La pobreza de los pequeños de entre 0 y 7 años ha pasado del 41 al 52 %
Si bien México ha logrado mejorar las cifras generales de combate a la pobreza, el número de niños mexicanos de 0 a 7 años que viven en condiciones de pobreza ha crecido considerablemente, hasta situarse en el 52%, cuando la media se encontraba en el 41%.
Lo ha contado la diputada federal Ruth Zavaleta, en entrevista posterior a su participación en la primera mesa de debate “Los derechos de la infancia: 25 años de logros y fracasos”, que se celebró como parte del coloquio internacional “Infancia: el futuro no es un juego” en el marco del Festival Internacional de la Imagen, FINI 2014.
Como secretaria de la Comisión que da seguimiento al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, Zavaleta Salgado anticipó que México ha logrado avanzar en otros aspectos, como reducir en un 50% la mortalidad infantil, aunque refirió que no han bajado en sectores de alta marginalidad y, principalmente, en los pueblos indígenas.
Al respecto, Mercedes Alanís, quien también es investigadora especialista en salud infantil, apuntó que la reducción de estos índices puede ser resultado directo del fortalecimiento de los programas de salud en todos los niveles, gracias a las campañas de vacunación, mayor atención en el momento del parto, o componentes como el del programa “Oportunidades” mediante el cual, los padres cuentan con asistencia continua para sus hijos en los centros de salud.
Sin embargo, la investigadora recordó que las condiciones de pobreza traen consigo serios problema de salud y, en este sentido, señaló que siguen siendo las comunidades rurales e indígenas las que presentan los mayores problemas a causa de sus condiciones de vulnerabilidad y precariedad. Explicó que el índice que se quiere abatir va de 0 a 5 años, que es prioritario en el desarrollo del sistema inmunológico y cognitivo del individuo.
Políticas públicas
La legisladora del PVEM estimó necesario que la Cámara de Diputados revise qué falla en las políticas públicas a fin de que los apoyos y recursos destinados al combate a la pobreza lleguen también a las poblaciones infantiles. En términos generales calificó como positivo el Programa Nacional de Combate al Hambre, no obstante, estimó hace falta mayor coordinación entre los distintos niveles de gobierno e indicadores para evaluar realmente la eficiencia de programas federales y estatales.
Lo que no mencionó son las recientes declaraciones de la responsable de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles, en el sentido de que las ayudas a las comunidades rurales iba a quedar restringida a las familias que no tengan más de tres hijos, puesto que, según ella “el apoyo las incentiva a tener más hijos y abusar del sistema” Y agregó : que “la familia pequeña vive mejor y porque tenemos que pensar en estos niños y en estas niñas. Así es que no se me equivoquen, no me hagan cuentas multiplicando diez por cinco. No. Eso ya se acabó porque Oportunidades lo que quiere es que esa familia salga adelante, y esa familia sólo saldrá adelante si es una familia pequeña y tiene la posibilidad de educación, de salud, de una vivienda digna”.
Es decir, esta señora se saca de la manga un control de natalidad en absoluto avalado por el Gobierno, se salta el derecho de las mujeres a decidir sobre su reproducción recogido en la Constitución y ni siquiera se le ocurre pensar que la gente que le escucha carece de conocimientos sobre sistemas contraconceptivos, no entienden cómo se puede no tener hijos, una gran mayoría no sabe leer… y un alto porcentaje ni siquiera habla español. Sus declaraciones son, cuanto menos, racistas, pues segrega a esas mujeres, a las indígenas, y exime al resto de mujeres. Eso sí, en aras de que son onerosas para el Gobierno. Un Gobierno que las condena, entre otras cosas, a parir en cualquier rincón, porque no las atienden en los centros de la seguridad social, pues no tienen “cartilla” ni recursos para pagar la asistencia. Últimamente ha habido varios escándalos en ese sentido, pues se han grabado partos ocurridos en los jardines de los centros de salud y hasta en las mismísimas recepciones. Supuestamente, han suspendido de su cargo a los directores de los centros donde ha sucedido. Digo “supuestamente”, porque nadie se cree que estos señores estén en el paro. Los cambian de centro y punto.
En lo que respecta a la “salida” de la señora Robles acusando a estas mujeres de aprovecharse del Gobierno, habría que recordarla que quienes verdaderamente se aprovechan son los políticos y dirigentes de turno, pero de los ciudadanos, a los que roban de la manera más miserable. Y si le falla la memoria, se le pueden pasar las noticias publicadas respecto del acaparamiento de ayudas por parte de funcionarios munícipes después de las inundaciones del año pasado. En las zonas más miserables, donde más familias indígenas hay, en la Montaña de Guerrero, un buen número de ellas pasaron hambre porque los paquetes de alimentos “donados” por los ciudadanos, quedaron almacenados en dependencias municipales… y se estropearon. Otros, fueron vendidos.
Ruth Zavaleta tiene razón al decir que es necesario que la Cámara de Diputados revise qué falla en las políticas públicas. Como también lo tiene al denunciar que los programas de tipo social se han convertido en moneda de cambio entre los partidos políticos para conseguir apoyos electorales, “por lo cual se duplican esfuerzos y un mismo individuo puede recibir tres apoyos distintos de cada uno de los niveles de gobierno y otros ciudadanos carecen de los mismos”.
Finalmente, Zavaleta anunció que procederán a una revisión a fondo para determinar las políticas públicas por impulsar para dar cumplimiento a las Metas del Milenio suscritas por México ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
