El libro ‘Ajedrez 88 sonetos. Antología poética’ de Josep Mercadé Riambau editado por la editorial ‘Poesía eres tú’ abre un camino en la relación entre literatura y ajedrez que merece tenerse en cuenta.
Hay que recordar que la referencia más antigua del ajedrez es un poema persa Kar-Namag i Ardashir i Pagaban, del siglo sexto. Luego vino el conocido poema del persa de Nishapur, Omar Jayyam (1048-1131), conocido con el paso de los siglos por su mayor propagador, Jorge Luis Borges (1899-1986) donde lo cita, “la sentencia es de Omar…”.
Y es que como no podía ser menos este soneto es uno de los primeros de los 88 que figuran en el libro.
Hay que resaltar que todos son sonetos (dos cuartetos y dos tercetos de versos endecasílabos) aunque alguno mal medido, desde el punto de vista métrico, y también alguno de no mucha calidad. No obstante, la mayoría tienen una calidad suficiente.
Los 88 sonetos seleccionados de varias literaturas, de los que, muy acertadamente, se aportan sus traducciones, se han agrupado temáticamente: en su primera parte, describen el ajedrez, sus piezas y las batallas sobre el tablero. En la segunda se recogen metáforas que equiparan el juego rey con la vida, la contienda amorosa y el jaque mate de la muerte. La tercera retrata el perfil del jugador y grandes jugadores, incluyendo panegíricos y elogios, cerrando la cuarta parte con unos sonetos lúdicos.
Una antología pensada para degustación tanto de los amantes del juego como de la poesía, más concretamente del soneto. Están centrados en Europa donde se desarrolla más el soneto, son 43 en castellano, 21 en italiano, doce en inglés, seis en catalán (el autor aporta dos), tres en francés y uno en portugués, alemán y ruso, respectivamente.
Hay mezcla de autores consagrados y otros prácticamente desconocidos, así como de distintas épocas, prácticamente desde el Renacimiento hasta la actualidad, siendo los contemporáneos los más abundantes.
Hay un poeta –más bien, sobre todo escritor- cuyo poema tiene el privilegio de ser traducido al ruso y al inglés. Pero se entiende perfectamente al tratarse de alguien tan vinculado a la literatura y al ajedrez como Vladimir Nabokov (1899-1977) y su tercer soneto de ajedrez.
Resaltar algunos sonetos siempre es tarea complicada y subjetiva de cada cual, pero personalmente, además del muy conocido de Borges, citar a Lope de Vega (1562-1635) quien tuvo en su larga obra múltiples referencias al noble juego, además de los sonetos, recordemos la adaptación que hizo del conocido Romance de Fajardo también conocido como Romance del Ajedrez.
De los más contemporáneos, sin duda, Blas de Otero (1916-1979) aunque en un poema ‘Por ahí pasa la muerte’ donde la alusión ajedrecística es muy fina enlazada con la muerte.
También el poeta arcense, Carlos Murciano, de noventa años, pero en otra vertiente, la amorosa, con ‘Donde el poeta juega con su amada y cuenta como pierde la partida’.
El poeta cubano Eliseo Diego (1920-1994) también tiene su sitio con un largo poema del que se entresacan dos referencias y el peruano Marco Martos Carrera quien fuera también jugador y que aporta dos poemas de su libro Jaque perpetuo.
En catalán, cómo no recordar al recientemente fallecido premio Cervantes, Joan Margarit (1938-2021) –quien, en su día, mantuvo una cordial conversación con quien esto escribe-. Imagen en un vidrio se titula el poema donde señala la metáfora que su vida transcurre «en un tablero de ajedrez. Y nunca olvidará que está jugando».
Aunque la presencia femenina no es numerosa, siete en el total de 88, sí merece citarse a la catalana Carilda Oliver Labra (1922-2018) con un soneto dedicado a su padre.
Entre los italianos mencionar el de Tommaso Cambray-Digny (1845-1901) quien fue diputado y que describe el conocido como Mate Légal y el portugués de Frei Bernardo de Brito (1569-1617) en la referencia a la confrontación amorosa, ‘Soneto a Silvia estando jugando al ajedrez’.
Destacar la coincidencia del autor con el que escribe, al mencionar los versos destacados de Francisco Delgado-Iribarren, libro del que ya hicimos la crónica, coincidiendo además en que recoge unas frases del buen prólogo que le hace David Coll. Así, aparte de los dos escogidos –Mercadé Riambau se prohibió recoger más de dos sonetos por autor- menciona en un pie de página otros dos, que precisamente, el que escribe había citado, ‘Dios y Lucifer’ y ‘El mundo es un tablero’.
El esfuerzo de compilación y traducción, es destacable. Su aparición es valiosa para la literatura de ajedrez, independientemente de sus posibles yerros que tampoco hay que soslayar.
En este sentido, mencionar que hay un abuso de fuentes digitales (algunos enlaces tienen errores) con múltiples referencias y muchos sonetos son de autores recientes, sacados directamente de internet.
Por otro, en la presentación-introducción, páginas 9 a 27, que hace el autor hay diferentes errores y erratas, dando la impresión que no fue revisada.
Tal vez los dos mayores errores involuntarios son, en un pie de página, donde confunde al poeta chileno Waldo Rojas, de 76 años, autor del poema ‘Ajedrez’, con el compositor y pianista argentino Waldo de los Ríos (1934-1977) tristemente suicidado. Precisamente la confusión es al referirse al apartado del ajedrez y la muerte. El otro, en la página 14 al confundir al poeta cubano Eliseo Diego con el escritor y analista político, Eliseo Bayo de 81 años.
El libro abre un camino que, tal vez, otras editoriales quieran seguir con una antología de Poesía y Ajedrez mucho más completa, no centrada únicamente en el soneto y, sobre todo, que abarque todas las referencias y países. En esta obra no aparece la importante herencia árabe, además vinculada a España, como los versos del rey-poeta Al Mutamid (1040-1095) o los referidos al mundo persa y eslavo, entre otros.
Por cierto, dentro de escasos días, el domingo 21 de marzo 2021 se celebrará el Día Mundial de la Poesía que declaró la Unesco desde 1999, buena ocasión para degustar todos esos versos que a lo largo de los siglos han unido al más que milenario juego con este arte de las palabras.
Biografía
Josep Mercadé Riambau es catedrático de Literatura. Lleva treinta años investigando el tema del ajedrez en la literatura y, sobre ello, ha publicado más de veinte artículos, redactado un amplio ensayo sobre El ajedrez en la literatura del Siglo de Oro, estrenado una obra sobre Lope (Yo no entiendo de caracoles sino de sonetos) en Santa Coloma de Gramenet y otra ajedrecística en el teatro Campoamor de Oviedo con motivo del 2º Open Internacional de Ajedrez. Ha publicado el libro Lope de Vega y el ajedrez.
- Ajedrez. 88 sonetos
Josep Mercadé Riambau
Editorial Poesía… eres tú.
Enero de 2021. 14 euros.
194 páginas.