En la recta final de esta competición del 70 Festival de Cannes hemos visto dos buenas películas, del francés Ozon y del germano turco Akin, dos thrillers, uno sicoanalítico y erótico, el otro político y de candente actualidad.
Ambas merecen su lugar en esta selección aunque no sean lo mejor en las respectivas y brillantes filmografías de estos dos cineastas reincidentes habituales de este y otros festivales internacionales. Ambas por razones diferentes van a provocar sin duda también polémica y división de opiniones.
“L’amant doublé”, (el amante doble) de François Ozon, es ya la decimoctava película de este prolífico y brillante director francés. Su atmósfera y el suspense de su desarrollo se alimentan de la influencia del cine de Hitchcok y de Cronenberg, mientras que en su desenlace nos hace pensar más en Brian de Palma. Influencias bien digeridas por Ozon, quien juega con los códigos propios del género, a los que añade una fuerte carga de erotismo y de provocación, que podrán constatar desde sus primeras imágenes, con un primer plano del sexo de la protagonista en un examen ginecológico.
Aborda la película el tema de la confusión de sentimientos y atracciones eróticas, tema recurrente en el cine de Ozon, pero esta vez a través del personaje de una joven algo frígida y trastornada, interpretada por la actriz Marina Vacth, que descubrimos antes en “Jeune et jolie” 2013.
La jovencita de entonces tiene ahora 26 años y encarna el papel de una chica neurótica que se enamora de su sicoanalista y descubre al mismo tiempo la existencia de un hermano gemelo que ejerce el mismo oficio. Una relación de perverso e inquietante triángulo a través de la que Ozon explora todas las fantasías y deseos de sus personajes.
El guion es una adaptación a la pantalla de la novela de Joyce Carol Oates “El amor doble”. Juega Ozon con las falsas apariencias y se interesa aquí en el tema de la gemelidad, o de las relaciones complejas entre hermanos gemelos, para mantener el suspense en esta intriga siempre lúdica, aunque menos sutil que otras de sus anteriores películas. Pienso por ejemplo en “Dans la maison” o en “Frantz” entre las mejores y más recientes de su filmografía.
En su reparto el papel de los gemelos está a cargo del actor belga Jeremie Renier (visto a menudo en el cine de los hermanos Dardenne), transformado aquí en sicoanalista dual, en esos dos gemelos tan diferentes sobre los que la intriga deja planear la duda entre su existencia real, y la posibilidad de que sean una misma persona.
Atentados neonazis en Alemania
“In the fade” del director germano turco Fatih Akin es un thriller político, muy inspirado en los grandes clásicos del cine con proceso e intriga policiaca, cuya acción se sitúa en la ciudad alemana de Hamburgo, en donde tiene lugar un atentado contra una agencia de traducción y viajes de un turco de origen kurdo.
Inspirado en hechos reales, los atentados contra inmigrantes perpetrados en Alemania por organizaciones neonazis, el guion de esta ficción se estructura en tres capítulos: La familia, en donde asistimos a la boda en prisión entre un delincuente kurdo y una joven alemana, una escena destinada a mostrar los antecedentes penales de ese inmigrante kurdo condenado por tráfico de drogas, que años después reinsertado en la sociedad vive tranquilamente con su esposa y su hijo.
Un brutal atentado con bomba va a provocar la muerte del marido y del hijo de esa mujer, anonadada por el drama y culpabilizada por sus padres y suegros. A partir de ahí se centra Akin en la descripción del dolor de esa madre y esposa, enfrentada a insinuaciones y amalgamas. Hasta ahí los hechos.
El segundo capítulo es: la justicia, con el proceso de los dos jóvenes neonazis detenidos por la policía y contra los que pesan testimonios y pruebas evidentes de su culpabilidad en el atentado. Akim aborda así con una puesta en escena clásica y rigurosa el tema más interesante de su película que es el de la impunidad o la ley del silencio que acompaña a menudo en la sociedad alemana actual este tipo de crímenes perpetrados por grupos neonazis. Actos minimizados en el terrible contexto de múltiples atentados islamistas.
En su tercera parte: El Mar, Akim se enfrenta a lo más difícil en este relato, su desenlace o su final, que no desvelaremos aquí, y que provocará sin duda polémica en el contexto actual de atentados terroristas en Europa y en el mundo. Personalmente pienso que Akin ha encontrado un final coherente con el tema central de su película, que es el dolor de esa mujer y su reacción ante la decisión de la justicia alemana en el proceso.
Excelente en todo caso la interpretación de la actriz alemana Diane Kruger, que aparece con ese papel como posible candidata a un premio de interpretación en el Palmarés de esta 70 edición.