La única persona contactada del pueblo indígena piripkura de la Amazonia ha expresado su temor a que traficantes de madera que operan ilegalmente en el territorio de su pueblo maten pronto a sus familiares.
Rita Piripkura es la única persona del pueblo piripkura que mantiene un contacto regular con personas de fuera. En una entrevista difundida por Survival International, describe cómo nueve de sus familiares fueron masacrados en un ataque de madereros. También dice que se sabe que su hermano y su sobrino, Baita y Tamandua, todavía viven dentro del territorio.
«Hay muchos invasores alrededor (…). Si los matan, no quedará nadie», afirma Rita.
La selva de los piripkuras se deforestó más que cualquier otro territorio de indígenas no contactados de Brasil en 2020. Se cree que otros piripkuras también viven en este lugar, y que se habrían refugiado en las zonas más profundas de la selva.
Su selva se encuentra actualmente protegida por una Orden de Protección Territorial (una orden oficial que protege los territorios de los pueblos indígenas no contactados que no han pasado por el largo proceso de demarcación oficial), pero dicha ordenanza vence el próximo 18 de septiembre.
Un juez ordenó recientemente a las autoridades la expulsión de los agroganaderos y madereros que se encuentran dentro del territorio, pero, como ocurre con la mayoría de estos edictos que requieren de actuación gubernamental, se ha hecho poco para cumplirlo.
Otros seis territorios indígenas están actualmente protegidos por Ordenanzas similares, que, en total, abarcan un millón de hectáreas de selva. Mientras no sean demarcados por completo siguen siendo muy vulnerables. Sin embargo, el presidente Bolsonaro y sus aliados quieren desbloquearlos como parte del ataque generalizado de su Gobierno a los derechos indígenas.
Para Sarah Shenker, responsable de la campaña por los Pueblos Indígenas No Contactados de Survival «el desgarrador y acuciante llamamiento de Rita Piripkura por la supervivencia de sus familiares debería escucharse a lo largo y ancho del mundo».
Shenker asegura que el pueblo piripkura ha sido diezmado tras décadas de asesinatos perpetrados a manos de foráneos. Ahora, los pocos que sobreviven se enfrentan al mismo destino, ya que agroganaderos y políticos, alentados por las iniciativas y propuestas genocidas del presidente Bolsonaro, intentan despojar de toda protección la selva de los piripkuras.
También remarca que las Ordenanzas de Protección Territorial, y su implementación adecuada, son lo único que se interpone entre pueblos indígenas no contactados como los piripkuras y la extinción total. Estas ordenanzas deben renovarse, y se debe expulsar a todos los invasores y proteger completamente el territorio, insiste.