Cruz Novillo y la industria del cine

El primer programa coordinado para unificar tanto la gráfica impresa como la animada se utilizó para la película de Otto Preminger “El hombre del brazo de oro” en 1955. Saul Bass desarrolló el tratamiento esquemático de un brazo que remitía a la trama del film: la adicción a las drogas de su protagonista. Los créditos para la película supusieron una ruptura notable con lo que se venía haciendo hasta entonces. El apoyo de un stacatto de música de jazz, la aparición en la pantalla de los elementos gráficos, algunos de ellos que se desvanecían posteriormente y otros mantenidos en escena, pusieron en juego –de una forma diferente– diversos recursos expresivos propios del cine y de la gráfica.

Cruz-Novillo-LasSecretasIntenciones Cruz Novillo y la industria del cineDesde entonces ambas formas de comunicación han desarrollado un largo y brillante camino en el que diferentes especialistas han aparecido “en escena” creando un modo de expresión en el que cada una de las partes implicadas ha invadido el terreno de la otra. Además el catálogo de pequeñas/grandes obras maestras de títulos de crédito y carteles ha crecido con el paso de los años incorporando el trabajo de grandes maestros como Bass, De Patie-Freleng, Binder, Brownjohn o Cruz Novillo en España.

Los productores cinematográficos y la industria del cine han aprendido a incorporar como parte integrante en sus procesos propios al diseñador, como un especialista capaz de traducir los contenidos de las películas en pequeñas piezas de arte que prologan o predisponen, dan pistas o sugieren atmósferas, preparando e interesando al espectador en lo que va a contemplar.

Cruz Novillo cuenta cómo el circuito del cine en España estaba organizado alrededor de tres agentes: el productor, el distribuidor y el exhibidor, y que su estilo se adaptaba más a las ideas del productor o del guionista, lo que le permitía centrarse en la parte cultural de la película mientras que el resto de sus colegas trabajaban teniendo en cuenta las necesidades comerciales de las salas de proyección.

Cruz-Novillo-PorQueTeEngañaTuMarido Cruz Novillo y la industria del cineSu relación personal con nombres como Alfredo Matas, Elías Querejeta, Luis Megino o Emiliano Piedra le permitieron diseñar carteles que no se hacían pensando en la distribución sino de cara a la presentación de las películas en los Festivales de cine europeos más importantes: San Sebastián, Cannes o Berlín. No importaba que su enfoque fuera dirigido a las minorías.

Pepe Cruz Novillo también cuenta como, recurrentemente, tenía que interrumpir sus vacaciones de verano para trabajar en el cartel de alguna película de grandes productores cinematográficos españoles que se iba a presentar en la siguiente edición del Festival de Cine de San Sebastián.

Como el propio diseñador afirma, utilizaba iconografías muy distintas sin preocuparse de crear un “estilo Cruz Novillo”, disfrutando de la investigación en lenguajes gráficos diferentes, jugando mucho con el positivo-negativo, aprovechando su preparación como dibujante de publicidad, estudiando la “puesta en página” y el uso de las tipografías. Recursos que no eran corrientes en el cartel cinematográfico de la época.

Cruz-Novillo-HayquemataraB Cruz Novillo y la industria del cineTrabajaba a partir de la sinopsis y el guión y, en algunas ocasiones, como en sus colaboraciones con Elías Querejeta con el que le unió una gran amistad, sobre el montaje que el mismo productor visionaba en la moviola que tenía en su propia oficina.

Los carteles mostrados en este post fueron diseñados hasta el año 1975. La producción de Cruz Novillo en este género gráfico es mucho más extensa y daría lugar a una interesantísima exposición que sirviera para rastrear en los registros del diseñador a la vez que constituiría un recorrido sobre lo mejor del cine español de la segunda mitad del siglo XX.

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