El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha solicitado al ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, unas medidas de protección efectiva de la infancia con discapacidad ante el consumo de alcohol; fundamentales a su juicio, para poder redactar la futura ley de prevención de consumo de alcohol en menores.
Para el CERMI, la formación es imprescindible si hablamos de prevención y ha manifestado la importancia de formar y capacitar a los menores con discapacidad y también a sus respectivas familias, para que conozcan los riesgos del alcohol y sepan identificar a personas en riesgo así como a los menores sobre el riesgo de desarrollar también una discapacidad psicosocial por el consumo temprano de alcohol.
Asimismo ha declarado que la nueva ley debe incorporar medidas para educar en hábitos de vida saludables que incorporen contenidos sobre las características de las personas con discapacidad de forma que se considere la nociva incidencia que puede provocar el alcohol en la discapacidad, sobre todo en la intelectual, del desarrollo o cuando existe un trastorno mental.
De igual forma considera imprescindible promover estudios sobre el síndrome de alcoholismo fetal (SAF) que se produce como consecuencia del uso materno de alcohol durante el embarazo. Entre otras medidas consideran que impulsar campañas dirigidas a las familias, profesionales de la salud, servicios sociales, etc, hará que puedan identificar casos de alcoholismo posibles.
Para ello, deben ser los poderes públicos los que realicen e impulsen campañas, acciones de información y concienciación para menores a este respecto para detectar los casos de alcoholismo y discapacidad y promover cambios de actitudes en el contexto social. En todo caso, la nueva regulación debe establecer protocolos accesibles e inclusivos para este supuesto de forma que también garanticen los servicios, procesos y centros donde se atienda a menores con discapacidad que tengan problemas con el alcohol.
Recuerdan en todo caso que la accesibilidad universal debe impregnar cualquier norma o política pública vinculada a la protección, erradicación del alcoholismo en menores adolescentes y debe ser tenida en cuenta en su vertiente física, cognitiva, actitudinal y sobre todo a la hora de ser comunicada. Formatos accesibles, lengua de signos, braille, u otras modalidades para que sea comprensible a todos los efectos con cualquier discapacidad sensorial.
Asimismo según cita el CERMI, la ley deberá articular mecanismos que aseguren que todos los niños con discapacidad puedan expresar su opinión en todo aquello que afecte a su vida de forma que sea accesible, inclusivo y puedan ajustar y garantizar ese derecho.