Breve acorde de guitarra y un recuerdo para Spinetta

Ileana Ruiz

xulio-formoso_luis-alberto-spinetta Breve acorde de guitarra y un recuerdo para Spinetta
Xulio Formoso Luis Alberto Spinetta

Me gustan las cajitas de música pero prefiero el canto humano que se multiplica en millones de gargantas, como la voz de Spinetta.

Hay guitarras cuya luz marca senderos. Aunque haya circunstancias que nos quiebren, con voluntad de resurrección siempre encontraremos escayolas, tutores, o, en casos más graves, prótesis y ayudas técnicas permanentes para restituir el buen funcionamiento del cuerpo y el espíritu. La música es uno de los mejores ejemplos de ello.

Debe ser por eso que en todo campo y barrio siempre existe por lo menos alguien que ande con su guitarra a cuestas; así sea una guitarra de poca monta, una guitarra proletaria de marca no reconocida: fabricada con madera picada de comején, encordada con plástico y cuyos trastes fueron colocados en su mástil con poca precisión. Guitarras que desafinan en la orquesta de la alienación.

Es esta guitarra contestataria la que me quebranta. Ella, la que manos ancianas desenfunda con ternura, como seguramente desnudaron por primera vez al ser amado. Ella, la que manos jóvenes esgrimen para agitar con su canto. Ella, la que todas las manos acarician en tono menor y es el mayor solsticio que anhela quien está en desamparo.

Guitarras que se prestan para el juego erótico de la creación y participan en nuestros actos escatológicos. Milagro acústico que recorre escaleras y callejones. Reciedumbre clásica de pueblo en armas que arpegia al pie de la cuna. Extensión del alma de quien compone y su pieza es acicate, esclusa del sentimiento.

Guitarras que con un piccicato lleno de coraje retan a la virtud. Acorde social, sexteto comunitario. Felicidad aguda que aviva la nota gregaria aún en el ámbito de lo íntimo. Grave salvajismo que bordonea los encuentros y restituye los abrazos.

Guitarra, tú que eres resonancia armónica de todos los sueños, no cese nunca tu canto, aunque tengas rota la voz y el corazón repartido en dos pedazos.

Spinetta, poeta del rock en español

xulio-formoso_spinetta-en-concierto Breve acorde de guitarra y un recuerdo para Spinetta
Xulio Formoso: Spinetta en concierto

Una de esas guitarras luminosas es la de Luis Alberto Spinetta (23/01/1950-08/02/2012).

Durante varios años de mi vida estuve escoltada por guitarristas. Un par de ellos, reconocidos intérpretes del rock en Venezuela. Primero, Pedro Vicente Lizardo, PTT (Los Barracuda y La Misma Gente) y, poco después, Adib Casta (Los Clanners y Ladies’ W.C.) de quienes, el también músico, Xulio Formoso, escribiera en dos artículos de su serie “Crónicas del rock”, publicada en el año 2010 por el Semanario Todosadentro: “Lo de esta gente de La Misma Gente fue siempre un rock sustancial y honesto, sin mucho adorno, mas con mucha convicción, marcando autonomía y personalidad exclusiva” y “Adib fue un músico que mientras la mayoría de su generación andaban por las rutas versioneras de garrapiña y melcocha del surf y el ye-ye, él se metía ya por las veredas poco transitadas del blues y la psicodelia componiendo canciones de acordes novedosos y grabando álbumes de temas propios y personales”.

De la mano de estos guías musicales conocí (amé y sufrí) a Luis Alberto Spinetta. Todas las hojas son del viento, era una de las la piezas favoritas de PTT. En cierta ocasión, escuchándola simultáneamente cada quien en su casa, me escribió en relación a la música de El Flaco: “El rock implica una serie de posturas, libertades que van desde tu libre pensamiento hasta los estilos que quieras tocar”. Spinetta fue honesto en ello. Desde sus inicios con Almendra, su fortalecimiento con las bandas Pescado Rabioso, Invisible y Spinetta Jade, así como en su consagración como solista demostró fidelidad a sus convicciones sociales, políticas y artísticas.

Por su parte, Adib Casta, señalaba “El arte y el comercio a veces marcan distancia. Si quieres que sea comercial, pierdes el amor al arte”. Spinetta siempre rehuyó a la prensa; no era amigo de dar entrevistas ni declaraciones, ni siquiera en ocasión de sus conciertos. Sus letras y composiciones musicales hablaron por él. El Flaco fue más un músico artístico que comercial. Sin embargo, trascendió las fronteras argentinas e influyó en el rock en español latinoamericano.

El hilo musical de Spinetta no sólo bordó los acordes de las bandas surgidas en los años 70, 80 y 90. También subió los escalones de los barrios donde jóvenes músicos anónimos reprodujeron sus canciones para apertrecharse contra la violencia. Especialmente su disco Artaud halló eco y acompañó muchas causas. Por ejemplo, temas como “Bajan” y “Cantata de los puentes amarillos” fueron interpretados por cantores populares en numerosas madrugadas mientras se efectuaban las llamadas “guardias comunitarias” en las inmediaciones de las fosas comunes donde fueron sepultadas cientos de personas víctimas de los sucesos de febrero y marzo de 1989, masacre conocida como “El Caracazo”, uno de los hitos más represivos de la historia de Venezuela.

Finalmente, habría que decirle a Spinetta: tras este recuerdo desprendido de viejos álbumes, si bien es difícil, es posible Seguir viviendo sin tu amor.

Ileana Ruiz
Ileana Ruiz (Venezuela). Activista de derechos humanos, investigadora social y periodista. Asesora en resolución de conflictos, educación popular, participación ciudadana y derechos humanos y profesora de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad. Articulista en el semanario venezolano “Todosadentro” del Ministerio de la Cultura desde 2006. Premio Nacional de Periodismo de Opinión, 2013. Entre sus publicaciones: De la indignación a la implicación (2006); Pueblo de agua: Cuentos para la educación en derechos humanos sobre la identidad del pueblo warao (2009); Servicio de policía bajo la mirada ciudadana (2010); La clave del acuerdo. Practiguía para la resolución pacífica de conflictos (2011); Pasos dados poco a poco. Memoria y cuentos del proceso de constitución de los Comités Ciudadanos de Control Policial (2012).

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.