La alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó este jueves su «profunda preocupación» por el asalto que sufrió el Capitolio de los Estados Unidos, sede del Congreso y el Senado, por parte de una turba enardecida que apoyaba al actual presidente, Donald Trump, y rechazaba el triunfo del candidato demócrata Joe Biden en las elecciones del pasado noviembre.
La responsable de velar por los derechos humanos en el mundo considera que el asalto al Capitolio que se vivió el miércoles, en el que se produjeron amenazas a peridoistas, es consecuencia directa de lo que sucede cuando se distorsionan los hechos de forma deliberada y continuada y se incita a la violencia.
El ataque «demuestra claramente el impacto destructivo de la distorsión deliberada y sostenida de los hechos y de la incitación a la violencia y el odio por los líderes políticos», asegura Michelle Bachelet en un comunicado.
Bachelet señala que las alegaciones de fraude electoral que se han invocado se han hecho para «tratar de socavar el derecho de participación política».
«Nos alienta ver que el proceso ha continuado a pesar de los serios intentos de interrumpirlo», añade la Alta Comisionada, quien hace un llamamiento a los líderes de todo el espectro político, «incluido el presidente de los Estados Unidos», para que rechacen «las narrativas falsas y peligrosas y animen a sus seguidores a que también lo hagan».
Bachelet, cuyo mandato es observar que se respetan los derechos humanos en el mundo, se muestra también consternada «por las graves amenazas y la destrucción de la propiedad que sufrieron los profesionales de los medios de comunicación» durante los incidentes del miércoles.
Investigación exhaustiva
La Alta Comisionada concluye con el apoyo a los llamamientos hechos desde diversos sectores para que se investiguen de manera exhaustiva los acontecimientos en el Capitolio, que obligaron a la suspensión durante algunas horas de la votación que se estaba llevando a cabo en ese momento para certificar a Joe Biden como ganador de las elecciones.
Bachelet coincidía así con el Secretario General de la ONU, quien ayer se mostró entristecido por los hechos en un comunicado de su portavoz, en el que se indicaba que los políticos deben inculcar a sus seguidores el rechazo a la violencia y el respeto por la democracia y la ley.
Por su parte, la Unión Interparlamentaria, organización internacional que promueve la democracia representativa, también denunció en un comunicado la violencia y señaló que el asalto al Congreso supone un «ataque inaceptable y vergonzoso».