“Para Fillon, Penélope es un buen filón”, con ese titular denuncia el semanario satírico “Le Canard Enchainé”, en su edición de este miércoles, los presuntos empleos ficticios de la esposa de François Fillon, candidato, tan católico como conservador, del partido Los republicanos (LR), a la elección presidencial del próximo mes de mayo.
La noticia, difundida ampliamente en los medios informativos en Francia, ha sido denunciada por el interesado como “una bomba fétida, habitual en tiempo de elecciones”, desmintiendo todas las acusaciones. Sin embargo, la Fiscalía para asuntos financieros ha tomado en serio los hechos denunciados por Le Canard Enchainé, y ha abierto una causa por supuestos delitos de abuso de bienes sociales y desvío de fondos públicos.
Según el semanario, Penélope Fillon, contratada por su esposo como ayudante parlamentaria entre 1998 y 2012, cobró en total medio millón de euros. La práctica del nepotismo es moneda corriente en la Asamblea Nacional Francesa, es decir, la contratación de familiares, hijos, sobrinos, esposas, o amantes como ayudantes de los parlamentarios, que pagan esos servicios con un fondo especial dedicado a dicha actividad.
Se estima en 20 % el numero de parlamentarios, en el Congreso y en el Senado que practican el nepotismo en la contratación de sus ayudantes, según informaciones recogidas por Mediapart. Una práctica legal, aunque éticamente condenable, que no conoce fronteras partidarias, y que es común a los diputados y senadores de derechas e izquierdas.
Numerosas son las voces que en el Senado y en la Cámara de diputados se alzan para justificar la práctica del nepotismo, aun si la opinión publica percibe estas informaciones como una prueba más de los excesivos privilegios y corruptelas de la clase política. El tema reactivado con el caso Fillon se ha introducido ya en los debates de la campaña electoral en Francia.
Lo que agrava el caso de la esposa de François Fillon, a partir de la denuncia del semanario satírico, es la acusación de “empleo ficticio”, ya que en esos años de supuesta actividad parlamentaria, nadie vio a Penélope Fillon en el recinto de la Asamblea Nacional.
Por otra parte, se añade así mismo otra acusación. El semanario revela que entre 2012 y 2013, Penélope Fillon cobró un total de cien mil euros por un par de notas de lectura escritas en “La Revue de deux mondes” publicación de un amigo íntimo de la familia Fillon. El que fue en esa época director de la revista declaró a la prensa que nunca vio a la señora Fillon en su redacción.
Entre los dos trabajos declarados a Hacienda por Penélope Fillon, -quien siempre se presentó a la prensa como discreta madre de familia, de profesión sus labores- el filón denunciado por el Canard Enchainé se eleva pues a 600.000 euros por sus talentos de “consejera literaria” y de “ayudante parlamentaria”.
Una piedra en el camino electoral de su esposo, que aspira a ser Presidente de la República en 2017, y que había prometido transparencia y una moral irreprochable en sus incisivos debates con Nicolás Sarkozy y Alain Jupé en las primarias de la derecha.