Tras la crisis política desencadenado por el asesinato del periodista Jan Kuciak [1] a finales de febrero de 2018, el presidente eslovaco Andrej Kiska ha aceptado el 15 de marzo la dimisión presentada la víspera por el primer ministro, el populista de izquierda Robert Fico, de 53 años, líder del partido Dirección-Social Democracia (SMER-SD), después de que el pasado 9 de marzo más de 400 000 personas salieran a las calles de la capital, Bratislava, reclamando su destitución.
Robert Fico es famoso por sus ataques verbales contra los periodistas, a quienes ha llamado «hienas», «sucias prostitutas antieslovacas» e incluso «arañas de water».
Fico es el tercer ministro eslovaco que abandona el gobierno desde el 26 de febrero, fecha en que se encontraron el cuerpo de Kuciak, y el de su novia, Martina Kusnirova, quienes aparecieron acribillados a balazos en la casa que compartían, a unos sesenta kilómetros de Bratislava. Cuando le asesinaron, el reportero Jan Kuciak, de 27 años, estaba investigando, para el digital Aktuality.sk, las presuntas relaciones existentes entre algunos familiares de Fico y la mafia italiana
Una delegación del Parlamento europeo, que visitó Bratislava entre los días 7 y 9 de marzo, elaboró un informe en el que se dice que la mafia italiana podrá tener intereses en el este de Eslovaquia, en concreto en relación con los fondos para la agricultura de la Unión Europea, afirmación que el primer ministro dimitido calificó de “absurda… allí no hay nada”, lo mismo que rechazó la acusación de que hubiera una infiltración mafiosa en su gabinete, que señalaba a su asistente personal, una exmodelo de topless llamada Maria Troskova, y a Viliam Jasaň, quien fue director de Gestión de crisis y de la Seguridad del Estado. Trošková y Jasaň han dimitido de sus cargos en el gobierno, en espera de las conclusiones sobre el asesinato del periodista.
Sin embargo, según el presidente de la República, Andrej Kiska –independiente, procedente de la sociedad civil, ingeniero, empresario y filántropo, elegido en 2014 en la segunda vuelta, en competencia con Fico- los servicios de inteligencia habían alertado al gobierno sobre la presencia de la mafia italiana cerca de Kosice, la segunda ciudad del país.
En el último artículo escrito por Jan Kucik, que dejó sin terminar cuando le mataron, mencionaba al italiano Antonio Vadala, detenido por segunda vez en marzo y objeto de una orden de detención europea emitida por el gobierno italiano, acusado de “tráfico de droga perpetrado por un grupo criminal organizado a dimensión internacional”. Según el periodista, el italiano está relacionado con la Ndrangheta, la mafia calabresa, y tenía negocios con Troskova, la asistente del ministro Fico.
“Las conexiones existentes con la mafia italiana son un tema tabú en los medios de comunicación eslovacos –escribe Tibor Blazko en el digital Global Voices- Kuciak siguió con sus investigaciones después de que al periodista Ivan Mego, del semanario Plus 7 Dni, primero le ordenaran que dejara de investigar y después le despidieran”.
Jan Kuciak pertenecía al grupo de periodista llamado Proyecto de reportaje sobre el crimen organizado y la corrupción (OCCRP). Aktuality.sk ha decidido publicar, a título póstumo, el artículo que dejó sin terminar: “Podéis matar a un periodista pero nunca mataréis su trabajo –han escrito-. Nos sentimos orgullosos de publicar la última investigación inacabada de Jan”.
https://periodistas-es.com/periodistas-asesinados-en-eslovaquia-jan-kuciak-investigaba-el-fraude-fiscal-99651
[…] noticias que derivaron en las protestas (que siguieron al asesinato de Kuciak y que llevaron a la renuncia del primer ministro, el ministro del interior y el luego el jefe de la policía) que por el asesinato en sí mismo, […]