Hace unas semanas publicamos en esta sección una reseña en la que estaba incluida la actuación del guitarrista Daniel López Vicente, Dani de Morón, en uno de los muchos conciertos que ya ha hecho y que seguirá haciendo por bastante tiempo por esos mundos flamencos.
Conciertos basados en un disco irrepetible, “21” en el que logró reunir a once cantaores y cantaoras representantes de todos los estilos posibles del cante flamenco, a los que acompañó, en una experiencia hoy por hoy única, creando toques adaptados a los códigos de cante de todos y cada uno de ellos[1].
Hoy Dani, en la entrevista que sigue, habla en profundidad de su trabajo, de todo lo que atañe y afecta a su trayectoria personal y de artista.
Teresa Fernández: “21” entiendo que va por siglo XXI. ¿Quiere esto decir que versionas los palos de flamenco de toda la vida de acuerdo a criterios vanguardistas como ocurre con otras músicas, que vas del sonido analógico al digital, o digamos que la ingeniería de sonido es distinta a la de otros trabajos tuyos?
Dani de Morón: Bueno, en principio el 21 no tiene nada que ver con el siglo. Se llama 21 porque es el número de la suerte que se puede aplicar a muchas cosas, a un 21 de diciembre en que nació Paco de Lucía, a los 21 años que cumplía como artista cuando empecé a grabarlo; va en torno a mi vida de siempre, nada que explique el contenido del disco. Sí es verdad que la selección de sus once cantaores pasará a la historia de las grandes figuras del cante del siglo XXI, que ya lo son, pero aunque pasen muchos años se los recordará como figuras del cante.
Teresa: Los cantaores del disco cubren todo el abanico posible de estilos de cante, desde el de raíz hasta lo más vanguardista, hasta lo que a veces no parece flamenco.
Dani: Incluso antes de grabar en solitario, creí conveniente grabar dos discos sin cante y es porque tenía en la cabeza el planteamiento de acompañar al cante como yo lo entiendo, sin ningún ánimo de cambiar cosas que estén mal, simplemente partiendo del conocimiento y de lo que la vida me ha permitido estudiar y que expreso tocando en la guitarra. Para eso quería que cantaran de la forma más clásica posible, con las melodías clásicas, pero por otra parte, con la personalidad que tiene cada uno, incluso en el caso de algunos cantaores, sacarlos del estilo que tienen en sus repertorios habituales, aunque todos cantan increíble, como puede ser el caso de Pitingo que aquí canta malagueñas y Poveda que incluye guajira en estos conciertos, algo poco habitual en ellos. Entonces, para simplificar, funcionaron las ganas que tenían de grabar un disco con las formas con las que yo entiendo el cante.
Teresa: Realmente, en cada concierto, acompañas a cada cantaor siguiendo sus características. Un enorme trabajo. Ahora entiendo que en los conciertos secuela de “21” no haya más de dos cantaores. El encaje de bolillos ya lo hiciste en el disco con los once cantaores. Y en tu guitarra presumo que el tratamiento de estilos ha sido complejo.
Dani: Realmente suena de forma muy parecida en los tres discos que llevo hasta la fecha. Grabo en digital, como bien has dicho antes, pero la mezcla está hecha en analógico.
Teresa: A ver, ¿versionas con la guitarra palos flamencos de toda la vida hacia estilos más vanguardistas?
Dani: Bueno, esa es la forma en que yo entiendo la guitarra, por ser de donde he nacido y aprender la guitarra como la he aprendido, de ahí viene el compromiso y lo que pasa es que uno tiene la inquietud de cambiar las cosas, pero de cambiarlas no porque estén mal, ni mucho menos, sino por eso, por la mera inquietud de investigar y de crear, no por rebeldía ni nada parecido.
Teresa: Y adaptándote a la dinámica de cambio normal en todos los aspectos de tu vida…
Dani: Eso no lo marca el tiempo, lo marcan ciertas personas en cada época. No estoy obsesionado con cambiar nada, sino que lo siento de esa manera y tenía muchas ganas de grabar un disco con los mejores cantaores posibles. En el directo, me hace ilusión que compañeros míos que admiro muchísimo se hayan metido en este proyecto diciéndome, ‘haz lo que tú quieras y como quieras’.
Teresa: Por ejemplo en la noche del concierto estuviste con dos cantaores muy diferentes, Jesús Méndez y Duquende, con los que vas a hacer una labor de acompaña miento. ¿Y qué más?
Dani: A ver, ellos no colaboran en temas míos, los temas míos los hago en guitarra solista y los voy alternando, de manera que cuando cantan ellos es un concierto suyo, yo solo acompaño. No cantan letras de temas míos.
Teresa: Te manifiestas más en tus toques individuales que acompañando?
Dani: Bueno, no exactamente. El espíritu del disco o de cualquier concierto se manifiesta en el acompañamiento específico para cada cantaor.
Teresa: Resumiendo, ¿esto es un cambio de lenguaje, es evolución o revolución? Nuevas formas musicales, nuevo punto de partida de cara al futuro?
Dani: Si y además es un concepto que al revés pasa mucho, de reunirse diez guitarristas para un cantaor y aportarle sus mundos distintos. En este caso se trata de lo contrario, intentar hacerle un traje a la medida a cada cantaor con la guitarra. Por eso en cada concierto hay dos cantaores muy distintos. Imagínate cuando emparejo a una Rocío Márquez con Arcángel o a un Antonio Reyes con El Pele. Y ese es el ejercicio al que me quería exponer, a ver si era capaz de intentar contagiarme del espíritu de cada uno, cambiar de traje musicalmente hablando.
Teresa: Es decir, que la innovación en “21”, consiste en haber trabajado con un grupo de cantaores muy diferentes, adaptando el estilo de tu guitarra al de cada uno de ellos.
Dani: Exactamente, esa es la idea. Es un ejercicio de generosidad, no tiene otro nombre, que un guitarrista ponga al servicio del cante todos sus conocimientos y recursos. Es algo muy noble y precioso, me encanta.
Teresa: De los once cantaores del disco de presentación de “21”, a los dos cantaores de los conciertos en directo, ¿va a ser como una versión reducida en tiempo, no sé, en número de temas, en versatilidad, ¿qué diferencias aparte de las obvias hay entre el trabajo discográfico y el de cualquier concierto en vivo de “21”?
Dani:. Nunca concebí hacer este trabajo con todos los cantaores, porque sería un concierto horrible. No puedo imaginar a un cantaor que suelte un cante y se vaya, no sería algo lógico ni posible para el ritmo del espectáculo. Con dos o tres es perfecto.
Excepcionalmente estaré con cuatro en Madrid, el 7 de abril en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional, con Rocío Márquez, Antonio Reyes, Duquende y Pitingo, por tratarse de un sitio especial entre los especiales. Ahí sí se podrá mostrar toda la versatilidad del proyecto original.
Habrá interludios entre unos y otros, realmente son tan distintos todos que al final del concierto, a modo de fin de fiesta, cantarán los cuatro por bulerías, pero no seguido, sino como temas aparte, para que se vea incluso en el mismo estilo el código de cada uno y esa noche se verá . No tiene nada que ver cómo entiende la bulería Duquende a como la entiende Jesús Méndez.
Teresa: Hablemos específicamente de guitarra pero no para entendidos, sino para el común de los mortales, de los muchos que asisten a tus conciertos. ¿Puedes hacerlo haciendo historia de los cambios en tu guitarra a lo largo de tu trayectoria, de maduración, de afinación, estilos, tratamientos musicales, en resumen el camino recorrido desde tu primer trabajo discográfico hasta “21”?
Sentir la música
Dani: Siempre estoy obsesionado con eso, de que con la guitarra no hace falta decir, ‘yo no entiendo’, con la música no hace falta entender nada, hay que sentir. También me parece un poco absurdo cuando se dice ‘a mí no me gusta el cante porque no lo entiendo’, porque no sería posible entender todo, basta con sentirlo. Pienso que siempre hay que componer de una forma en que tanto el que no se ha acercado nunca a la guitarra, ni le llama la atención, y el que se acerca, lo vea interesante, esa es la clave, pero sobre todo, se trabaja en una clave muy curiosa que recibí con ciertas personas que estaban a mi alrededor, que no eran entendidos y me dijeron ‘que canción tan bonita de Estrella Morente’, y dicen canción.
El que es entendido te dice ‘hay que ver el fandango de monasterio que bien cantao está. Si te das cuenta, los tres cantaores más mediáticos del disco, hacen estilos un poco rebuscados, Poveda la guajira, Arcángel el fandango y Pitingo la malagueña y es curioso, a Pitingo no te lo imaginas ahí nunca, cantando la malagueña de Caramelo que es una obra de arte y eso es muy positivo para el flamenco.
Teresa: Sigues refiriéndote a los cantaores. Pero yo quería que me precisaras en tu camino, los cambios en tu guitarra a lo largo de tus veinte años de trayectoria, o desde tu primer disco hasta “21”. Por ejemplo, en este proyecto hay mucho trabajo de afinamiento.
Dani: Pues no, realmente no, la prensa lo ve así pero la guitarra está afinada en todos los temas excepto en la soleá del Pele. Ven afinación cuando toco un 3×4 por medio con Antonio Reyes y algún otro, cuando lo que hago es dar una vuelta de tuerca.
Teresa: A eso voy, a la vuelta de tuerca, a que hace años tú tocabas una guitarra clásica flamenca y hoy en día has dado casi un salto al vacío.
Dani: Sin embargo siempre estoy mirando a los principios, porque la mayoría de esas cosas vienen de cambiar los principios que aprendí. Me cuesta definir el cambio en la guitarra, porque uno toca la guitarra, pero no sabe expresar muy bien las cosas propias, las de los demás mejor. La guitarra es inquieta y respetuosa, sobre todo al acercarse a quien dice que no entiende. Yo creo que todo el mundo entiende porque todo el mundo siente.
Teresa: Te pregunto si aquí en “21” estás introduciendo en los palos flamencos otras músicas de otras geografías debido a tus experiencias con otros músicos no flamencos.
Dani: Bueno, cada paso que yo he dado en este sentido ha sido a base de adaptar otras músicas a mi lenguaje. Todos los conocimientos que vas adquiriendo poco a poco los vas asimilando a tus proyectos.
Teresa: Especifica.
Dani: Es que eso solo se puede especificar oyendo. Por coger una muestra concreta, la bulería por soleá de Antonio Reyes empieza por un fandango. La explicación del por qué de esta transformación sería una cosa complejísima, sería como escuchar y decir, ‘estos no son los acordes naturales, pero cuadran con lo que está cantando’. No puedo explicar eso.
Teresa: O sea, que la guitarra es un medio de expresión superior a la palabra puesto que no puedes explicarla con palabras.
Dani: Muy, muy superior. Yo lo veo así y mira que tampoco soy persona que la timidez le impida hablar, no tengo nunca problemas ni barreras para comunicarme. Pero hay cosas a las que el lenguaje no llega, no es que lo desconozca, es que no llega. Por eso mismo concretar muchas veces una pregunta como la anterior es difícil, porque hablamos de una forma de expresión que o se siente o no.
Teresa: A ver, digamos que la expresión tuya a través de la música es mucho más auténtica porque la palabra es siempre engañosa. Puedes estar diciendo una cosa y pensando otra…
Dani: (se ríe de buena gana) ¡Efectivamente! Con la música no engañas, la estás creando tú y está saliéndote del alma, requiere una honestidad pura. No hay nada más honesto que la expresión musical. A través de la música se nota mucho la actitud ante la vida de una persona. En la guitarra se ve mucho el que intenta demostrar que toca muy bien o el que intenta desnudarse y decir éste soy yo. Aquí no hay trampa. La actitud se nota muchísimo, no hace falta hablar.
Teresa: Repito ¿Qué es la música en tu vida?
Dani: Cada capítulo de mi vida tiene su música distinta. Y es algo que te salva, porque pasas muchas horas solo en este trabajo. Hay partes que se convierten en parte de tu vida según el estado de ánimo. Estudias, pero a la vez estás disfrutando. Y es la única forma de interiorizarlo, que tu trabajo sea tu pasión. Es maravilloso.
Teresa: Háblame del hecho determinante de ser andaluz y cómo influye en tu manera de ver y vivir la vida y en la manera de expresarte musicalmente. Y cuál sería en tu opinión la diferencia entre una guitarra gitana y una guitarra paya.
Dani: Lo determinante en mi caso no es haber nacido en Andalucía, es haber nacido en Morón, donde la guitarra es fácil, es como si nacieras con ella debajo del brazo, aunque en mi familia nadie se ha dedicado a la música. En Morón funciona muy bien, se dice que hay más guitarristas que guitarras. Hay muchísimos niños con ganas de tocar. Nosotros tenemos nuestra manera de vivir. Yo voy a otro lado y no es igual. Pero es un absurdo pensar que para tocar la soleá hay que ser de Morón. Con el tiempo veremos que un guitarrista japonés no sea un alumno aventajado sino un gran maestro. Y es lo mejor que le puede pasar al flamenco.
Por otra parte, entre lo de guitarra gitana y guitarra paya, yo creo que la guitarra requiere mucho trabajo y lo que sí está claro es que el que nace en una sociedad tocaora, como Borrego, Habichuela, lo tienen ahí, pero nada les cae por suerte. Si la persona que nace en esa familia no es trabajadora, no hace nada. Yo creo que más que guitarra gitana o paya es cuestión de cómo uno vive. Y si te has criado de otra manera lo vas a plasmar, seguro.
Pero creo que es muy interesante valorar que una familia gitana tocaora, trabajadora y constante, siga llevando el sonido adelante.
Teresa: También hay algo genético.
Dani: Por supuesto que sí y yo creo en eso. Es que sobre el tema de guitarra gitana o paya, entiendo que hay quien toca bien y quien no toca bien, quien es buena persona y quien no, yo no entiendo de otra cosa. Yo puedo emocionarme con Diego del Morao al minuto. Y con Parrilla y con Manolo Sanlúcar. Pero las diferencias son evidentes. Cada uno entiende la vida y la música como se ha criado.
Teresa: Vienes de una familia de aficionados al flamenco, no de artistas. ¿Estás creando tú una familia, iniciando una saga futura?
Dani: ¡Ja j aja ja! Pues mira este año me voy a casar y espero tener niños pronto, espero no tardar mucho. Llevamos cuatro años juntos.
Teresa: ¡Ahora sí que me he adelantado yo! Vamos, que con 37 años no has tenido tiempo ni de enamorarte!
Dani: Claro que sí, he vivido mucho, por eso grabo discos, para contar lo que vivo. Pero es más bonita la respuesta, es que no había conocido hasta ahora a la mujer perfecta y ahora si la conozco, es posible que dentro de unos años tenga un niño y le guste la guitarra. Ya te contaré.
Teresa: ¿Qué hay de las matemáticas y la música?
Dani: Cuando estaba en el bachillerato estaba emperrao en hacer algún tipo de ingeniería, quería relacionar un poco lo que me gustaba de la música con los estudios de las matemáticas y el chocazo fue tremendo, porque la música tendrá mucha relación con la matemática pero no con la rítmica, es más, el estímulo de la rítmica no tiene nada que ver con la percepción matemática. Yo tengo tres años de solfeo pero nunca uso partitura para componer.
Y es que cuando piensas en música para la guitarra ya sabes cómo va a sonar. Escucho el sonido en mi mente. La música que es muy joven y viene de donde viene funciona de esa manera. También hay que darle tiempo a las cosas, no sé si con los años será de otra forma, pero muchas veces cuando se enseña en el conservatorio de una forma, cuando llegan a la guitarra flamenca se llevan un chasco, porque un guitarrista nunca te va a decir tócame en do mayor en modo frigio, te va a decir ponla a 3×4 por medio. O en 6×8 en la soleá. Eso es tan válido como lo otro, es lenguaje de la calle. El lenguaje lo inventan las personas. Entonces está así y está escrito de esa forma pero también hay que decirle al profesor, lo que te vas a encontrar es con esto.
Teresa: Sois de verdad los únicos compositores que no os servís de algo tan facilitador como una partitura. Tengo entendido que cuando otros músicos tocan con vosotros se vuelven locos.
Dani: Asi es y cuando hacemos proyectos con otros músicos que ni hablan español, nosotros nos aprendemos los temas de oído o sumamos la intuición al conocimiento, cuanto más sepamos mejor. Los otros se ven obligados a trabajar de esa forma, si no es imposible.
Teresa: Panorama flamenco actual. Cosas que benefician y que dañan al flamenco.
Dani: Daño al flamenco no le puede hacer nada ni nadie. Lo que si puedo decirte es que las cosas que vienen bien al flamenco son las del conocimiento y del respeto y las que no pasarán y ya está. Yo creo en el trabajo bien hecho y en las personas que se preocupan de conocer todo lo que viene. Todo el mundo se puede expresar musicalmente como quiera, ahora, que no se valgan del flamenco para hacerse un circuito. En el flamenco se puede innovar muchísimo, queda muchísimo por hacer sin faltar al respeto a nadie. Es muy difícil tocar por soleá y conocer a Melchor de Marchena y cambiar la variación de él.
Teresa. Hasta pronto, Dani. Esta entrevista va a ser muy diferente de cualquier otra.
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