Islandia es el primer país que ha legislado sobre la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Una ley que ha entrado en vigor el 1 de enero de 2018 y que declara ilegal, y sanciona con multas a las empresas de más de 25 empleados que establezcan diferencias salariales entre los sexos.
Anunciada el 8 de marzo de 2017, para conmemorar el Día Internacional de la mujer trabajadora, la ley fue aprobada por el Parlamento islandés en junio de ese mismo año: ”La historia ha demostrado –dijo el ministro de Asuntos Sociales Thorsteinn Viglundsson, en el momento de presentar el proyecto de ley- que si queremos el progreso, es necesario imponerlo”.
Según el Instituto Nacional de Estadística islandés, la diferencia salarial entre hombres y mujeres era del 16,1 % en 2017, y eso a pesar de que el país figura siempre a la cabeza de los listados en lo que a respeto de los derechos de las mujeres se refiere.
Una información del diario francés Le Monde recuerda que, en 2009, la primera ministra Johanna Sigurdardottir consiguió elaborar un proyecto piloto, en colaboración con una veintena de empresas e instituciones públicas, que en 2012 había conseguido rebajar la diferencia salarial entre hombres y mujeres hasta el 3 % de media.