La organización RED TDT se ha manifestado muy preocupada por la situación en que se encuentran las comunidades de la región de la Montaña, en el estado de Guerrero, compuestas eminentemente por indígenas, después de cuatro meses del paso de la tormenta Manuel y el huracán Ingrid.
Este organismo asegura conocer la urgente necesidad de adoptar medidas excepcionales “para revertir el desabasto de maíz que enfrentan las comunidades, mediante un esquema que responda integralmente a la necesidad de garantizar el derecho a la alimentación de las personas y comunidades indígenas de la Montaña, basado en la gratuidad y la pertinencia cultural”.
RED TDT a enviado a Sedesol (Secretaria de Desarrollo Social del Gobierno de la Nación) una propuesta de abastecimiento de granos básicos a las comunidades damnificadas, “con una perspectiva de derechos humanos y de etnicidad, con pleno asidero en el marco jurídico nacional e internacional vigente”, para “romper con los patrones de políticas asistencialistas”, implementando una medida extraordinaria de protección de sus derechos, que al garantizar suficiente alimento, permita dar paso a la reconstrucción de sus comunidades activamente y con mecanismos de participación adecuados. Es decir, educadamente afirman que las “despensas” (lotes de alimentos gratuitos que se ufana el gobierno recordar continuamente que reparte para que los mexicanos “no pasen hambre”) no son la solución. Que quieren sembrar y recolectar los alimentos, no que se los regalen.
A la vez, recuerdan a Sedesol y al gobernador del Estado, Angel Aguirre, que el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, en su Observación General Número 12 de 1999, se refirió a la obligación del Estado de adoptar medidas especiales para mitigar el hambre en casos de desastre natural (párrafo 6). En la Montaña de Guerrero, estas medidas bien pueden diseñarse con base en la propuesta del Consejo de Comunidades Damnificadas que, en el contexto de los fondos que se han anunciado para el Plan Nuevo Guerrero, no representa ni siquiera el 2% de los montos anunciados.
Ayudas robadas
Ya desde el mes siguiente al infortunio, representantes del Consejo de Comunidades Damnificadas de la Montaña de Guerrero, que articula a más de 100 comunidades, denunciaron que 19 municipios no habían sido atendidos por las instancias gubernamentales. Tampoco se habían implementado mecanismos para garantizar la participación de las comunidades en los trabajos de reconstrucción.
Se quejaban de las carreteras, que seguían sin estar abiertas; de que los habitantes de las viviendas con daños graves no tenían derecho a instalarse en las provisionales, con lo cual corrían considerables riesgos, tanto por la humedad como por la posibilidad de que se derrumbaran; y de que las ayudas que les llegaban provenían de la solidaridad nacional, que el gobierno no les había dado nada. El colmo fue que, aseguraban, habían tenido que abrir por la fuerza un almacén municipal donde el ayuntamiento acumulaba alimentos y enseres que requería la población. Igualmente, en prácticamente todos los municipios de la región se ha denunciado que las comunidades que no se adscriben al partido que postuló al “munícipe” de turno, habían sido borradas de la lista de damnificados.
Se ha comprobado que todas esas denuncias están más que justificadas. Hace una semana se supo que habían suspendido de su cargo al subsecretario de Protección Civil de Guerrero, Constantino González Vergas, por su implicación en la retención de “despensas”. Y no de unas pocas: de alrededor de 10.000.
También está circulando por internet un video en donde se puede ver uno de los paquetes rotulados con las siglas DIF (Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia), el organismo gubernamental que canalizó las ayudas y realizó las entregas, pero no todas. En el video se oye a unas mujeres comentar la venta de esas cajas.
Ante las denuncias de los primeros meses, el propio Peña Nieto salió al paso de los comentarios asegurando que su gobierno “no permitirá que se lucre con los recursos destinados a la atención de las víctimas”. Para no permitirlo, lo ha tolerado muy bien.
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