Cuarenta años del fin del franquismo: 1975-2015

“Eran las cuatro y veinte de la madrugada del 20 de noviembre de 1975 cuando el corazón de Franco, que había resistido una dolorosa agonía de cinco semanas, se paraba de nuevo…”. Así comienza un extenso reportaje documental la revista mensual Cambio 16 de ese mes que, bajo el título genérico de “Borrando el Franquismo”, dedicaba el número a analizar lo que ha sido y significado para España este período de tiempo que dio su origen al periodo de la Transición.

C-Manuel-López.-Adolfo-Suárez-presidente-do-Goberno-estampa-a-súa-sinatura-nos-Pactos-da-Moncloa.-Madrid-25-de-outubro-de-1977-550 Cuarenta años del fin del franquismo: 1975-2015
(C) Manuel López. Adolfo Suárez firma de los Pactos de la Moncloa. Madrid, 25 de octubre de 1981. De la exposición «Manuel López 1966-2006»

Una Transición que precisamente ahora, a estas alturas de 2015, es menospreciada y vilipendiada por algunos que ni tan siguiera la conocieron, y que arropados en algunos de los llamados partidos emergentes se permiten la osadía de dar lecciones de democracia a diestro y siniestro, incluso desde sus tarimas de profesores de universidad, creyéndose en posesión de la verdad. Ya se sabe que la ignorancia es atrevida, pero en ocasiones resulta insultante.

Estos cuarenta años de “borrando el franquismo” han dado mucho de sí en todos los sentidos, y el cambio habido en España ha sido una labor común, es cierto, pero en la que unos han puesto más que otros; no cabe duda de que ser capaces de llegar a un acuerdo entre vencedores y vencidos tras una dictadura de 40 años para poder vivir en paz fue una labor de gigantes, y los que nos dedicamos al periodismo y peinamos canas sabemos de los pelos que tuvieron que dejar en la gatera de la negociación unos y otros en aras del consenso. Para Soledad Becerril, defensora del Pueblo y primera mujer en un Consejo de Ministros desde la II República, “Más que un consenso, fue un gran pacto social”.

Aquel pacto social permitió a España abrirse hacia sí misma y hacia el exterior tras la larga noche de la dictadura con unos avances sociales, económicos y políticos hasta entonces desconocidos. A la generación más joven nacida en los últimos 30 años algunos de los hitos alcanzados en estos 40 años les resultarán extraños, antiguos, obsoletos, pero hay que decir que conseguir cada uno de ellos fue una labor dura, de años de negociación, de tiras y aflojas. Exponer de manera sucinta algunas conquistas sociales arrojará un poco de luz sobre lo conseguido en estos años.

Así, en el año 1977 se legalizaban los partidos políticos y tenían lugar las primeras elecciones generales, ganadas por la Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez. Se recuperaba la libertad de expresión, al tiempo que los presos políticos eran amnistiados. Ese mismo año tenían lugar los llamados Pactos de la Moncloa, un gran acuerdo para hacer frente a la situación política y económica, firmados por el Gobierno y los partidos políticos, a los que se unieron los empresarios y los sindicatos UGT y CCOO, siendo rechazados por el sindicato anarquista CNT.

La Constitución española era aprobada el 6 de diciembre de 1978 con el 88,54 % de los votos de los españoles. España pasaba a ser un “Estado social y democrático de derecho que propugna como valores superiores del ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y al pluralismo político”. Ese mismo año las mujeres pasaban a ser ciudadanas de pleno derecho, ya que hasta entonces no podían hacer nada “sin licencia marital”, según el Código Civil vigente. Un año más tarde nacía el Estado de las Autonomías.

El 23 de febrero de 1981 tenía lugar el golpe de Estado del teniente coronel Antonio Tejero durante la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como presidente del Gobierno, fracasado al no tener los golpistas el apoyo del entonces rey Juan Carlos. La Constitución reconocía “el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses”. También se aprobaba la Ley del Divorcio, que hizo estremecer a la Iglesia Católica y a los sectores más conservadores. En 1982, la izquierda recuperaba el poder después de 50 años, de la mano del PSOE de Felipe González. En 1985 se despenalizaba el aborto, pudiendo hacerlo las mujeres en centros públicos y privados en tres casos: riesgo para la salud de la embarazada, violación o malformación del feto. El primero de enero de 1986 tenía lugar la adhesión de España a las Comunidades Europeas, embrión de la actual Unión Europea.

Ya en la década de los noventa, en 1992 tenían lugar los Juegos Olímpicos de Barcelona, mientras que Sevilla se convertía en capital del mundo con la Exposición Internacional. En 1995 se aprobaba el llamado Pacto de Toledo, recogiendo las principales reformas que debían acometerse de cara a que la Seguridad Social fuese sostenible. En el año 2001 la “mili” dejaba de ser obligatoria para los varones mayores de 18 años. El primero de enero de 2002 cambiábamos la peseta por el euro, que equivalía a 166,386 pesetas.

El 30 de junio de 2005 el Congreso de los Diputados aprobaba la Ley del Matrimonio Homosexual, votando en contra el Partido Popular, y un año más tarde, en 2006 se aprobaba igualmente la conocida como Ley de Dependencia.

En el año 2007 se aprobaba la Ley de Memoria Histórica, por la que el Estado reconocía a quienes padecieron persecución o violencia por razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa durante la guerra civil y la dictadura. El 15 de mayo de 2011 comenzaba lo que se ha dado en llamar como Segunda Transición con una manifestación convocada para exigir una mejor democracia. Ese mismo año, el 20 de octubre la organización terrorista ETA hacía pública su decisión de cesar definitivamente en su actividad armada; es decir, dejar de matar, como había venido haciendo durante muchos años.

Son otras muchas las cosas de las acaecidas durante estos años las que quedan en el tintero para mejor ocasión, pero valgan las publicadas para hacerse una idea de lo que hemos cambiado en estos últimos 40 años en los que hemos ido “borrando el Franquismo”. España es hoy un país nuevo, lejano de aquellos primeros años setenta del pasado siglo en los que hubo que comenzar casi de cero a reconstruir un país en el que una dictadura militar había impuesto el ordeno y mando durante 40 años. Es bueno conocer nuestra historia para poder hablar con conocimiento de causa, más allá de las frases de rigor con las que algunas intentan regalar el oído en busca de réditos electorales.

Conrado Granado
@conradogranado. Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. He trabajado en la Secretaría de Comunicación e Imagen de UGT-Confederal. He colaborado en diversos medios de comunicación, como El País Semanal, Tiempo, Unión, Interviú, Sal y Pimienta, Madriz, Hoy, Diario 16 y otros. Tengo escritos hasta la fecha seis libros: «Memorias de un internado», «Todo sobre el tabaco: de Cristóbal Colón a Terenci Moix», «Lenguaje y comunicación», «Y los españoles emigraron», «Carne de casting: la vida de los otros actores», y «Memoria Histórica. Para que no se olvide». Soy actor. Pertenezco a la Unión de Actores y Actrices de Madrid, así como a AISGE (Actores, Intérpretes, Sociedad de Gestión).

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