Durante el 6 y el 7 de agosto festejó Bolivia el 190 aniversario de su independencia, mediante desfiles oficiales y una parada militar, informa Omar Qamasa Guzman Boutier desde la Paz.
Mientras que el primer día de los festejos estuvo dedicado a la presentación de un informe a la nación, por parte del presidente Evo Morales, el segundo día tuvo como acto central la conmemoración de un aniversario más de la fundación de las Fuerzas Armadas de este país altiplánico, ocurrido al día siguiente de la declaratoria oficial de su independencia.
En ocasión de la presentación del mensaje a la nación, el Poder Ejecutivo presentó al Poder Legislativo, reunido en la amazónica ciudad de Trinidad (a cerca de 640 km al noreste de La Paz, ciudad sede de gobierno) el informe de gestión.
Panorama económico
De acuerdo al informe presentado por Evo Morales, Bolivia vive un período de bonanza económica. Apoyado en abundante información estadística y comparando las mismas con los gobiernos anteriores al suyo, Morales aseguró que en la última década, Bolivia mejoró substancialmente su situación económica. “Hemos pasado de ser un país mendigo a ser un país respetado en la comunidad internacional”, aseguró.
Sin embargo, el gobierno admitió que el presente año registrará una baja neta de 2500 millones de $us., como efecto a la caída de los precios internacionales en hidrocarburos y minerales. De acuerdo a ello, el Poder Ejecutivo estima que el crecimiento económico descenderá del 5.5 % registrado el pasado año, al 5. % previsto para este 2015. De todas maneras, de acuerdo a Morales, el país se mantendrá en el crecimiento medio estimado para la región.
Otro factor perturbador que se suma a la desaceleración económica se encuentra en la baja competitividad de Bolivia, en relación a los países vecinos. Estos últimos han registrado en el pasado inmediato políticas de ajuste o devaluación de sus monedas, con relación al dólar norteamericano, gracias a lo cual adquirieron ventajas con relación a Bolivia, en el intercambio comercial.
Según Morales, sin embargo, estas ventajas estarían dadas por las mejoras tecnológicas introducidas en los países vecinos, razón por la cual convocó a los actores económicos a seguir el ejemplo e introducir similares mejoras tecnológicas.
Reivindicación marítima
Un acápite especial mereció la alocución a la demanda marítima boliviana, expresada en la presentación de una solicitud a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, para que éste exija a Chile, entablar negociaciones de “buena fe” sobre el tema. Bolivia y Chile mantienen una centenaria controversia en torno a la salida soberana al océano Pacífico, luego que el país altiplánico perdiera el acceso a sus costas en 1879, como resultado de una confrontación bélica. Bolivia acudió a la corte de La Haya a principios del presente año y ésta deberá pronunciarse, inicialmente, acerca del incidente preliminar planteado por Chile, en relación a la competencia o no competencia de la CIJ, sobre el pedido boliviano.
A principios del presente mes de agosto, el gobierno de Morales expresó su deseo de solicitar al papa Francisco su concurso en la controversia, en calidad de garante y adelantó que con ello, en un plazo no mayor de cinco años, es decir hasta el 2020, las negociaciones entre ambos países deberían dar como resultado el anhelado acceso boliviano al mar. El año 2020 deberán celebrarse elecciones nacionales en Bolivia y el oficialismo ya ha adelantado su deseo de modificar la Constitución Política del Estado, para posibilitar la reelección indefinida de Morales.
Temas sociales
Sorprendió en el mensaje presidencial la ausencia de consideraciones respecto a la situación social y política del país, teniendo en cuenta que en Bolivia se acaba de cerrar un capítulo de una de las más prolongadas protestas de todo un departamento. El departamento de Potosí, considerado en la actualidad uno de los más relegados de este país, sostuvo desde el 5 de julio pasado y por el lapso de 23 días una huelga general indefinida, con bloque de caminos, en procura de obligar al gobierno al cumplimiento de un pliego de demandas suscrito el año 2009, entre el gobierno boliviano y la dirigencia cívica potosina, agrupada en el denominado Comité Cívico de Potosí (COMCIPO).
El conflicto no logró la atención del gobierno. Al contrario, éste acusó a los dirigentes cívicos de estar ejecutando un plan de desestabilización y denunció a Chile por estar detrás de las movilizaciones potosinas. A inicios del mes de agosto, el Presidente Morales señaló que su gobierno no descartaba la posibilidad de declarar “persona no grata” al cónsul de ese país, por realizar actividades que no condicen con su condición diplomática. Morales aseguró que el diplomático chileno se habría reunido con autoridades y dirigentes políticos opositores a su gobierno, en múltiples ocasiones.