Más de cien migrantes, incluidos mujeres y niños, llegaron este fin de semana en tres autobuses fletados por el gobernador de Texas, Greg Abbott, al Observatorio Naval, donde se ubica la residencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en Washington, mientras las temperaturas históricamente heladas azotaban la zona el sábado por la noche.
Algunos de los migrantes solo vestían camisetas a pesar del clima frío, y se les dieron mantas antes de ser trasladados a una iglesia local, informa Xinhua.
Los activistas de inmigración calificaron al incidente de «falta total de insensibilidad», por las bajas temperaturas que tuvieron que soportar los migrantes en la capital de EEUU debido al impacto de una fuerte tormenta de invierno en estas vacaciones de Navidad.
La Casa Blanca calificó este último envío de inmigrantes como «una jugada cruel, peligrosa y vergonzosa» de Greg Abbott, uno de al menos tres republicanos que han estado enviando inmigrantes a ciudades lideradas por demócratas para protestar contra las políticas de inmigración de la Administración Biden.
«El gobernador Abbott abandonó a los niños al costado de la carretera soportando temperaturas bajo cero en la víspera de Navidad y sin haber coordinado con ninguna autoridad federal o local», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Abdullah Hasan, en un comunicado a los medios.
«Como hemos dicho en repetidas ocasiones, estamos dispuestos a trabajar con cualquier persona, tanto republicana como demócrata, en soluciones reales, como la reforma migratoria integral y las medidas de seguridad fronteriza que el presidente Biden envió al Congreso en su primer día en el cargo, pero este tipo de jugadas no logran nada y solo ponen vidas en peligro», continuó Hasan.
Abbott acusó previamente al presidente estadounidense Joe Biden y a Harris de «ignorar y negar la crisis histórica en nuestra frontera sur».
La oficina de Abbott expresó en un comunicado a principios de este año que el Gobierno del estado de Texas está «tomando medidas sólidas para ayudar a las comunidades fronterizas», incluido el transporte en autobús de miles de inmigrantes a Washington DC, la ciudad de Nueva York, Chicago y Filadelfia.