigio y trayectoria, en representación tanto de colectivos memorialistas de la comunidad autónoma como del Consejo Andaluz de Universidades.
Los Lugares de Memoria Democrática se inscriben en un catálogo específico de carácter público que contiene la documentación de cada emplazamiento y la adicional que se pueda generar y sea de utilidad para estudios e investigaciones.
A la declaración del lugar del asesinato de García Caparrós seguirán próximamente las de otros 13 en seis provincias andaluzas, cuya fase de valoración ya ha finalizado. Se trata de la fortificación del Estrecho de Gibraltar y la fosa común del cementerio de San Roque en Puerto Real, en Cádiz; la Plaza de la Constitución y el cementerio de Baena y el refugio antiaéreo de la Plaza de España de Villanueva de Córdoba, en Córdoba; la colonia de Víznar, en Granada; el convento de Santa Úrsula de Jaén, el campo de concentración de Santiago e Higuera de Calatrava, y la cárcel vieja de Úbeda, en la provincia de Jaén; el Palacio de la Aduana, en Málaga, y la Jefatura Superior de Policía y la sede de la Capitanía General de la Gavidia, así como el lugar donde Francisco Rodríguez Ledesma fue herido de muerte, en Sevilla.