Arcángel puso la guinda a la Suma Flamenca 2017 en la noche del sábado 24 de junio, en los jardines del Museo Lázaro Galdiano de Madrid, con su Tablao itinerante, con el que recorre varias ciudades de España para rendir merecido homenaje a los tablaos donde se forjaron grandes figuras del flamenco. Con este Tablao se propone poner en valor este formato ahora y para siempre.
Con Arcángel estuvieron en esa inolvidable noche de San Juan los guitarristas Dani de Morón y Salvador Gutiérrez; a los coros y palmas sus eternos acompañantes Los Mellis, Manuel y Antonio Montes Saavedra; al cante Vicente Redondo El Pecas y la bailaora y coreógrafa Patricia Guerrero. Un tablao casi irrepetible.
Tablao se grabó en El Corral de la Morería, -el tablao más famoso del mundo- en la primavera de 2015 y se presentó en ese mismo lugar, también conocido como la catedral del flamenco el 23 de octubre del mismo año. También tuvo presentación oficial el El Arenal de Sevilla y en El Cordobés de Barcelona. Desde entonces sigue itinerando y emocionando por aquí y por ahí, generalmente en pequeños espacios que garanticen la intimidad de los artistas con el espectador.
Una de las cosas que más gustan a Arcángel es la cercanía con el público. Le hemos visto en teatros acercarse por el patio de butacas e incluso subir escaleras para estar cerca de su público, para que su público pueda casi tocarle. El tablao es lo más cercano al público que existe, pero aún así, Arcángel se bajó y se movió a lo largo de la primera fila, se paró delante de unos cuantos, se sentó para cantar ahí y se trajo abajo a Patricia Guerrero, él con la guitarra, ella iniciando un cante y una danza. Y lo dijo. Me gusta la cercanía, me gusta mostrarme en carne y hueso a los que habéis venido aquí. Hasta piropos le echaron.
Creo que queda poco por decir que no esté ya dicho de la voz rigurosamente flamenca, de la maravillosa precisión de la técnica vocal de Arcángel y de la gestualidad corporal con que acompaña a sus cantes. Pero si llega tanto, si transmite tanto, es porque además está lleno de empatía. Empatía que sus artistas son los primeros en sentir y eso crea la unidad de grupo, el afecto que se muestran con miradas y sonrisas cómplices, palmadas en la espalda. Todo eso forma parte del arte, todo eso es lo que el público siente.
El concierto
Conocido es el amor especial que siente Arcángel por los cantes de su tierra onubense y sobre todo por los fandangos. Suele terminar sus conciertos por este cante pero en esta ocasión fue el principio. Fandangos de Huelva y fandangos de Alosno, en un guiño al gran Paco Toronjo y a su propia familia originaria de este pueblo cercano a Huelva. Todo el grupo de pie, con él alterna en el cante El Pecas. Las guitarras al toque y los Mellis al compás. Nada de cajón, porque como dice Arcángel por aquellos años del auge de los tablaos, entre los sesenta y setenta ni se sabía lo que era este instrumento de percusión. La única percusión flamenca era y sigue siendo la mejor, la que se hace con las palmas.
Se sientan todos, en semicírculo muy abierto, ahora las guitarras hacen la introducción y luego se turnan por las bulerías de El Talavartero. Entra el cantaor avanzando paso a paso en su cante. Y Patricia Guerrero entra al baile, muy flamenco y racial. Arcángel se levanta y canta para Patricia y Patricia baila para él, un dúo que quita el sentío, cuando él remata con un cante valiente, alto, que luego va bajando en sostenidos increíbles, técnica más sentimiento, con las manos y cuerpo siguiendo el ritmo del toque y el compás, igual que el baile.
Dúo de guitarra, Dani de Morón y Arcángel : La noche no amanecía/ como si mi mare fuera/ con un cuchillo a matarme. Tras este drama, entra la guitarra de Salvador Gutiérrez y los dos se van por los caminos de la bulería por soleá En el juego del queré. Los dúos son siempre íntimos, con su toque de drama personal. Entre el público, cada cual lo vive a su manera…
Dúo de guitarras por seguiriyas. Como para poner la guinda a la parte solemne del concierto. Porque después empieza la fiesta, con la reina de la fiesta, la rumba: Me gusta tu pelo leré leré/ me gusta tu boca leré leré/ pero mucho más me gustan/ tus ojos negros leré leré…Y el tono va subiendo ahora con Bailó mi negra, bailó…Arcángel coge una de las guitarras, se baja del tablao, baja a Patricia Guerrero, los dos a pie de público y él toca para ella y ella canta para él, ella se levanta iniciando una danza que se traslada al tablao, ahora va por zambras y llega un fin de fiesta en el que todos se van turnando al cante, Arcángel, El Pecas, los Mellis, y también al baile, y es que esto es un tablao y el fin de fiesta en los tablaos siempre pone al público en pie y le deja con ganas de participar bailando en la fiesta, alguna señora coge confianza y le grita ¡Guapísimo! Y Arcángel disfruta y se ríe…
Porque el propósito está conseguido, establecer una relación de naturalidad entre el flamenco y la gente. Este es el tablao de siempre, forjador de genios, como fueron Manolo Caracol, Camarón, El Lebrijano, Enrique Morente, Paco de Lucía, Pepe Habichuela, Tomatito, otros que los precedieron y los que ahora siguen, fieles a los orígenes.