Diseño y cocina de altura. La localización: la última planta del edificio que alberga en Dénia (Alicante) una de las tiendas más exclusivas de España: Pepe Cabrera. Entre muebles de diseño y piezas de arte allí está Rafa Soler oficiando al frente de Aticcook. No hay carta, sino dos menus degustación, uno largo, Joël, 50 euros, y uno corto, Aitana, de 40 euros, que nos ofrecen una comida de síntesis ‘glocal’ tan sorprendente como satisfactoria en un entorno especial.
Son platos muy mediterráneos con sabores bien combinados, sin grandes florituras técnicas que no renuncian a aunar lo sabroso con la elegancia bajo el leit motiv de conjugar productos locales con esencias gobales. Es la cocina ‘glocal’, como esos tomates del terreno con mojama, aguacate y hierbas o la hierbabuena con limón, coco, pasas y pimienta verde.
A destacar las sutiles ‘renvenciones’ de platos, como en el del pescado de lonja, ora al carbón, all i pebre y migas, ora al carbón, bollit, pepino y jengibre. O la siempre presente gamba roja de Dénia, bien con acelgas frescas y lima, bien con el añadido de piñones.
Platos sublimes se van sucediendo en el menú, como es el caso del bonito con alficoz encurtido, almendra y jugo de caracoles picante o la caballita con pibil, hinojo salvaje y cítricos.
Y así hasta quince platos, entre los cuales reina el arroz meloso de sepia, bien con ajos tiernos y coliflor, bien con clotxinas, coliflor tostada y alioli de tinta.
Aticcook Joël by Rafa Soler. Gastronomía 10 a un precio más que razonable. Un motivo que justifica por sí solo la escapade a Dénia.