Arturo Valenzuela, exsubsecretario de Asuntos Hemisféricos de EEUU hace un reconocimiento especial al fuerte vínculo de trabajo conjunto de USA y España en América Latina para compartir preocupaciones y reflexiones sobre hispanos en el Continente, informa Carmen Chamorro.
Barack Obama y Raúl Castro se saludan en presencia de Dilma Rouseff en al funeral de Nelson MandelaAsí, aludió al peso del voto latino y su fortalecimiento en la influencia política del país, sin obviar otras cuestiones con las que no estaba de acuerdo, como las sanciones de la Cámara de Representantes contra el gobierno de Nicolás Maduro, o posicionarse a favor de la carta abierta firmada, el pasado 19 de mayo, por más de 40 antiguos altos cargos gubernamentales norteamericanos, dirigida al presidente Barack Obama, con la idea de mejorar las relaciones con Cuba, suavizando el embargo económico (mantenido durante cinco décadas) y concediendo una mayor liberalización a las relaciones entre la ciudadanía norteamericana y cubana y así crear una nueva etapa en la citada bilateralidad en áreas de interés mutuo.
La Cámara de Representantes de EEUU ha aprobado un proyecto de ley que prevé sanciones en contra del gobierno de Maduro ante la dura represión contra las protestas estudiantiles, y para Valenzuela esta medida es contraproducente por no beneficiar el complejo proceso de salida de la polarización en la que vive sumida la sociedad venezolana: “espero que el progreso de mediación de la Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) y el nuncio del Vaticano, Aldo Giordano que se esfuerza por reanudar el diálogo de partes enfrentadas, en la búsqueda de aceptar medidas que solicitan la oposición, sea un éxito”.
En opinión de Valenzuela, las sanciones no harían más que aportar fuego a los sectores del gobierno de Nicolás Maduro contra la influencia de USA, perjudicando gravemente a la misma oposición: “no conviene entrar en una espiral de violencia porque la coyuntura económica del país caribeño es seria y no hay que subestimarla”.
En torno al levantamiento del embargo a Cuba, Valenzuela mantiene que Obama, ahora más que nunca, tiene en su mano la posibilidad de ayudar a la sociedad civil cubana y liberalizar las relaciones entre ambas ciudadanías, pese a la existencia de “sectores duros, por ambas partes (Washington/La Habana), que no quieren que eso ocurra. Una sinergia curiosa y dinámica compleja la que rodea a ambos”.
Sobre la reforma integral de la inmigración, Valenzuela aludió a las injusticias cometidas en las aprensiones y deportaciones sin informar a autoridades locales de las características de las personas que reciben en el país de origen. El presidente Obama, señala, encara esta coyuntura dejando a un lado el patrón anterior de mano dura, dado que se ha de establecer el Estado de Derecho y el cumplimiento de la ley en su totalidad, la respuesta no solo ha de ser policial y militar sino global e integrada: “en Juárez, el esfuerzo de ciudadanía es tremendo, tratando de crear una fuerte comunidad y situación de seguridad óptima”.